Siento como si hubiera pasado un millón de años, pero en realidad han sido… Bueno, ¡han sido cuatro meses! Mañana habrá una entrada que marcará la «vuelta» del blog en mucho tiempo así que allí vamos.
Mañana me voy de viaje con
Anti y
Chato a casa de
Suditeh y vuelvo el lunes, así que no seré capaz de responder los comentarios pendientes, pero estos meses no he escrito porque… ¡vagancia, supongo! Cierto es que ha habido periodos donde me era imposible, pero ha habido otros donde me he rascado los bajos a dos manos o me he quedado en casa jugando a Dariusburst, que es la mejor manera de perder el tiempo que os puedo recomendar. Nunca dije adiós porque nunca consideré que me hubiera ido, vamos.
Gracias a todos por vuestras visitas, mails y comentarios pese a la inactividad temporal de la página. Con esos errores enormes de Photobucket que ocupan seis años de blog y me han quitado buena parte de la motivación (me da mucho palo linkear entradas viejas y que se vean así de mal, ¡en serio!), el blog parecía más muerto aún. Pero yo no estaba muerta, estaba de parranda: bebiendo cubatas, chupitos, whisky caro, bailando en una jaula, teniendo una lipotimia por causas desconocidas (que, lo juro, en este caso no tienen nada que ver con la bebida pese a la borrachez que rezuma este párrafo), y volviéndome una friki de la ergonomía para hacer algo contra el dolor de espalda (que, al principio, era la principal causa por la que el blog se quedó desactualizado). Parece que, de momento, está más o menos controlado y mi principal problema vuelve a ser el insomnio, pero nada que no supiera ya.
Solucionado todo esto, nos vemos pronto, aunque tardaré una semana en responder cualquier comentario o mail, sea nuevo o de los ya pendientes (mis disculpas especialmente para BaroqueFan).
¡¡Nos vemos!!
