Como todos bien sabemos, en los últimos años la escena indie ha cobrado cada vez más presencia e importancia. A méritos propios, los juegos independientes han sabido ganarse el beneplácito unánime de la crítica y del público. Tanto se ha disparado su popularidad que ya hasta las grandes desarrolladoras consideran seriamente el incluir y fomentar el desarrollo de estos juegos en sus nuevas consolas. Ha sido un amor a primera vista.
Pero ahora bien, ¿Estamos ante un amor ciego? Porque últimamente parece que todo el mundo relaciona lo Indie con la calidad absoluta, la puta perfección y el summun bonun del ocio electrónico. Llegando a tales extremos en los que la gente se deja un pastizal por cualquier mierda solo por el mero hecho de que esté en 8 Bits. O incluso gente que menosprecia a los usuarios que juegan a títulos Triple A. En serio ¿A dónde coño vamos a parar?
Antes de nada, al César lo que es del César. Personalmente, si no hubiera sido por los indies, seguiría pensando que la industria se había quedado sin ideas y que se estaría yendo a tomar por culo. Pero gracias a juegos como Hotline Miami, Limbo, Braid, Monaco, The Binding of Isaac y un porrón más, recuperé la fe perdida en la industria. Y no era para menos, pues la mayoría de estos juegos han revolucionado la forma de jugar a los videojuegos, su narrativa, estilo gráfico y artístico, y sobretodo, la forma en la que hacen participe al jugador de estas experiencias.
Son de esa clase de juegos que pueden llegar a mostrar tanto con tan poco, que incluso muchas veces llegan a superar a sus hermanos mayores Triple A, sin necesidad de 5 estudios a sus espaldas, ni decenas de millones de dólares en valores de producción. Esa es la razón principal por la que público y crítica se han enamorado perdidamente de ellos. Pero como todo amor, tendemos a idealizarlo. A considerarlo perfecto, sin errores. Algo que está bien lejos de la realidad.
¿A dónde quiero llegar con esto? Pues que ya hemos llegado a tal extremo en que, ante un título de desarrollo independiente que sale al mercado, tanto usuarios como crítica, automáticamente le cuelgan las Etiquetas de “Obra Maestra” “Genialidad Pura” “Absoluta maravilla” incluso antes de jugarlo. Hemos llegado a tal punto en el que cualquier mierda salida en 8Bits o con un aspecto gráfico sencillo y minimalista, ya automáticamente tiene que ser por cojones una obra maestra atemporal, un puto benchmark de la industria del videojuego y bla, bla, bla…
Y esto no lo digo yo, lo dicen los usuarios. Bueno, una clase de usuarios en específico. Los típicos usuarios que menosprecian todos los juegos “Grandes” (Por llamarlos de alguna forma) y ven cada juego indie como la gran esperanza del pueblo. Si, Hipsters y gafapastas de libro. Aquellos consumidores que solo compran indies huyendo de todo aquello de lo que es popular y que acaban en una absoluta falacia al convertir “su género” en lo más popular de estos últimos años. Cada vez que lo pienso más de chiste me parece.
Pero para chiste las cosas que se llegan a hacer bajo la influencia de este amor idealizado. Como comprar cualquier mierda que tenga un aspecto gráfico minimalista por una salvajada de dinero. Que eso es algo de lo que siempre quería hablar. ¿Cuándo está justificado comprar un juego indie? ¿Cuándo te lo venden a 1€ de oferta por Steam o de Early Access por un dineral? Yo siempre considero que cada juego vale lo que cuesta, y si estás dispuesto a pagar un indie por lo mismo que por un juego Triple A de salida, es que eres un completo gilipollas.
Puede que sea un poco extremista con esto, pero lo que estás haciendo es perjudicar a la escena Indie enormemente. Antes de que me tachéis de corporativista, defensor de las grandes empresas y cerdo capitalista, dejad que me explique: Puede que creáis que estéis haciendo un favor a la industria indie fomentándola cada vez más con el dinero de vuestras carteras. Pero lo que estáis haciendo es fomentar que cualquiera se aproveche de esto y saque un juego de mierda, con 0 calidad y valores de producción, y os venda la moto completamente disfrazándolo de juego Indie y así forrarse con el mínimo esfuerzo.
Pensadlo: Si fuéramos una pequeña empresa que quiere sacar pasta fácil ¿Por qué cojones molestarnos en hacer un juego de calidad, si podemos trabajar lo mínimo, tocarnos los cojones descaradamente y sacarnos una pasta disfrazando nuestro juego de “Indie”? Y no es la primera vez que esto ocurre. Ya no son pocos los casos en los que juegos que son una absoluta mierda, acaban vendiendo como churros gracias a que se les ha etiquetado como “Indies” O incluso el caso contrario también es perjudicial. Casos en el que juego es tan bueno y vende tanto que los creadores se creen putos Dioses a los que debemos adorar sin vacilación: Fez y Phil Fish son el ejemplo de libro.
Pero bueno, como ya he dicho estoy siendo un poco extremista. Porque seamos sinceros, la mayor parte de nosotros los jugones, somos jugones que sabemos comprar. Pagamos por calidad y no por cualquier mierda. Venga disfrazada como indie o no, reconocemos una mierda en cuanto la vemos. Además, vivimos en la sociedad de la información e internet. Gracias a los cientos de miles de webs, blogs y revistas de videojuegos podemos olernos el pestilente hedor de un juego de mierda antes siquiera de tocarlo.
Pero el problema sigue estando ahí. Y siempre habrá esa clase de usuarios con dinero infinito y nulo raciocinio que comprara antes de pensar cualquier mierda que salga en 8Bits (Por poner un ejemplo). Y no solo eso es lo que me preocupa, sino que esta clase de usuarios llega a tal nivel de fanatismo que incluso menosprecia a la gente que también le gusta comprar y jugar a títulos Triple A. Este es otro tema que quería tratar. El über-fanatísmo de los fundamentalistas islámicos de los Indies.
Por lo visto también para estos usuarios está muy mal que juguemos a títulos con grandes valores de producción porque reflejan el corporativismo satánico más malvado. Por lo visto me tengo que sentir culpable porque me guste más jugar a Dead Space que a Lone Survivor. Por lo visto está mal que me divierta más con el sigilo de Splinter Cell: Blacklist que con el de Mark of the Ninja. Que ya el razonamiento es este: Si lo hace en gráficos y valores de producción más modestos y sencillos, por ende tiene que ser infinitamente mejor… En serio ¿Pero qué cojones es esta mierda?
¿La solución? Bien Sencilla y cortita (Irónico para esta puta parrafada interminable que os he obligado a leer…) En la variedad está el gusto. Uno no se tiene que sentir culpable por jugar más a Battlefield 4 que a Hotline Miami, uno lo que tiene que hacer saber disfrutar de los 2 cuando le apetezca jugarlos y/o comprarlos. ¿Por qué limitarse a jugar a una sola clase de juego, cuando tienes todo por disfrutar? Juégate y disfruta de todos los juegos que puedas, independientemente de sus valores de producción o temática. El único criterio al que le debes ser fiel es a ti mismo.
Olvídate de lo que dicen esos putos gafapastas, la prensa especializada y toda esa mierda. Tú limítate a jugar y pasa de escuchar. Con que tan solo sepas administrar bien ese dinero que tan duramente te has ganado, sin malgastarlo tontamente como los que acabo de reseñar arriba, eres libre de jugar a lo que quieras.
Bueno, esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión. ¿Y vosotros? ¿Qué opináis de todo esto? Dejad vuestra opinión en los comentarios. Un Saludo a todos.