Visionarios del Ayer, metepatas del mañana

sergiosrrubio Uncategorized 8 Comments

 

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El talento es un valor líquido, más aún la inspiración. Tienes que aprovecharlos al máximo antes de que se desvanezcan con el paso del tiempo. Y si hay un arte donde podemos ser testigos de este fugaz fenómeno es en el mundo del cine. Especialmente en el ámbito directoral. Grandes directores del ayer, que luchan hoy por dar pie con bola. Y tras ver el zurullo incontestable que ha sido Alien Covenant (El cual ya os destriparé próximamente) me ha resonado con más fuerza esa idea en la cabeza. Los que antes no paraban de parir obras maestras que se quedarán grabadas a fuego en la historia del cine, hoy no paran de cagarla constantemente ¿Por qué?

 

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Difícil respuesta. No porque sea complicado de explicar, sino porque yo creo que es complicado de asimilar. Los grandes directores del ayer, aunque singan siendo las mismas personas, no siguen siendo esos grandes directores ahora. Como si tuvieran un desglose o escisión de personalidad entre el cineasta que eran antes y el que son ahora. Por mucho que me pese, el Ridley Scott de hace 35 años no es el mismo Ridley Scott de ahora. Por mucho que nos duela, el Francis Ford Coppola de hace 40 no es el mismo que el de ahora, ni el Bryan de Palma de ahora, ni George Lucas, ni Steve Spielberg…

Y seguimos teniendo esperanzas, seguimos teniendo ilusión por ver que un prestigioso director se sienta en la silla de dirección por otra ocasión. Porque siguen publicitando su nombre en todos los trailers y spots de la película en cartelotes grandes con letras bien brillantes, porque grandes nombres reportan gran taquilla, porque un gran director sigue todavía garantizando culos en los asientos. Y con la expectación viene la desilusión, con las esperanzas de ver que un director replique su magia de hace décadas atrás, nos viene una decepción tremenda al ver que ni siquiera puede hacer una peli medianamente decente. Y ya es he mencionado la respuesta: La magia. Muchas veces hay películas tan fenómenas y geniales en todos los sentido, que prácticamente la única explicación que se les puede atribuir para ello es magia arcana. Que el concebir una película tan magnifica es a veces un milagro imposible de replicar nuevamente.

 

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Alien, Terminator 2, El Padrino, Ciudadano Kane, Hasta que llegó su Hora, Cazafantasmas…. Geniales obras magnas de su género, 10/10, películas perfectas. Pero aparte de eso, todas tienen algo común: Son tan perfectas que ni siquiera sus responsables saben cómo cojones lo han conseguido. Panacea cinematográfica que cura todos los males pero cuyos directores jamás han dado con su fórmula. Muchos de los cuales han tratado de replicar en trabajaos posteriores pero sin alcanzar el éxito que su obra magna supuso. ¿Será entonces fruto de la suerte? ¿Fruto de una coincidencia cósmica o magia que da lugar el milgro? Si y No, 50/50, al menos desde mi experiencia. Porque yo sigo creyendo que las mejores películas son aquellas que se dan cuando las mentes adecuadas se encuentran en el momento adecuado.

Sin Dan Aykroid ni Bill Murray, Harold Ramis ni Ivan Reitman dirigiendo, no habría sugirdo la misma genialidad desternillante de los Cazafantasmas. Pero claro, por otra parte, también esa genialidad fue tanto fruto de la casualidad y de la suerte que, a pesar de haberlo intentado con una secuela, fue una genialidad que jamás volverían a replicar. Sin esos efectos especiales de lujo, sin esa acción tan cremita y ese fantástico argumento de viajes en el tiempo y paranoia tecnológica, Terminator 2 no hubiera sido lo que era. Pero claro, si James Cameron no hubiera tenido esa pesadilla febril con un ciborg asesino del tiempo, no habríamos tenido saga Terminator para empezar. Sin Dan Obannon, ni Ronald Shusset frente al guión ni HR Giger frente al diseño de la criatura, Ridley Scott ni de coña hubiera rodado la obra maestra del cine de terror que fue Alien. Esa magia se da cuando se encuentras las personas adecuadas, en el momento adecuado y dedicando su talento al trabajo adecuado. Pero también sería imposible negar el hecho de que el factor suerte ha intervenido un poco en esas obras para dotarlas de esas pepitas de genialidad necesarias para convertirlas en clásicos.

