ANÁLISIS: Sleeping Dogs

Trax.AshAnálisisLeave a Comment

Ay, Sleeping Dogs. Qué de guerra me has dado. En un principio yo te odiaba. Eras feo con ganas, pero debo admitirlo, has conseguido camelarme.

Sleeping Dogs, sin lugar a dudas, no sería el primer sandbox que os recomendaría. Ni el segundo. Sleepings Dogs tiene muchas carencias, y no termina de aclararse con sus mecánicas. Pero qué divertido es el jodido.

En realidad Sleeping Dogs es True Crime: Hong Kong. Literalmente digo, ya que cuando era propiedad de Activision esa era la idea. No sé muy bien cuántos fanáticos tiene ésta saga (en mi círculo pocos, la verdad) pero yo no tenía demasiado hype por ésta entrega, hasta el punto de casi desconocer su existencia.
Resulta que hay cierto drama en torno a Sleeping Dogs, ya que parece ser que Activision quería deshacerse de éste nuevo True Crime como fuese, y en cuanto S-E lo vio automáticamente se lo agenciaron. De ésto sí que recuerdo que recuerdo qué dijeron: “No entendemos cómo Activison ha dejado pasar éste juego, es simplemente fantástico, vamos a volver un juego nuevo y no un nuevo True Crime, etc”.

También recuerdo un espectacular tráiler de acción real que hizo que me llamase poderosamente.

Éste, concretamente.

En cuanto a la trama manejamos a Wei Shen, un tipo que las ha pasado muy putas (o por lo menos no muy agradables) y que trabaja de agente doble para la policía, intentando infiltrarse en los Sun On Yee, una triada local.

La trama tiene cosas buenas, y tiene cosas bastante malillas. Por ejemplo, los personajes. Son interesantes, ninguno parece puto subnormal, todos responden a sus labores narrativas y poco más. Son en su mayoría personajes planos, siendo quizá el único redondo el propio Wei Shen.
La narrativa tiene a mi parecer dos problemas: uno, un final que quizá es un poco abrupto o no del todo satisfactorio; y dos, esa mierda entre policía o triada.

http://i2.wp.com/www.pcinvasion.com/wp-content/uploads/2014/10/Sleeping-Dogs-Definitive-screen2.jpg?resize=661%2C372
En el juego hay escenas bastante duras, así que vais avisados.

Resulta que al acabar una misión se te da una puntuación en dos escalas: la de policía y triada. Resulta que no se basa en “hacer azul o rojo” (aunque las triadas se representen en rojo y la policía de azul) sino en realizar la misión cumpliendo ciertos requisitos, que varían entre la brutalidad con la que la ejecutas o con si respetas las normas de tráfico. ¿Sabéis qué sistema que te lleva planteando durante toda la trama la dualidad desaparece al final del juego para ofrecerte un único final?

Esto es mucho más grave de lo que parece porque te cargas todo el tema de la trama, que no es más que nada que dos mundos sobre los que se ve atrapado un hombre. Uno, le brinda una familia que le fue arrebata, y otro le brinda justicia contra el mundo que le arrebató esa familia. Y demonios, la trama no es perfecta, pero se sostiene y tira para adelante como buenamente puede y habría salido algo potable si no fuese porque todo se va a la mierda en el final.

“Alguien me ha robado las pipas, búscalo y ARRÁNCALE LOS TESTÍCULOS”

Pero basta de trama, vayamos a lo que vende éste juego: la jugabilidad. En un principio, te pegas buena parte del juego sin desbloquear armas de fuego. Hay un grado de importancia en el combate cuerpo a cuerpo, que no deja de ser una especie de adaptación de lo visto en los Arkham (aunque técnicamente esto es bastante, BASTANTE anterior), pero con quizá un poco más de complejidad (hablo sólo de City y Asylum, que son los que poseo). Lo curioso de esto es que en ningún momento se echan de menos las armas, y cuando empiezas a manejarlas el combate cuerpo a cuerpo se echa de menos.

La jugabilidad no presenta nada nuevo, las misiones no se plantean de manera completamente novedosa y original, y la mayoría de mecánicas ya existen y las puedes encontrar en otros juegos, PERO Sleeping Dogs es un reloj suizo muy pulido. Todos sus elementos jugables se han refinado para dar un grado de satisfacción muy alto, o por lo menos para ser divertidos. Demonios, que éste es el único juego donde he abandonado el camino a la misión para superar a Sergio Sr Rubio en el record de mayor tiempo sin colisiones.

Ya te pueden venir seis como seis mil, el combate es tan divertido contra uno que contra toda una pandilla de macarras.

Repito, nada es lo suficientemente original o novedoso, nada de lo que vas a ver es algo nuevo o propio, pero todo está tan trabajado que por lo menos, te vas a divertir.

Y supongo que al menos eso te llevas, porque la banda sonora pasa bastante desapercibida y del aspecto gráfico mejor no hablo, porque pese a funcionar y creerte los escenarios, hay algunos detalles que son más denunciables que lo de las texturas en Dishonored.

Parece ser que en PC está muy bien optimizado y los gráficos pegan un chute majo, así que os recomendaría tirar por esa versión.

/CONCLUSIONES: Igual por lo complicado de su desarrollo o por el cambio de manos, pero Sleeping Dogs no es perfecto. No revoluciona nada ni nos trae nada bueno, y su trama se tropieza justo al final, pero diablos, cómo me he divertido. Si hubiese que hacer un símil, sería con una película de artes marciales china. Seguramente sea bastante mala, y no va a aportar nada al cine, pero vas a ver a chinos meterse hostias como panes, y a fin de cuentas, a eso has venido.

P.D: Ésta entrada ha sido escrita íntegramente con Microsoft Edge. Si algo he aprendido de esto, es que no vuelvo a escribir una jodida entrada con Edge en mi puta vida.

 

Trax.AshANÁLISIS: Sleeping Dogs