3 Años. 3 Largos años de excusas, escaqueos, procrastinación extrema y simple pereza pasando de este juego cada vez que tenía ocasión de jugarlo. Diciéndome a mí mismo “Algún día lo jugaré” Pero los milagros ocurren y las profecías se cumplen. Este es el año en el que las profecías se hacen realidad. El año en que DiCaprio consiguió su Oscar y el año en que Rubio consiguió completar The Last of Us de principio a fin. La fe ciega que depositaron los brasas que me daban la paliza constantemente, tratando de convencerme para jugarlo, al fin ha sido recompensada.
Y tras saborear hasta la última gota jugable de este título, solo puedo sacar una conclusión: COMETÍ UN CRIMEN CAPITAL E IMPERDONABLE. Dejar de lado este juegazo durante tanto tiempo ha sido una de las decisiones más estúpidas e incomprensibles de toda mi vida. ¿Qué cojones he estado haciendo todo este tiempo? ¿Cómo coño he podido dejar pasar una joya de tal calibre incluso cuando estaba enfrente de mis narices? No lo sé, pero al final me he redimido. He abierto los ojos. Ahora se de lo que son capaces las mentes de Naughty Dog. Y quiero compartir con vosotros esta experiencia de iluminación personal en forma de análisis. Pero no os preocupéis, esto no será una comida de polla. Trataré de se ser justo y objetivo. Será difícil, pero al menos lo intentaré.