 

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A eso es a donde quiero ir a parar. Puedes tener un director de prestigio a la palestra, un guionista que te ofrezca una narrativa sólida y cautivante, un Stan Winston al mando de los efectos especiales y un presupuesto infinito como si fueras Marvel Studios, que eso tampoco te garantizará una película de éxito. Al igual que no puedes confiar ciegamente en los valores de producción y desarrolladores de un juego, para saber fehacientemente que obtendrás un juegazo irrepetible, lo mismo ocurre en el mundo del cine y todo el resto de las artes. Tener un gran director no significa nada. Y ahora lo que significa es arriegarse a tener una enorme cagada y una aún más grande decepción.

Porque el mismo director que me hizo El Padrino, me hizo Jack, el mismo directo que nos regaló los Cazafantasmas, nos hizo Junior y el mismo Director que me hizo Alien, me hizo Alien: Covenant. Tener un gran director como responsable de una película, no significa tener una máquina infalible que siempre nos reparta calidad. Y mucho menos tener una máquina que no se oxide con el tiempo y no se torne defectuosa. Ya sea por multiples factores como personales, como coyunturales sobre el estado del cine o el cambio del clima cultural, nunca vamos a tener la misma calidad de un mismo director al cabo de los años. Y aunque algunos directores siempre podrán presumir de mantener el tino, de mantener el rigor y la calidad que ya les caracterizaban hasta día de hoy, como Scorsese o Michael Mann por poner algunos ejemplos, se debe a porque son directores que se reinventan y constantemente están tratando de mejorar. Porque quedarse en los éxitos del ayer, es la receta perfecta para estancarse en el fracaso en un futuro.

 

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Esa podría ser otra de las probabilidades de que directores de ayer no acierten ni una hoy. El quedarse tan estancado en su trabajo anterior, que acaban recurriendo siempre a este como método a respetar en todas sus producciones venideras, no cambiando ni un ápice el estilo, la forma de rodar, temática o géneros a abordar. De nada sirve en respetar religiosamente una fórmula que cuajo en su día, si los tiempos siempre van a ser cambiantes. Aunque esto no solo se debe a respeto por una fórmula, sino también por otro de los grandes motivos por los que precisamente las obras recientes de muchos directores de prestigio, y particularmente de Ridley Scott se están yendo al carajo: Algunos directores se les ha subido tanto la fama, se les ha calado tanto las alabanzas con las que se les han bañado durante tanto tiempo, que han acabado por creerse ser los genios que los demás dicen que son.

Por eso Scott seguramente no toleró que ningún guionista revisara el libreto en Covenant o por eso consiguió hacer lo que le saliera de la punta del nabo en Prometheus, porque es Ridley Scott. Seguramente el tío estaría tan pagado de sí mismo que se creería que cualquier mierda que cagase sería oro de 48 kilates. Y porque es Ridley Scott todo el mundo se lo permitió sin atreverse a cuestionar sus métodos por muy subnormales que sean. Es lo que yo llamo “El Síndrome de George Lucas” Si eres un director de prestigio, nadie en su sano juicio se atreverá a ponerte en duda nada, bien por miedo a cuestionarte nada, o bien porque piensan que la vomitona que estas esputando es en realidad una obra de arte solo concebida por un genio el cual no podemos comprender. Así es como salieron las precuelas de Star Wars y así es como salieron las precuelas de Alien.

 

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Porque pecar de orgullo lo hacemos todos, y cuando has llevado años cubriéndote de la gloria con la que te han bañado otros, es muy difícil no ahogarse con ella. Aunque también más que de delirios de grandeza, pueden deberse simplemente a delirios porque sí. A querer lanzar la mayor locura de tu vida ahora que te lo pueden permitir y encima darte dinero por ello, que no antes donde toda una productora contaba con que te ciñeses a lo comedido y si no te daban la patada y buscaban a alguien mejor. El “ahora que tengo un nombre” puedo permitirme el hacer lo que quiera, tanto si a le gente le gusta como si no.

O también puede deberse a la razón más obvia y deducible de todas: Que han perdido “su  toque” Justo de lo que hablaba al comienzo de esta reflexión. Que el talento que antes tenían tíos como Copolla o Scott se ha desvanecido (Como lágrimas en la lluvia) Y que esos milagros hechos cine que sacaban año si, año también ahora quedan lejanos y solo nos conformamos con que saquen algún peli decente al año, aunque yo prefiero que se retiren con un mínimo de dignidad en lugar de hacerlo por la puerta de atrás tras una gran atrocidad. O mueres en la gloria de Gladiator, o vives lo suficiente como para rodar Prometheus y Alien Covenant.

