Tu batalla contra el dragón casi te deja sin vida. Únicamente 13 puntos de salud restan de los 2540 que componen tu máximo de HP. Ese último ataque tuyo fue una apuesta arriesgada -sobre todo teniendo en tu zurrón una centena de pociones que nunca te da la gana utilizar- pero todo ha salido bien. Ensangrentado, tras una gesta ante la que te llevas preparando meses subiendo de nivel ante enemigos pequeños, recoges el ansiado premio: Sangre de Dragón x1.
Todavía cansado tras una batalla que te ha llevado casi una hora, y sin poder abrir los ojos ante un sol que te golpea por haber permanecido tanto tiempo bajo tierra, ves una pequeña población donde vas a pasar un tiempo descansando. Pronto te diriges al tendero del barrio para recargarte de pociones cuando un frasquito a la venta te llama la atención. La etiqueta reza «Sangre de Dragón». Todavía lleno de sangre de la batalla anterior, tu cabeza sólo se pregunta… ¿cómo soy tan imbécil?, y sobre todo: ¿cómo es posible que esta niña haya conseguido hacerse con una variedad de objetos sacados únicamente de las batallas más sanguinarias?
Si alguna vez os habéis preguntado de dónde sacan sus objetos los NPC, sed bienvenidos a la review de Recettear: An Item Shop’s Tale.