Con motivo de la iniciativa de Tidus, procedo a la reseña de una obra del que parece su mangaka favorito. Solanin es una de las obras más famosas del mangaka japonés Inio Asano, que comenzó a publicarse en el año 2005 en la revista Shogakukan’s Weekly Young Sunday, con 12 capítulos. Narra las incidencias por breve periodo de tiempo, no mayor a unos cuantos meses, de la vida de una joven pareja japonesa que vive en la Ciudad de Tokio, de nombres Meiko y Taneda, así como algunas incidencias de sus amigos cercanos.
Meiko presta sus servicios en una empresa detestando su trabajo, es acosada por su jefe, y permitió hace tiempo que su novio se mudara para vivir en su departamento, sosteniendo esencialmente el hogar por su propia cuenta. La chica es coqueta nada más, y a lo largo de la historia no muestra interés prácticamente en ninguna cualidad que la vuelva interesante; y evidentemente queda reflejada como una mujer aburrida que no sabe lo que quiere, sino esencialmente lo que no quiere: terminar siendo como su madre o viviendo en una pequeña ciudad.
Taneda se encuentra igual o peor que su chica, con un trabajo de medio tiempo que tiene esencialmente para que no se diga que no labora, y también para poder escapar de su aburrido hogar; tiene formada una banda de música, pero en el fondo sabe que no tiene talento, y sólo la utiliza para tener otra válvula de escape. Mantenido y cobarde, es difícil encontrar un atractivo en este personaje, pues si bien no es malo, tampoco es bueno, y poco interesante puedes decir acerca de él.
La pareja ha tenido una relación bastante prolongada de seis años, pero una que otra decisión cambiará el estancamiento de esta unión.
El resto de los amigos son igual de poco interesantes, ¿o debo decir normales?, esencialmente con una veta hacia el fracaso cotidiano, que no pueden con ella.
Argumentalmente la obra logra capturar el interés del lector a lo largo de toda la obra, y es sólo al terminar, cuando te das cuenta que la misma pudo haber concluido en un capítulo y que esencialmente la obra no trató de nada, o al menos nada que me interese en lo particular, cuando como lector busco precisamente evadirme de la realidad y no revolcarme en ella. El autor fustiga a su joven generación asfixiada por las presiones de lo que supuestamente es la receta del éxito en la vida: Estudia; Consigue trabajo; Compra una Casa; Compra un Coche; Cásate; Ten hijos; vamos sólo faltó el llamado a votar y pagar los impuestos, porque esencialmente SOLANIN es un cuento o moraleja de todo lo malo que pasa, cuando no se sigue la RECETA DEL ÉXITO que marca la sociedad; o tal vez Asano en una especie de sentido trascendental, pretende decirnos que precisamente dicha receta del éxito no sirve, pues aun siguiéndola, fracasas, y que en el proceso sólo se crea una cantidad interminable de personas infelices, lo cual es muy probable, porque no entendí la obra.
Nadie en SOLANIN es feliz, se encuentra contento con su vida o es exitoso, es decir se trata de un fiel reflejo normal y cotidiano de la realidad, que como lo he referido, no me interesa ver. Y hablando de reflejo, en cuanto a dibujo queda claro que el mencionado autor le interesa reflejar el Japón normal y cotidiano, como el que hemos visto en tantos años de series y animes, pero sólo como el fondo donde los super guerreros se dan de golpes. En SOLANIN en cambio, ese Japón urbano es un protagonista de la historia que se come a esos planos y poco interesantes personajes que ha colocado en su obra, de tal suerte que si uno quisiera saber cómo es dicho país en realidad, no tiene más que leer este manga, por lo que visualmente la obra resulta aceptable y de interés.
Asano es famoso por utilizar fotografías que traza o inserta en sus dibujos, por lo que resulta en perfecto retratista urbano. Sus personajes en cambio son simples y si me lo preguntan poco atractivos, me salta el sentimiento de que el autor los odia y deliberadamente los dibuja sucios, torpes, gordos y/o asquerosos; en contraste con los hermosos dibujos de sexys colegialas que el apelativo de manga, nos evoca en forma automática.
Solanin no es un manga que recomendaría leer, tal vez les llegué al corazón del público joven porque refleja lo que todos ellos sienten en algún momento respecto a las presiones sociales de tener que hacer lo que otros dictan. Yo en cambio que ya estoy a mis 38 años, y en otra fase del camino al fracaso que se denomina vida, no me llegó ningún mensaje de esta obra, lo que no significa que sea mala, sino que creo que no constituía el «target» de un manga que se publica en una revista, que por su nombre, supongo que se dirige a un público distinto. Saludos afectuosos.