Supongo que unos cuantos conocerán a Alex Ross, ese dibujante que es de los máximos representantes del hiperrealismo en ésto de la viñeta secuencial (aunque a mi me agrada más Adi Granov, la verdad), al igual que supongo que más de uno conocerá sus obras cumbres, Marvels y Kingdom Come.
Bien, después de terminar Kingdom Come, éste hombre era lo que se puede decir el tipo que todo el mundo se rifaba. Todo Cristo lo quería haciendo lo que sea, sea la mierda que sea. Pues bien, la revista Wizard le propuso que dibujase a los héroes de Marvel bajo su punto de visión, e hizo algo que poco tiene que ver con los héroes originales. En base a ésto, Marvel vió un filón de la hostia (y más siendo los 90) y decidió aprovecharlo cosa mala. Le dieron margen para hacer una maxiserie basada en los susodichos bocetos, y de ahí salió Tierra X.
Lo gracioso del asunto es que yo ni siquiera sabía de la existencia de ésta serie (que en realidad es trilogía, junto con Universo X y Paraíso X). La historia se remonta a hace ya bastantes años, cuando por principios del nuevo siglo me coleccionaba mensualmente (¿o era bimensual?) Spider-Man. En uno de sus ya extintos consultorios, aparecía ésta imagen:
¿Pero qué coño es esa mierda? ¿Qué es esa mitad tan animal, y primitiva? ¿Qué es ese otro lado de Spider-man? ¿Qué es el Universo X? ¿QUÉ, DEMONIOS?
Pues bien, la otra mitad del Spider-man representado es Spiders Man, y no tiene absolutamente nada que ver con Spidey en lo referente a linaje u origen.
Buscando el otro día Death & Destiny (del que caerá review en las próximas semanas), vi un artículo de las Gwen Stacys alternativas. Había una de una realidad, en la que se había casado con Peter, y éste le había dicho que era Spider-Man. Resulta que ésa realidad pertenecía a Universo X. Y Universo X me llevó a Tierra X.
Bueno, basta de introducciones, ¿qué demonios es Tierra X? Podríamos decir que es uno de los crossovers más sólidos que he leído en toda mi vida, por no decir el mejor. Podríamos decir que es también el mejor What If? que ha sacado Marvel. Podríamos decir que es una explicación coherente al origen de todos los superhéroes de la factoría Marvel, y cómo responden a un plan mayor.
El Capi diciendo que es Nietzsche y otras razones por las que leer Tierra X
Pero diremos que Tierra X es una historia donde Uatu, el Vigilante, una entidad cósmica que observa todo el Universo sin intervenir en sus sucesos (con excepciones), se queda ciego. Para ello, llama a su presencia a Aaron Stack, alias Machine Man, alias X-51, un androide semi-humano, para que ejerza como sus ojos, y más tarde, como Vigilante, ya que lleva 20 años sin observar la Tierra.
En esos 20 años, han pasado muchos sucesos, siendo el más remarcable que todo, absolutamente todo el mundo en la Tierra ha adquirido superpoderes por causas desconocidas. En esos 20 años, los superhéroes también han envejecido y han proseguido con sus vidas.
IT ALL COMES TUMBLING DOWN, TUMBLING DOWN, TUMBLING DOWN
Los primeros tomos son asombrosos. Te enganchan de una manera brutal, narra todo sin que pierdas el hilo y sin tener que darte todo mascado (cosa que, viniendo de Marvel, es digna de mención). Pero es que además, tienen una calidad brutal, tanto en los dibujos de John Paul Leon y Alex Ross, como en el guión de Krueger y, nuevamente, el propio Ross. El problema es cuando X-51 realiza cierta acción frente a Uatu. A partir de ahí, Ross y Krueger se pierden y se produce un descenso de la hostia.
Pero de pasar a realizar un cómic que oscilaba entre la crítica y la deconstrucción de los personajes de Marvel, realizando una COHERENTE teoría que los entrelazaba a todos, a ser simplemente una historia donde se atan cabos y se derrota, una vez más, a un fuerza súper poderosa. Y ésto me cabrea, porque tenían entre sus manos una maldita obra maestra. Demonios, los primeros tomos SON una obra maestra. Pero la bajada de calidad es tal respecto al guión que… No sé.
Las portadas de Alex Ross, Dios.
Es más, respecto al dibujo, puede chocar que Ross se limite a realizar sólo la portada y el apéndice, y relegue las otras tareas a sus compañeros, pero el guión se defiende, y el dibujo oscuro de Paul Leon es simplemente genial. El problema es, que de usar inteligentemente la página inicial y los apéndices para profundizar en la historia, como si de un Watchmen estuviésemos hablando, pasamos a rellenar tochos insustanciales que poco aportan a la trama (ese diálogo de dos hojas del Capi hablando con el nuevo Red Skull, me sobraba)
/CONCLUSIONES: Un cómic que aspiraba a alcanzar la grandeza, a unir a todos los héroes bajo una teoría y hacer un digno competidor de Watchmen en la Casa de las Ideas. ¿El problema? Se desinfla el sólo. Y no debería pasar. Si bien es cierto que consigue cerrar su historia de manera bastante acertada, me fastidia. Me fastidia que una obra maestra se quede en un cómic muy notable.