Análisis: Lost Planet: Extreme Condition (PS3/XBOX360)

Estándar

FICHA TÉCNICA:

Lanzamiento: 16 Enero 2007

Género: Acción

Distribuidora: Capcom

Modo de juego: Un jugador y Multijugador (Online)

CRÍTICA:

Sabemos de antemano que Capcom, a lo largo de toda la historia de los videojuegos, ha apostado por sagas que si bien las primeras entregas quizá no acabaron de arrancar, han acabado siendo parte de esa historia antes mencionada. Así sin pensar demasiado ya me vienen a la cabeza sagas como Resident Evil, Street Fighter, Monster Hunter o Dead Rising… sagas que empezaron un nuevo género videojueguil y revolucionaron la industria.

Y en esas nos encontrábamos a principios de la generación actual (y a punto de finalizar) cuando Capcom presentó este prometedor videojuego: Lost Planet. En este juego nos encontraremos en E.D.N 3 un planeta cubierto de hielo pero con una gran cantidad de energía térmica en el subsuelo. Pero pese al haber esas condiciones tan extremas, la vida se abrió paso y allí encontramos a los akrid.

Estos habitantes del planeta consiguieron mantener a raya a los humanos de la NEVEC durante la colonización inicial del planeta, hasta que éstos inventaron los V.S. una especia de mechas con los cuales los humanos pudieron arrasar con los Akrid. Y en esas condiciones empezó la batalla entre los humanos y los Akrid para obtener el máximo de Energía Térmica posible.

El personaje principal del juego, Wayne Holden ex-soldado de la NEVEC, se hará pirata de las nieves junto a un pequeño grupo de rebeldes para intentar descubrir los verdaderos planes de la empresa y evitarlos antes de que sea demasiado tarde para la biosfera del planeta. El gran problema que tiene Wayne es que no se acuerda de su pasado, e irá descubriendo pequeños fragmentos de su memoria a lo largo del juego.

La primera impresión que tenemos al empezar el juego será bastante buena, con unas cinematográficas bastante destacables (sobre todo para la época) y un control bastante prometedor. Todo ello irá involucionando hasta darnos cuenta que el control de la cámara y del personaje son muy toscos, dificultando así la experiencia jugable. Con algunos de los V.S. también tendremos la sensación de que parecen robots ortopédicos, cosa que nos dificultará algunos encontronazos contra jefes finales.

Y ese es el planteamiento general de la gran mayoría del juego, subdividido en «misiones» que nos irán situando en diferentes escenarios (no demasiado variados), que podrían resumirse en avanzar-disparar-jefe final sin demasiada dificultad a excepción de los últimos niveles, donde los enemigos son algo más difíciles de noquear.

Una banda sonora bastante decente hace espontáneos actos de presencia en el juego, pero que a veces dan la sensación de ser la típica música de juego arcade. Los gráficos, para la época en la que fue lanzado no están nada mal…los  moldeados de los enemigos están muy bien logrados y se consigue mantener un buen número de ellos en pantalla. En su contra, los personajes «principales» que tendrían que ser los mejor caracterizados no destacan en demasía…

Imagen in-game

Los escenarios, son pocos…redundando así la poca variabilidad del título, pero aún y ser tan corto podremos visitar una ciudad abandonada, unas cavernas heladas y un volcán. Los enemigos tampoco variarán demasiado, y la dificultad de éstos irá aumentando gradualmente a lo largo de las distintas misiones.

Cabe destacar, que pese a ser repetitivo el sistema de juego y ser bastante pesado en algunos lugares (peca también de ilógico en ciertos niveles) recupera uno de los detalles a los que di más importancia en su día a un videojuego que pasó bastante desapercibido: La Cosa (PS2/PC). En ese videojuego nos las teníamos que apañar para mantener nuestro calor corporal a lo largo de toda la aventura, es decir…que además de intentar evitar ser asesinados por uno de esos monstruos y dudar de nuestros compañeros tendríamos que vigilar de no morir congelados.

Imagen de cinematográfica

Y eso es lo que tendremos que hacer en este juego, recoger la Energía Térmica que desprenderán nuestros enemigos al ser derrotados para así regenerar automáticamente nuestra salud y evitar convertirnos en un cubito de hielo. Este añadido parece muy interesante y divertido al principio del juego, pero al final se irá convirtiendo en una verdadera necesidad en la que deberemos de administrar hasta el último punto de energía térmica para evitar nuestra muerte.

En conclusión, es un buen juego aunque podría ser mucho mejor. Corto, repetitivo pero con cierto encanto y con una Banda Sonora no destacable. El control es muy tosco y puede llegar a ser bastante desquiciante. Su argumento no nos enganchará por ser extremadamente novedoso, pero sí que tiene ciertos giros argumentales que nos gustarán. Eso sí, encuentro que la forma de explicarlo no es demasiado acertada. La tercera entrega parece que pulirá los errores de esta entrega…pero tendremos que esperar a verlo con nuestros propios ojos.

 

Simplemente es un juego para pasar el rato. No será parte de la historia del videojuego, ni será recordada por miles de personas, no será premiada (y si lo es no se lo merecería en demasía). De esas producciones que quedan en el olvido en …¿2 años? Eso sí, una buena base para unas buenas próximas entregas.