Desde el mismo momento que Xenoblade Chronicles X fue concebido en la mente de Testsuya Takahashi lo hizo como un juego RPG de exploración y mundo abierto, donde prima más esto ultimo que su argumento que pasa a funcionar como telón de fondo, una simple excusa para lanzar al jugador al vasto ecosistema de Mira.
Xenoblade Chronicles 2 fue concebido con una historia, un argumento por delante para ser una suerte de odisea donde la igualdad entre razas, la identidad y valor de los recuerdos priman como temas principales aunque esto parece funcionar muy bien en papel, la realidad es muy distinta…