Ha sido complicado, pero he podido captar el momento justo de cuando estoy haciendo el imbécil y no le pego a la zona de daño por un pixel.
He estado trasteando con el famoso emulador de PS2, PCSX2, que según las críticas es bastante completo y pese a los problemas que la emulación acarrea en varios títulos es el más confiable para llevar la mayoría de los títulos de esta mítica consola a buen puerto y hacerlos perfectamente jugables. Cuando el nuevo equipo llegó a la casa no había pasado ni un solo día para tener configurado este milagro de la computación, me refiero al PCSX2 y en los días siguientes me permití darle carrilla de la buena, siendo este pequeño texto la recopilación de mis impresiones, problemas y sorpresas.