¿Quién coño necesita drogas teniendo videojuegos? ¿Por qué perder el tiempo licuándote el cerebro con drogas de verdad, cuando puedes experimentar los mismos alucinantes efectos con los videojuegos sin sufrir ninguna de sus fatales consecuencias? A veces dicha filosofía esconde maravillosos momentazos de este bello arte que son capaces de teletransportarnos a hermosos mundos de fantasía, color y regocijo sin necesidad de tener una puta farmacia en tu sistema circulatorio.
Por ello he decidido hacer este top de los tripiviajes chupidrogadicticos más alucinantes que nos han otorgado los videojuegos. Un fascinante ejemplo de que las Drogas son buenas… Siempre y cuando las tomemos en los videojuegos, claro… Así que ya sabéis niños. Decid no a la Drogas, pero en los videojuegos chutaros todas las que podáis. Vamos con el Top:
7: GTA SAN ANDREAS: ARE YOU GOING TO SAN FIERRO?
El clásico. Ya lo sabéis y yo ya lo reseñé en su momento. Pero no por ello ha perdido relevancia lo que esta misión del alocado sandbox de Rockstar consiguió ofrecernos. En ella teníamos que quemar a toda prisa las plantaciones de Marihuanna de nuestro colega “The Truth” antes de que llegara la pasma. Armado con un lanzallamas y mucha gasolina, nos apresurábamos para quemar todo el jardincito de la alegría que tenía plantado nuestro amigo.
Pero según íbamos quemándolo todo, jugablemente algo pasaba. Y es que nos íbamos cogiendo un pedal del 15. Y el juego lograba transmitir muy acertadamente dicha sensación alterando la realidad jugable. Cambiando la cámara de ángulo, espesando el aire, aumentando la iluminación y descendiendo el ritmo de juego a un “Cuasi-tiempo bala” el juego conseguía transmitirnos casi las mismas sensaciones que tendríamos al ir “Bien Puesto”
Pero la gracia no residía solo en quemar la plantación. Lo descojonante del tema era tratar de conducir el largo camino de vuelta a San Fierro Truth llevando una mierda como una tonelada de grande y encima con una caravana que el más leve soplido de viento podía volcarla a la mínima ocasión. Decir que fue un viaje movidito en ambos sentidos es lo mejor manera de describir dicha misión
6: LYLATWARS: THE WARP ZONE
Vale, técnicamente no es un tripiviaje porque no nos metemos nada tóxico durante nuestra épica aventura espacial. Tan solo lo único que hacemos es atravesar una serie de portales especiales que nos aceleran nuestra nave para saltar a la velocidad de la luz. Una forma muy rápida de saltar al hiperespacio para acortar distancia entre sistema lejanos.
Pero coño, una vez que estás ahí, parece que en lugar de viajar al hiperespacio en realidad estas inmerso en el viaje ácido más surrealista cortesía del LSD más duro de la galaxia. Entras en una dimensión donde todo lo domina formas geométricas extrañas, asteroides que parecen caramelos de fresa, menta y naranja y una paletas de colores crema y pasta tan asquerosamente bañados en arcoíris que te pensarás que estás viviendo un episodio de “Tarta de Fresa”
En serio, los fans y las wikis dirán que es un salto en el hiperespacio. Yo digo que Fox en un momento de calma se chutó la mita de Jamaica desde su carlinga y decidió viajar en esta ocasión a un sitio que le gustara. De tantos tiros que recibió su Arwing durante la campaña contra Andross, no me extrañaría que Fox para calmarse metiera “Unos tiritos”…
5: NARC: DROGANDOSE CON UTILIDAD
Narc era un título que servía mitad reboot, mitad secuela al clásico de recreativas y consolas del 88 del mismo nombre en el que te dedicabas a volatilizar en mil pedazos a camellos en nombre de la ley. En su secuela te dedicabas a apatrullar las calles de NY y arrestar o tirotear a cualquiera que te mirara mal. Muy al estilo de los True Crime pero un poco capado en comparación. Y también compartía con estos el hecho de poder confiscar las drogas de los camellos a los que arrestabas o dabas boleto.
Pero este juego tenía algo único que le diferenciaba de cualquier otro juego en particular: Aquí las drogas tenían su utilidad. Podías mandarlas a la comisaría para ganar puntos de “Buen Poli” y experiencia, pero también podías mandarlo todo a la mierda y consumirlas para tu gusto y disfrute. Y lejos de convertirte en un mero yonki con placa, aquí cada una de las drogas que te metías tenía su función y sus ventajas.
Por ejemplo: Si te metías éxtasis podías entrar en un modo de furia ciega que te daba daño extra y una mayor resistencia a los daños. Si le dabas a la coca, tenías velocidad y agilidad multiplicadas por 1000. Y si te metías Maria, tenías Bullet Time por un tiempo limitado. ¿Veis niños? ¡Las drogas no solo son buenas, sino que os dan superpoderes! Así que ya estáis dándole a las drogas si queréis limpiar las calles de delincuencia convertidos en MOÑASMAN!
