Tras la primera entrada, continuamos las recomendaciones de los títulos más destacados que haya jugado recientemente. En esta ocasión la lista estará más adscrita a la actualidad, con un gran variedad de géneros y estilos, sirviendo como ejemplo del bu…
Recomendaciones (I)
Reconozco mi pecado. Tras finalizar el año pasado, no llegué a publicar mi lista de mejores videojuegos, dejando esta entrada a medio escribir. Mi intención es continuarla aquí haciendo mención a aquellos que se hayan quedado en mi recuerdo en estos úl…
Reseña: Grim Fandango (Gamer Invisible)
Mi relación con este título, propuesto por Gendou_kun para la iniciativa El Gamer Invisible de Zona Delta ha sido muy conflictiva desde hace años, y casi siempre por motivos ajenos al propio juego desarrollado por un joven y prometedor Tim Schafer en su segundo proyecto como director dentro de LucasArts, que tras no quedar del todo satisfecho con Full Throttle (pues sufrió ciertas limitaciones e imposiciones por parte del estudio, eliminando por completo ideas tan locas como secuencias en las que iríamos colocados de peyote), en Grim Fandango al fin pudo dar rienda suelta a todas sus locuras, como ahora iremos desgranando.
Lo mejor de 2017
En esta entrada voy a resumir gran parte de la oferta cultural de mi año 2017, aunque algunas de las obras que trate puedan pertenecer a años anteriores, así como películas aún sin estrenar en salas comerciales que pude ver en el Festival de Cine de Sa…
Master of None
Master of None es una de las mejores incorporaciones al catálogo de series originales de Netflix. Consta de dos temporadas con diez capítulos de escasos 25-30 minutos, y se engloba dentro del género de la comedia. Y como ocurre casi siempre, esto se trata de una burda simplificación que no le hace justicia.
Nacida de la experiencia como famoso monologuista de su co-creador Aziz Ansari (quien también guioniza y protagoniza), emplea los temas recurrentes de sus shows para reflexionar lucidamente sobre temas como las relaciones de pareja modernas, el uso abusivo que damos a las tecnologías, la deshumanización de las aplicaciones online de citas, el miedo al compromiso y a la toma de decisiones vitales que den al traste con tus prejuicios, el racismo, el machismo y el acoso constante que sufren las mujeres, así como las relaciones paterno filiales, la inmigración, la importancia de conocer de dónde venimos, la infidelidad, la soledad de la vejez…
Twin Peaks, David Lynch regresa como autor irreductible.
Pero aquí no he venido a soltar mi bilis sobre estos abundantes especímenes, porque Lynch no lo merece, porque ante todo es un artista que se respeta a sí mismo, a su obra, y que ha venido, como no podía ser de otro modo, a hacer lo que le venga en gana, sin tener la más mínima preocupación por el espectador medio. Eso no asegura ningún resultado óptimo en cuanto a calidad, pero aunque se estrellase de aquí a septiembre tras la emisión del decimoctavo episodio, moralmente, merece todo nuestro respeto, y porqué no decirlo (vistos los estropicios de Alien, Star Wars, y tantos otros iconos del séptimo arte profanados por el vil metal), toda nuestra admiración.