JÁAAAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. HOMBRES DE POCA FE. MIRA QUE PENSAR QUE HABÍA ACABADO CON RESURRECTION LA SAGA ALIEN. Pues no, joder, no voy a analizar ni AVP ni mucho menos Prometheus, y más cuando el propio Ridley Scott dice que es una película independiente de la saga Alien (aunque ahí está el protoalien para decir lo contrario).

En vez de eso, Alien, el octavo pasajero, una de mis películas favoritas de ciencia ficción y posiblemente mi favorita del género de terror. Una obra maestra atemporal creada por simplemente genios en su mejor momento.
Preparaos, porque le voy a estar haciendo pajas a la peli durante toda la review.

Avisados quedáis.

Allá por los finales de los 70 y los principios de los 80, el guionista Dan O’Bannon les presentó una idea a la FOX. Por aquel entonces, con Jaws petándolo y ya en marcha sus chorricientas mil secuelas, la idea de presentar un «Jaws en el espacio» resultaba muy tentadora. La cuestión es que la ciencia ficción no gozaba de muy buena salud, y FOX se mostró muy escéptica, llegando a obligar a O’Bannon a retocar varias veces el guión.

Sin embargo, en el año 1977 ocurrió un hecho que lo cambió todo. La Guerra de las Galaxias se estrenó y fue un éxito rotundo de crítica y público, poniendo de moda la ciencia ficción.
De ésta forma, FOX dió luz verde al proyecto.

Éste cartel, con toda su cutrez, me sigue volviendo muy loco.

Variando entre directores, y con un guión en constante cambio, acabó llegando Ridley Scott desde el otro lado del Atlántico. Director que estaba en sus comienzos y que venía con bastantes ideas frescas. Lo primero que hizo, fue decir que su idea era crear la antítesis de Star Wars. Después, llamó a H. R. Giger, un artista gráfico y escultor del que había visto una exposición y al cual consideraba perfecto para crear la criatura.

Y en cuanto se juntaron éstos tres genios, los engranajes empezaron a girar. Se eliminaron escenas, se tuvo que recortar en decorado por gastos, y muchos actores cambiaron su papel o se añadieron nuevos personajes. Pero al final salió una obra maestra del terror.

Se le ve sano al hombre.

Antes de nada, hay que aclarar algo. La sociedad de 1979 es muy distinta a la de 2014. Cosas que daban miedo en esa época, no causan el mismo efecto en la de ahora (lo cual no quita que siga haciendo de manera brillante su trabajo).
Es más, en palabras de un reportero, en la proyección de prensa, la gente empezó a gritar y a correr para salir del cine. Telita.

La cosa es que Alien es puro cine. Pura maestría. Está filmada de manera espectacular, con escenas tan brutales como el gran plano general del principio que abre paso al título de la película.
El ritmo está llevado de manera colosal. Durante la primera media hora, a diferencia de su secuela, a pesar de no pasar cosas relativamente importantes, se establece una base  y se mantiene el ritmo y la tensión, pese a no suceder nada emocionante.

No más helados por hoy.

La peli se construye una atmósfera de miedo a través del propio cine. Mediante la cámara, la iluminación, y una sabia gestión de recursos para la época (el que se muestre al Alien en la oscuridad y poco, no es algo casual). Hay escenas que sin ser algo que haya que temer por tu vida, te sube la tensión, por simplemente, elementos tontos bien utilizados (véase la escena de Ripley y el facehugger muerto).

Pueeees parece ser que ya se ha acabado. ¿No?

La tripulación es fantástica. Todo el mundo es humano, con personalidades establecidas (que por cierto, sus muertes vienen dadas en función de su atributo más característico) y actuando de manera HUMANA. De ésta forma no sólo es impredecible el comportamiento de la tripulación, sino que te saltas bastantes tópicos del terror (Ya que, por si lo preguntáis, el negro no es el primero en morir).

¡Ah! Y por si no lo sabías, hay referencias sexuales. Con el bueno de Chato tenía una conversación comentándoselo, y él decía que las veía rebuscadas. Dejadme decir que es algo que apreciaron todos los críticos de la época, y que si miráis muchos bocetos de Giger, las comprenderéis mejor (por ejemplo, el Facehugger representa una violación oral).

Como aspectos negativos, es reseñable el final, que me habría gustado mucho más como final cerrado, pero bueno, FOX ya la tenía vista como saga, y tampoco lo considero un final malo, ni mucho menos. También es destacable que a veces se dan situaciones ilógicas con el único fin de seguir mantenido la tensión. No es que sea algo como para tirarle el zapato a la pantalla, y puede que ni reparéis en ellas, pero están ahí.

/CONCLUSIONES: Simplemente una obra maestra. De obligado visionado para todo aquel que disfrute con el buen cine. No esperéis ver gore o sustos, Alien juega en otra liga. Aquí lo que verás será tensión e incertidumbre manejadas por un excepcional cine en estado puro. Lo dicho, de obligado visionado.