Primer contacto
Comenzamos el juego en la piel de Arthur, un humilde censurador al que le inundan mientras lee un titular los recuerdos de una entrega de premios con su hermano. Tras un rato censurando, ve su rutina laboral interrumpida por una compañera suya, que le recuerda hay una fiesta con piñata incluida esperándole. Por fin podemos levantarnos y explorar la oficina donde podremos ser testigo de la primera escena turbia como un maltrato a una feliz víctima. Cuando llegamos a la reunión fiestera nos damos cuenta de que algo no va bien ¿el qué? en el vídeo más abajo os lo muestra.
Wellcome to Wellington Wells
Si habéis visto el vídeo anterior, Arthur ha debido olvidarse de tomar la joy y acaba convirtiéndose en un downer y perseguido por las autoridades.
Desprovistos de felicidad en nuestras vidas ¿qué nos queda? averiguar quienes somos, cómo salir de allí y sobrevivir. De lo que yo pensaba que iba a ser un juego de miedo y supervivencia, me he encontrado exploración y superviviencia a lo The Forest y cientos de juegos más que hay de crafteo.
¿Cómo sobrevivimos? vigilando y saciando nuestras barras de comida, bebida y sueño. Aparte, saber defendernos bien en los combates que se nos presenten con los dos movimientos clave: ataque y defensa.
¿Qué crafteamos? Pues creando diversas herramientas que nos darán acceso a nuevas zonas, recipientes para nuestros víveres y los elementos culinarios que habrá que cocinar.
Adentrándonos en la acción del juego, Arthur se tendrá que mover por la zona «feliz» de Wellington Wells eligiendo si usar la fuerza bruta, avanzar en sigilo sin que nos descubran o colarse en los edificios. Si nos ven los marginados pueden atacarnos, si nos ve la policía lo mismo si no mostramos «felicidad» en nuestro ánimo y los vecinos de bien pueden tanto atacarnos como alertar nuestra posición. Podemos tomar drogas para que no nos detecten pero aun así habrá amables vecinos que insistan o médicos que podrán detectar si Arthur está bajo los efectos de la joy o no.
Arthur es rebelde porque Wellington Wells le hizo así, pero sin los efectos de la joy podrá dedicarse voluntariamente al allanamiento de morada, agresión y robo. Arthur es un primor, vamos, pero hará todo en pos de averiguar su pasado, quien es y tratar de salir de la distópica y feliz ciudad.
Vídeos de desarrollo a falta de apartado gráfico y sonoro
Con su campaña de kickstarter han conseguido recaudar más donaciones del mínimo solicitado, así que veremos un We Happy Few terminado que tras haber probado para este análisis, promete mucho.
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