Pero lo genial ya era el darle al LSD y ver como todo el mundo se convertía en una maravillosa sinfonía de colorines y arcoíris a cámara superlenta mientras suena Golden Brown por ninguna puta razón concluyente… Para ser un juego de mierda que copiaba a GTA, con el rollo de las drogas alcanzaba cotas sublimes
4: GTA V: UN PADRE FUMETA EN APUROS
Cuando tienes una familia desestructurada y tienes un hijo revoltoso, las cosas pueden salir mal pero no hay nada que un poco de disciplina no pueda arreglar. Cuando tienes un hijo que es un puto niño-rata malcriado fumeta y pajero que se pasa horas jodiendole la marrana a cualquier otro ser humano, sabes que has fracasado estrepitosamente como padre.
¡Pero al menos tienes un suplemento de drogas gratis ilimitado por cortesía de tu propio hijo! No todo iban a ser inconvenientes… Y lo mejor de todo es como ese drogoviaje sideral se traslada al juego. Cumpliendo uno de nuestros más fervientes deseos desde que jugamos a la saga GTA: Volar.
Surcar los cielos sin necesidad de aeronaves ni activar trucos. Justo eso es lo que podemos hacer en este nivel. Michael De Santa se pone a Volar por los cielos de Los Santos en un arcoíris de felicidad, amor y probablemente productos químicos, mientras suena de fondo “Shine a Light” ¡Genial, jodidamente genial! Otro ejemplo de que Rockstar, cuando quiere volver a ser la Rockstar de siempre, nos da las locuras de antaño
3: FAR CRY 4: SANGRI LA
¿Qué mejor manera de experimentar el paraíso en la tierra con Drogas duras? Eso es lo que debieron pensar los de ubisoft al tratar de trasladar uno de los lugares más oníricos a su videojuego estrella. Y yo lo veo completamente lógico. Si quieres adentrarte en un reino cuyas montañas son de oro, los ríos son de color carmesí y montones de espíritus en pena luchan contra tigres de bengala blancos, necesitas Drogas duras de verdad. Y no hay nada más duro que el opio puro. Y con eso nos metemos el viaje paradisíaco de nuestras vidas
Resulta que para adentrarse en Sangri-La, tienes que encontrar cuadros que la representen. Lo que ocurre es que el valor pictórico de estos es mucho mayor que el de cualquier obra de arte convencional. Ya que están dibujados con Opio Puro! Hay gente que usó técnicas pictóricas convencionales como el puntillismo, pero los de FC4 han revolucionado el arte con lo que he llamado el “Yonkísmo” Tan impregnado en opio que está el cuadro que con tan solo respirar al lado de él, obtienes el colocón de tu vida y un billete expreso directamente hasta Sangri La.
Lo que hagas allí, los demonios que mates y la forma en que los mates, ya son cosa tuya. Todo sea por equilibrar tus Tantras, corregir tu Karma y encontrar la Paz Espiritual a base de Drogas duras y asesinatos en masa
2: FAR CRY 3: TODO EL PUTO JUEGO
Si quisiera hablar sobre el maravilloso tripiviaje que resulta todo este juego no acabaría nunca. Desde el comienzo del juego todo es una locura psicodélica donde no sabes distinguir lo real de lo alucinógeno. Bien sea en momentos puntuales de la historia, peleas contra jefes finales o los momentazos donde Vaas se come la pantalla, todo el juego tiene un ambiente y temáticas tan chupidrogadícticas que prácticamente podría calificarse este juego como una papelina de LSD interactiva.
Mirad, si queréis flipar de lo lindo tan solo acordaros de las escenas más alucinógenas que tenia el juego y poneros la canción de Skrillex que sonaba de fondo cuando quemábamos los campos de Marihuanna. Hará su trabajo, os lo aseguro.
1: HOTLINE MIAMI 2: EL FINAL
Ya al jodido juego en si es toda una espiral descendente donde la locura más psicodélica se acaba apoderando completamente de nosotros. Pero donde verdaderamente se nos va la pinza y acabamos por perder el juicio es en el nivel final del juego. En dicho nivel, el jefe de la mafia rusa decide celebrar su ascenso en el escalafón criminal tomándose pastillas de éxtasis (Al menos, creo que era éxtasis) como si fueran putos caramelos, culminando en una orgía de sangre y destrucción tan jodidamente bizarra y extraña como maravillosa.
Tan surrealista y extraño es lo que nos encontramos durante su tripiviaje, que desgranar el destino final de nuestro protagonista y las consecuencias de su desfile de caos sin sentido no será tarea sencilla y nos costará lo suyo el saber que cojones ha sido lo que acabamos de ver. Pero cuando lo averiguamos, nos dejará con el culo roto por 3 sitios distintos.
Y eso es lo maravilloso que tiene: El ver que, tras darle una 2ª vuelta al juego y unir todas las piezas inconexas (Y tirar de la Wiki, para que nos vamos a engañar…) lo que parecía a priori un desfile chupifantástico de sangrienta anarquía, tienes sus funestas consecuencias en el mundo de lo real. Porque las drogas siempre traen consecuencias, lo mires por donde lo mires
Bueno, esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado de este Top lleno de ácido y locura drogadictica. Y recordad: WINNERS DONT USE DRUGS. ¡No nos hace falta, las disfrutamos en los videojuegos sin ninguna de sus consecuencias!