De pequeño quería ser astronauta. Suena tópico, pero mantuve bastante la idea, aunque fuese en segundo plano. Era un criajo bastante curioso, y preguntaba sobre todo lo que se me hacía raro. El espacio era ese gran enigma que tanto me fascinaba desde que a muy temprana edad me había dado la vena por Star Wars.
Suena tópico, sí, pero la verdad es que para mi no lo sonaba. Nadie quería ser astronauta. La inmensidad del espacio y sus misterios se habían apagado como la carrera espacial o la vida de Carl Sagan. De repente, para mi generación el espacio ya no le era interesante.
Sin embargo, a mi me cautivaba, me encantaba leer teorías y cosas que no entendía e intentaba comprender leyendo libros que aún comprendía menos. Lo que sí hacía, era tragarme todas las películas relacionadas con el espacio. De ahí nace, en parte, mi amor por la ciencia ficción.
De entre todas esas películas, hubo una que me dejó la misma sensación que tenía mientras leía todos esos libros. La primera película que vi y me dejo la cara completamente a cuadros.
Esa película, fue Contact.
Recuerdo bastante bien la primera vez que la ví. La anunció TVE como la película del Domingo, y yo estaba en casa de mis abuelos, fuera de la ciudad. Desde ese anuncio, ya me cautivó. Empecé a verla, y vi que la película consistía en gente hablando, y claro, a esas edades, pues tampoco se me podía pedir mucho, así que pasé de ella.
Sin embargo, mientras mi padre la veía y yo jugaba al lado con, no sé, Action-Mans, se inició la escena final, la cual me sacó de mis aventurillas y me hizo verla completa. No entendí un carajo. Pero nada. Y sin embargo, esa sensación me dejó muy buen sabor de boca.
La película salió hace poco (no tan poco) con el estreno de Interstellar, película que a mi no me hizo especial gracia, por cierto. A todo el mundo se le llenó la boca con que era un plagio de la ya citada, y bueno. Mejor eso que «El 2001 de ésta generación».
La película ha vuelto a salir mencionada por Zona Delta y claro, vamos a ver a qué vienen tantas pajas.
Así que ni corto ni perezoso, me he dispuesto a verla después de tantos años.
Siendo claros, no me parece una obra maestra. Ni la mejor de su año. Ni una excelente película.
La película se basa en la novela homónima de Carl Sagan, el famoso divulgador científico. Única novela que ha escrito, por cierto. Y la cual he leído, por cierto.
Y viendo la película, con todo lo bueno, me doy cuenta de que la película le viene grande a Zemeckis y lo mucho que me gustó Interstellar.
A lo primero, más de uno me rebatirá con que Zemeckis es de sobra capaz, y sí, es un director muy capaz de hacer buenos proyectos, pero éste en concreto no. Por ejemplo, yo no dudo de que Spike Lee sepa quejarse de lo poco negros que somos hacer buenas películas, pero jamás le encargaría hacer un proyecto como el remake de Oldbo… Oh.
Respecto a lo segundo, no paraba de imaginarme lo bien que habría estado éste, justamente éste mismo proyecto en las manos de Nolan. Todo el ambiente y todo lo que consigue con Interstellar, con éste guión y no ese viaje de ida y vuelta que tan poco me convence, le habrían dado una señora obra maestra. Lo imagino y me vuelvo loco.
Pero la película… No me termina de decir nada. Todo lo que me dice, lo dice Carl Sagan en su novela. Todos sus puntos fuertes, todos sus debates de ciencia y fe, ya los hace Sagan. ¿Aporta algo la película en ese aspecto? Pues… No.
/CONCLUSIONES: Contact está bien. No es excelente, y está lejos de ser una obra maestra, pero tampoco es una mala película, y exceptuando ciertos fragmentos que pueden ser más lentos, no se hace aburrida. Encima tiene muy buenas actuaciones y un gran reparto. ¿Te da pereza leer? Entonces Contact no es una mala opción. Un rato vas a estar entretenido, y encima, seguramente reflexiones sobre ciertos temas.