 

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¡O yo que sé! Quizá es que se deba a cosa de la edad, del simple transcurso del tiempo. De que el viejo chochea y ya no es lo que era. Puede que sea un poco exagerado, pero es una posibilidad. Una persona de 80 años como es Scott quizá no piense exactamente igual que a sus 30… Y eso se refleja en su modo de actuar, dirigir y trasladar sus ideas a la gran pantalla. Tanto para bien como para mal. Hay algunas personas que se vuelven más sabias y perfeccionistas en su arte con el tiempo y otras en cambio, bueno, se vuelven Ridley Scott…

En fin, lo único que puedo sacar en claro de toda esta divagación constan… Reflexión ponderada es que no hay que tenerles fe absoluta a los dioses de la cinematografía de entonces, solo porque su nombre este plasmado y anunciado a bombo y platillo en los créditos de una película de ahora. Los tiempos cambian, los directores, sus visiones y su tino también, por lo que de nada sirve seguirlos religiosamente y esperarnos milagros constantes. Debemos cuestionarnos un poco la fe en algunos de nuestros profetas por el bien de la hermosa religión del cine. Que luego viene Alien Covenant y mis pataletas…

sergiosrrubioVisionarios del Ayer, metepatas del mañana
  • http://zonadelta.net/atreides/ Atreides

    Sabes que respeto tus opiniones pero no puedo estar de acuerdo. Cada director es distinto y generalizar no sirve porque por cada director que citas te puedo poner otro que treinta años después sigue filmando obras maestras.

    Lo que es de traca es que incluyas a Steven Spielberg que vale que Mi amigo el gigante sea floja, o la de Indiana Jones, pero mientras tanto te saca Lincoln, nominada al Oscar a la mejor película, El puente de los espías, nominada al óscar a la mejor película. Tintín, una gran película de animación y aventuras, tan revolucionaria en la forma de rodarla que no pudieron meterla en animación ni en imagen real, pero da igual, es una película de aventuras magnífica. Solo por mirar en esta década, de 4 películas que ha hecho, tres son magistrales y una normalita. Tampoco creo que sea para decir que esté acabado o que la caga constantemente.

    “Tener un gran director no significa nada. Y ahora lo que significa es arriesgarse a tener una enorme cagada y una aún más grande decepción.”

    No podría estar menos de acuerdo con ninguna frase que haya leído en mi vida. Es más, choca frontalmente con todo lo que creo y lo que he aprendido de cine en mi vida.

    En mi opinión, el director es el núcleo de cualquier película, la persona que tiene una visión y consigue que el trabajo de decenas de personas con sus opiniones y mayor o menor talento se conviertan en su visión de la historia. Sin un gran director no habría obras maestras y un gran director te garantiza una calidad incluso en sus peores películas, podrá tener una película mala, pero mantiene su personalidad. Porque como dices, el director que te hizo Alien y ahora te hace Alien Covenant tiene el talento para hacer Alien y aquí se habrá equivocado, pero es que el año anterior te ha hecho Marte (también nominada al Oscar a la mejor película). Además, creo que mezclas grandes directores con los One-Hit Director como Ivan Reitman que tiene una gran película y una carrera repleta de mediocridades.

    Lo que quiero decir es que no hay receta que garantice una obra maestra pero que un gran director ya ha demostrado que puede hacerla mientras que un director mediocre ya ha demostrado que no. Los dos la cagarán, pero uno de ellos te puede hacer Blade Runner y Alien y Thelma y Louise y Gladiator y Black Hawk Down y El reino de los cielos y American Gangster y Marte. No me parece mala carrera, la verdad. Aunque para mí, las dos obras maestras indiscutibles son las dos primeras, las otras serían la envidia de cualquier director. Creo que es un grandísimo director que conserva todo su talento, aunque la cague a veces, en general sus películas son muy buenas.

    Lo de que el talento de Coppola se ha desvanecido, eso parece, sí. Pero es lo que decía al principio, cada director es un caso distinto y tanto Spielberg como Scott siguen sacando películas de una calidad inmensa.

    A mí dame grandes directores que estoy seguro que me equivocaré menos que con el meritorio del estudio que pongan al servicio de las estrellas de la película. Cuando se equivoquen, mala suerte, pero estoy seguro que acertaré más veces que con el otro.

