La primera vez que vi un vídeo de Thumper, uno de los juegos más llamativos de la VR, no entendí en qué consistía. Parecía todo una bonita cáscara vacía, pero nada más lejos de la realidad. Un día Las nalgas de Isabella Rossellini me lo recomendó tan efusivamente que tuve que darle una oportunidad, pero el primer nivel no me convenció. «No está mal», pensé, pero tampoco me sentí especialmente interesada. Pero seguí por la enorme impresión que me transmitió el primer jefe, y a partir del segundo nivel me quedé pegada al mando: acababa de encontrar un juego con el que iba a pasarme horas. Y horas. Y horas… Bienvenidos a Thumper: el mejor juego de 2016 y posiblemente el mejor juego musical jamás creado. Todas las sensaciones que describo son jugando en una tele y con un mando, nada de realidad virtual. Así de fantástico es Thumper.