A pesar de que me queda un DLC (el que según todo el mundo es el más coñazo, Operation Anchorage), ya me perdonaréis que haga el análisis antes de acabarlo (recordemos que es un contenido adicional y que ya les dedicaré una entrada si se da el caso), pero es que EL YERMO ME ESTÁ ABSORBIENDO.

Llevo cosa de tres días jugando a Fallout 3 y he ido a todos lados, resueltos todas las misiones, recogido todas las armaduras y armas… Vamos, que lo he completado al 100%, un 97% si nos ponemos muy objetivos (no he subido al máximo nivel, pero al 51 creo que ya es bastante). Y, bueno, no sé si el juego es muy bueno o muy malo.

No por que sea mediocre, para nada, sino porque o hace cosas muy bien o hace cosas muy mal. En fin, demos paso al análisis.

Fallout, saga iniciada por Interplay como sucesor espiritual de su Wasteland, cambió de manos tras el cierre de Black Isle Studios, desarrolladores de la primera y segunda entrega. Se creó un tercer juego que salió en PS2 y XBOX llamado La Hermandad del Acero, pero la verdadera tercera parte es el título que hoy nos ocupa, desarrollado por Bethesda Game Studios.

La saga cambió completamente y se volvió un juego de rol que se asemejaba más a la otra saga de la compañía, The Elder Scrolls, sin abandonar aspectos relevantes de la jugabilidad, como el sistema V.A.T.S.

El título tuvo opiniones encontradas. A mucha gente le gustó, a mucha otra no, y unos cuantos se quedaron de lejos con su secuela, New Vegas (ahí voy yo).

Por asuntos del destino que poco tienen que ver con que se haya anunciado Fallout 4 recientemente, me lo he instalado en Steam para ver si mi opinión mejoraba sobre él.

Y sí, demonios, mejora y mucho.

Empecemos por la trama principal, la cual nos habla del trotamundos solitario (spoiler: no tan solitario), el cual habita el Refugio 101, el cual ha permanecido siempre sellado y el cual tras la marcha de su padre del mismo, decide emprender su búsqueda.
Vale, la trama principal es una castaña. Es una gigantesca mierda, con sus más y sus menos, pero la pereza que da ponerse a buscar a tu padre es gigantesca. Forzar de esa manera al jugador a seguir un viaje cuando la verdadera gracia del juego es la exploración, el perderse, y no el viaje (ya que recordemos, en un viaje hay un final (Cowboy Bebop) y aquí no lo hay) es un coñazo total. Si encima fuerzas fases de seguir sólo una opción cuando tu juego es un RPG, apaga y vámonos. Lo mejor de la trama, Liberty Prime, ese es el nivel, así que calculad.

LA MUERTE ES UNA ALTERNATIVA PREFERIBLE AL COMUNISMO.

Ésto es así, la trama es una castaña impresionante y nada la puede salvar, por mucho que se intente.

… Pero cuando el juego se olvida de la misma para contar otras historias, JO JO JO, AHÍ SÍ QUE SE LUCE.
De verdad que perderse en Fallout 3 es oro bendito. Meterte a un sitio y salir sabiendo una historia nueva sobre el mundo es una gozada. Todos los Refugios son crema pura,y lo mejor de todo es que la historia te la cuentan BIEN. Os pondré un ejemplo (spoilers menores): En el refugio 108, sólo encuentras un holodisco que te informa que el experimento social iniciado ha terminado resultando en que los sujetos se muestran hostiles a todos que no sean sus semejantes. Fin, eso es todo el texto. Después vas a lugares llamados «Laboratorios de clonación» y en las dependencias te atacan unos tíos llamados Gary-27, Gary 53, etc. todos al grito de ¡GARYYYYYYY!

Éso, éso es hacer bien tu trabajo. Y el juego lo hace bien… Cuando no se centra en la trama principal.

Todo son risas con la radiactividad hasta que.

Ahora bien, tampoco Bethesda entiende de qué va Fallout. El juego acaba y termina con un «La guerra no cambia nunca», y la verdad es que éste juego no va de la guerra. Un juego que supuestamente trata sobre la guerra no puede tener polos tan marcados del bien y el mal, con gente tan buena y tan mala. En Fallout 1 teníamos a un cabronazo, El Maestro, que era, tanto él como sus acciones, resultados de la guerra, y por eso ahí tenía sentido el mensaje. Pero Fallout 3 va sobre los peligros de la radiación, sobre los excesos de una sociedad y la fragilidad del capitalismo.

Un juego donde los coches, donde hasta los refrescos son radiactivos, un mundo que basa su seguridad en un método radiactivo que les perjudicará a largo plazo más que salvarlos. Un juego que muestra la agresividad de un mundo moldeado por el ser humano que ha escapado de su control.

¿Pero la guerra? ¿La guerra no cambia nunca? Pues no.
Que sí, que hay una batalla con dos facciones enfrentadas, pero hasta la razón de la misma es por motivos distintos a ésto.

Pasando a la jugabilidad, partamos de que el gunplay es una mierda. Importante, además. Que vale, Bethesda no es desarrolladora de shooters, y su unión con Id Software esperamos que les haga MUCHO bien, pero hijos míos, ésto no funciona.

Sin embargo… Es original como pocos, es divertido, es excéntrico y te acabas acostumbrando. Un juego con armas tan locas como un Cañón Tesla, o el poder desmembrar a alguien de un escopetazo a su torso es el bien sí o sí. Es loco, es exagerado, y es grotesco, pero así es su mundo.

Y en el apartado sonoro, suele ir siempre una música de tensión bastante discretita, que pones los pelos de punta en ciertas ocasiones, pero la gracia está en THREEEEEEEE DOOOOOOOOOG, EL PINCHADISCOS DE RADIO GALAXIA, ¿QUÉ ES UN DISCO? NO TENGO NI IDEA, PERO VOY A SEGUIR HABLANDO.

¿QUÉ TAL LLEVÁIS HOY EL POST-APOCALIPSIS?

Radio Galaxia es amor, a todos nos encanta, y si a ti no te gusta, eres un hijoputa.
Por cierto, muy acertada la metáfora con el nombre de Three Dog (Three Dog = Tres Perros ->Cerbero, perro de tres cabezas de la mitología griega que custodiaba las puertas del infierno. Yermo Capital, vaya).

/CONCLUSIONES: Fallout 3 es una de cal y otra de arena. Yo me he divertido, y a fin de cuentas eso es lo importante. Tiene muchos fallos, y tiene muchos aciertos. Al final es decisión vuestra ver qué pesa más en la balanza. En la mía, sin ninguna duda, son los aciertos.