    Quizá me ha quedado todo crítica, lo siento, me parece una reflexión muy interesante y me ha gustado mucho leerla y, aunque entiendo el punto de vista, justo lo veo desde el punto de vista contrario, más que nada porque seguir a grandes directores me ha permitido durante todos estos años disfrutar de muchas grandes películas. Saludos fremen.

    • Sergio Sr. Rubio

      Y tienes todo el derecho a estar en desacuerdo. Ni disculpas ni nada! (Bueno por ese tochaco si, cabrón! xD) Porque también tienes razón. Tal y como nos dijo Rikku con George Miller, u otros grandes directores como Scorsese, Eastwood, mIchael mann…

      Lo que ocurre es que Alien Covenant me dejó tan enfurecido, me dejó tan estafado, que fue de esas películas tan jodidamente atroces que me hizo cuestionarme y replantearme la fe. De esas que son tan desasrosas en todos los sentidos que no te crees que haya sido realizada por un director de prestigio y que, cuando compruebas que es así, no solo se te cae un mito, sino que también se te desmorona todo el olimpo del cine…

      Si al fin de al cabo tienes todo la razón, grandes directores se mantendrán realizando grandes películas siempre, este caso parece más la excepcón. Per cuando te suba la crítica, lo entenderás xD

  • http://lunarevelen.blogspot.com.es/ Lunarevelen

    Yo creo que más que perder la chispa, el mayor riesgo que puede tener un director es justo lo que has dicho al final del texto: que nadie le tosa por tener un nombre. Para ser un buen director hay que saber delegar, pero si vas con mentalidad “yo me lo guiso, yo me lo como”, te puede salir algo muy bueno, pero también algo muy malo.

    Un ejemplo sería Woody Allen y Clint Eastwood. Woody Allen dirige, escribe, actúa, produce, edita e incluso a veces compone sus películas. Todas se perecen mucho entre si, pero nunca le verás haciendo florituras técnicas, porque no sabe. No delega, pero tampoco le hace falta. En cambio, Eastwood dirige y actúa, pero no hace nada más, el resto de apartados los delega. Es más, admite no haber tocado un guión en su vida, a excepción de para leerlo.

    Ridley Scott en la primera película de Alien se rodeó de gente como Jerry Goldsmith, HR Giger y buscó deliberadamente actores con experiencia para darles solo las indicaciones imprescindibles. En Covenant no, ahí mandan sus santos cojones, pero en realidad ya hace varios años que hace lo que le da la gana, calculo que desde Gladiator.

    Buen texto y repito que a mi Covenant si que me gustó, pero bueno, mejor dejo el tema, ¡no quiero acabar en una cuneta tragando mi propia sangre!

    • http://zonadelta.net/atreides/ Atreides

      ¡Cobarde! Mira ahí mi texto todo valiente y vivo a un par de kilómetros suyo, Lo que me recuerda que tengo que quedar con el notario, a ser posible en breve, todos esos cómics los tendrá que heredar alguien ¡glup!

    • Sergio Sr. Rubio

      Lo has clavado tan perfectamente, que yo diría que lo has hecho con precisión cirujana. Eso es lo que verdaderamente ha ocurrido con Covenant y yo he pasado por alto: El no saber delegar. El que un gran director se lo tenga tan creído que aborde aspectos de la cinta donde no tiene ni puta idea. Un gran director debería dedicarse solo a eso: A saber dirigir con maestría. Y a dejar el guión, la actuación y la narrativa a profesionales. El Síndrome de George Lucas sigue contraatacando..

      Joder, prácticamente con ese párrafo de mierda que me has puesto, te ha quedado una reflexión mucho más acertada que toda la que yo he escrito. Me haces quedar mal, so cabrón! xD Y no te preocupes, toda mi ira va ir dirigida contra Covenant en la próxima riada de bilis que voy a subir. Tu solo ve buscando un chubasquero para la sangre y palomitas!

  • http://multipalxgaming.blogspot.com/ Miguel Gonzalez (Multipal)

    Buena publicación mi camarada.

    R.I.P Alien

  • Joven llamado Cuervo

    He tenido que parar de leer para contestar, al ver mencionada Hasta que llegó su hora (película de mi top 10 personal, no digo más): Sergio Leone sí siguió pariendo obras maestras, o la que pudo, y esa fue Érase una vez en América. Y si no pudo realizar más fue por nimiedades como el no contar con el beneplácito de los productores de turno o por venir a visitarle la parca antes de tiempo.

