[Nota: Este texto fue publicado originalmente el 30 de mayo del 2018 en la web de GameReport y lo rescato aquí a modo de repositorio, respetando la maquetación original y rezando muy fuerte para que blogger no me la rompa. Gracias a todo el equipo de GameReport por su valioso feedback pero, sobre todo, a Loquo y Pablo por sus siempre oportunas correcciones, así como al EVO2024 por recordarme qué es lo que odio de Guilty Gear actualmente y por qué sí me gustaba antes.]
Cuando se anunció en 2013, algunos nos echamos las manos a la cabeza. ‘Guilty Gear’ en 3D, y encima con el Unreal Engine 4: sonaba tan mal, que nuestros ojos no podían creer lo que estábamos viendo. Se trataba de un juego precioso, ni más ni menos, cien por cien fiel a sus raíces 2D. Arc System Works lo había conseguido: tras llegar a un acuerdo con Sega Sammy Holdings —que tenía los derechos de la saga desde 2004—, se lanzaron a crear un nuevo ‘Guilty Gear’, abandonando finalmente al longevo ‘Guilty Gear X2’, que vio su última mejora en nada menos que 2012, diez años después de su primera aparición en el mercado. Entender esto es vital para asimilar el contexto de ‘Guilty Gear Xrd Rev 2’, que es —por ahora— la versión definitiva de ‘Guilty Gear Xrd’, y se puede adquirir tanto por separado como a un precio reducido vía DLC para quienes ya gozaron de la primera entrega.