El nacimiento de la compañía Playtonic fue, sin duda alguna, una esperanza para los fans de la antigua Rare, la cual hizo de los plataformas una de sus señas de identidad con Banjo Kazooie o Donkey Kong Country. A través de la plataforma Kickstarter, p…
Yooka-Laylee (PS4/One) – Análisis
Hay una cosa que tengo muy clara: Uno no puede permanecer invariable a lo que jugó. Tengo memoria y me gusta utilizarla; si soy quien soy y juego a lo que juego, es porque estoy hecho de grandes cucharadas de mi pasado. Lo que me divertía hace muchos años tiene altas posibilidades de hacerlo hoy día, porque estoy fabricado de mis vivencias y de los gustos que voy amasando; éstos no cambian con el ciclo lunar, con las mareas o con las opiniones ajenas, hay partes inmutables dentro de uno que nadie modifica ni puede aspirar a hacerlo, ni siquiera el todopoderoso tiempo. En algún momento de los años noventa desarrollé una fortísima pasión por los plataformas en 3D, ¿por qué iba eso a tener que desaparecer? Algo tan poderoso no se esfuma del interior tan fácilmente. Los videojuegos de esa temática fueron extinguiéndose o cambiando, pero eso no significaba perder el gusto por ellos, ¿a quién pretende engañar aquel que reniega de su pasado? ¿No somos lo que jugamos después de todo? El siguiente análisis será una mezcla de opiniones muy personales y varias preguntas retóricas.