    No creo que sea magia, creo que es simplemente ambición y capacidad de riesgo. Cuando te conviertes en un director afamado y reconocido, es difícil no acomodarse en aquello que conoces, pues si cambias corres el riesgo de perpetrar estropicios, mientras que siguiendo un cánon preestablecido te aseguras llegar a unos mínimos casi seguro. Todo el mundo te dora la píldora (saludos, Spielberg, nunca me has caído bien aunque te respete) y acabas siendo autoindulgente. Otro ejemplo seria el Peter Jackson actual, pero bueno ya hablas tú de todo ello.

    Ya metiéndonos en Scott, él nunca se ha considerado un artista, más bien un buen artesano interesado más por la estética (Los duelistas es un gran ejemplo de esto) que en la narración en sí. Obviamente talento tiene, a raudales, o abría seguido la estela de su simplemente correcto hermano. Pero argumentalmente jamás ha destacado su cine, Alien es cine de clase B con un diseño espectacular y un gran ritmo cinematográfico, pero su guión no tiene pretensión alguna (de repente el alien recién nacido ya es grande, sin saber de donde ha obtenido esa materia orgánica, que por mucho que se coma los circuitos de la nave es un recurso cutre, hecho únicamente para agilizar la narración; al igual que separar a la teniente de los dos obreros de la nave para buscar al alien, mientras uno de ellos se va solo a buscar al gatito, es algo absurdo realizado para que sucedan muertes individuales, quizá no tan cutres como las vistas en estas precuelas pero en absoluto satisfactorias), y cuando ha querido dársela (usando esos diseños solo sugeridos) le ha salido ese churro llamado Prometheus. Y Blade Runner (esta ya entra en mi top 3) salió tan bien el guión de pura y dura chiripa, tras varios descalabros entre quienes lo ejecutaron. No fue mérito de Scott, ahí si participó la magia de la que hablas, la casualidad quiso darle un trasfondo e implicaciones que sólo eran sugeridas por la estética o la mitología creada detrás, no por los hechos narrados en sí, de una simpleza casi sonrojante, al nivel de cualquier novela pulp policiaca. Y todo esto lo aplico a James Cameron pero con resultados mucho más modestos a mi parecer. De Cazafantasmas hablamos otro día xD

    Prefiero unas precuelas imaginativas que aportan nuevo contenido al universo Star Wars y que no ofrecen lo que el público demanda (los resultados ya son otro cantar) a ver un pseudo remake encubierto, con una muerte vergonzosa e indigna sin implicaciones emocionales de sus amigos y no de una niñata que conoce de hace una semana, pensada únicamente por una maquinaria de hacer billetes, carente de cualquier atisbo de magia y corazón en su fondo, por mucho que la mayoría de sus implicados en otros aspectos si amen la saga. Porque su corazón está podrido. Pues aún imperfectas, y con toda su digitalización o diálogos sonrojantes, las precuelas son cine de autor, tiene el sello de identidad de quien está detrás de la cámara, no de una receta indigesta elaborada por los gurús financieros de Disney para obtener el Santo Grial del éxito.

    Y por eso siempre me quedaré con un director de autor para un producto palomitero (James Gunn, Christopher Nolan, Denis Villeneuve) antes que con un secuaz del estudio (inserta aquí el 85% de las secuelas/reboots de todas las sagas hollywoodenses).

    • Sergio Sr. Rubio

      De mi tocayo Leone no podría decir nada criticable ni aunque me fuera la vida en ello. Solo parió Oro puro hasta su muerte despidiéndose con uno de los épicos de Gangsters mejor realizados que se recuerdan. Simplemente le utilicé de ejemplo como películas perfectas.

      Sobre Scott y su trayectoria toda la razón. Casi parece que Blade Runner fue un milagro producto de una coincidencia cósmica que dio lugar a una película perfecta, pero que ni de coña fue mérito de Scott, sino de los auténticos genios que le habían dado cuerpo a la historia desde mucho antes de concebir la película (Phillip K Dick) Y sobre Star Wars… joder hasta Episódio 2 me parece preferible a ese soft reboot desprovisto de alma y con el único propósito de hacer caja fácil que fue el Despertar del a fuerza.

      En cualquier caso, supongo que es demasiado precipitado perder la fe tan radicalmente como me ha pasado a mi durante esta reseña. Pero es que con lo ultrajado que me ha dejado el cabrón de Scott tras Covenant es algo comprensible. Ya verás mi bilis dentro de poco xD