Para los más asiduos no es ningún misterio saber que en esta casa consideramos Cowboy Bebop como el Santo Grial de los animes. Y de las series. Y de la vida.
Sobre el papel, entonces, una serie dirigida por el que hizo posible esa maravilla, con un trío protagonista original y dispar donde los haya, que sigue la misma estructura que la ya citada obra maestra (el viaje como eje de la aventura), que se orienta en el japón feudal y que su acción se basa en batallas de samuráis, es una invitación sin frenos y a toda velocidad hacia el Hype.
¿Qué tal es Samurai Champloo como serie, o respecto al anterior trabajo de Watanabe, Cowboy Bebop? Pues… ¿bien, supongo?
Samurai Champloo nos cuenta la historia de tres personajes: Jin, un ronin serio y tranquilo al que buscan por, en teoría, matar a su maestro; Mugen, un tipo alocado, ciertamente estúpido y nada previsor que parece tener ciertos problemas con la justicia,; y Fuu, una chica que busca al «samurái que huele como los girasoles».
Ah, también hay mucho humor. No excesivo como en el 90% de los animes (es Watanabe), pero haberlo, lo hay.
Debido a trifulcas, problemas y asuntos varios que ocurren en el primer episodio, los dos guerreros acaban estando en deuda con Fuu, y ambos deciden acompañarla hasta encontrar al samurái que huele como los girasoles, y al finalizar, enfrentarse los dos en batalla por ver quién es el más fuerte. Además, la historia, enfocada en el periodo Edo de la Japón Feudal, decide incorporar elementos de la cultura urbana como el graffiti, el Hip Hop, etc.
Las comparaciones son odiosas, pero aquí es más que necesario mirar al anterior trabajo de Watanabe, Cowboy Bebop.
En la serie, un variopinto grupo de cazarrecompensas que se complementaba en todos los sentidos realizaban un viaje, donde al final maduraban y conseguían superar su problemas pasados.
La serie era sutil, sin necesitar revelar muchos detalles, y tampoco era excesiva, sin tener que buscar un drama desesperadamente.
La gracia de su grupo es que se complementaban en todos los niveles, pudiendo protagonizar cualquiera de los cinco (Ein, ese gran olvidado) cualquier capítulo sin descender el ritmo o el nivel, y a la vez protagonizar todo tipo de escenas, de acción, de comedia, de drama, etc.
Buen ejemplo de ello es el episodio La Samba de las Setas.
Las peleas, aunque impresionantes y muy vistosas, son notablemente inferiores a las de Cowboy Bebop.
El principal problema de Samurai Champloo es que falla en muchos de los puntos en los que brillaba Cowboy Bebop, empezando por sus protagonistas. La que más en desventaja se ve es Fuu, protagonizando una primera temporada donde hace poco menos que ser raptada episodio sí y episodio también, y donde Jin y Mugen deben de hacer del valeroso caballero y rescatarla, y ésto, lo mires por donde lo mires, es un bajón importante respecto a Faye Valentine. Bien es cierto que sigue siendo un personaje carismático, y que en la segunda temporada gana un poquito respecto a la primera, pero durante mucho no deja de ser «la razón por la que estamos todos siguiendo a un tipo».
Otro problema al que se enfrenta la serie es al de dividir al grupo protagonista para que ciertos protagonistas se encarguen al completo de un episodio. Y el problema es que son protagonistas muy irregulares. Mugen empieza comiéndose la escena y se mantiene así hasta que empezamos a conocer su pasado, donde entonces gana Jin hasta llegar al final que se corona como EL personaje, mientras que Fuu, aún estando en el tramo final, vuelve a necesitar ser rescatada. En Cowboy Bebop se permiten hasta el lujo de enseñar sus personajes más tarde, porque todos pueden protagonizar un episodio y comérselo con patatas.
Sharp like an edge of a samurai sword. The mental blade cut through flesh and bone.
Y no me vale justificar el papel de Fuu con la época y decir que era una sociedad machista porque ahí está Berserk, creando a Casca, un grandísimo personaje femenino que no se deja achantar por su sociedad.
Respecto al final, y al pasado de ambos personajes, el único que gana un poquito es el de Fuu, pero los demás, y en especial el de Mugen son EXCESIVAMENTE claros. La gracia de CB es que eran confusos y a ciencia cierta ninguno era demasiado claro. Sin embargo, en Samurai Champloo ninguno se deja sin tratar totalmente, todos son ampliamente descubiertos y no tienen el mismo impacto que suponía, por ejemplo, saber qué le había pasado en el brazo a Jet.
Sin embargo, lo que le falta a Samurai Champloo respecto a Cowboy Bebop, es quizá lo que le dé sentido.
Cowboy Bebop empezaba la serie con un texto que luego se repetiría bastante en la misma que decía claramente que sus intenciones no eran la de ser una serie más, sino que quería crear escuela. Samurai Champloo no tiene ésto, y se nota que es un proyecto más relajado, más tranquilo. Sin tanto nivel como su predecesora, algo con lo que sin duda debió de sentirse más relajado Watanbe. Sin embargo, el copiar la estructura, los defectos en los personajes o en las escenas de batalla (que han perdido muchísimo y eso que son jodidos samuráis) sigue sin justificarse por ésto. Aunque si se ve bajo éstas pretensiones, las de un trabajo mucho menor a Cowboy Bebop, es fácil disfrutar de éste notable anime, que cuenta unas fantásticas historias, con sus carencias y errores, pero fantásticas igualmente.
/CONCLUSIONES: Some days, some nights, some live, some die in the way of the samurai. Some fight, some bleed sun up to sun down.
The sons of the battlecry.