Ficha Técnica:
-Dirección: Peter Hyans
-Producción: Richard A. Roth y Stanley O’Toole
-Guión e Historia: Peter Hyans
Edición: Stuart Baird
-Música: Jerry Goldsmith
-Fotografía: Stephen Goldblatt
-País de origen: Reino Unido
-Año: 1981
¿Alguna vez habéis visto una película que consigue mezclar géneros tan dispares que la consideráis una obra maestra? Pues eso es justo lo que me ocurre a mí con esta cinta. Un magnifico collage de géneros y temáticas fílmicas que acaba siendo una de las películas más redondas y vibrantes que jamás he visto. Y eso es de todo salvo un trabajo sencillo, pues el principal problema de mezclar tantos géneros es que la delgada línea que separa el éxito del fracaso puede saltarse con demasiada facilidad.
Puntos extra si tomamos en consideración que, ya de por si el mero hecho de ceñirse a un género en específico y rematarlo bien, tampoco es que sea pan comido precisamente. Pero antes de marearos entre cientos de alabanzas, ¿Que os parece si voy directo al grano y os cuento las razones por las que esta peli es una de mis favoritas? Pues tirad para abajo:
Plantearos esto: ¿Qué pueden pintar géneros tan distintos como la ciencia-ficción, el terror, el cine policíaco, el western y unos leves toques de Thriller en una misma película? Nada bueno a primera vista supondréis, ya que la experiencia nos suele enseñar que mezclar no suele ser una buena idea (Sobretodo cuando vas conduciendo…) Pero esta película rompe esa creencia al presentarnos una mezcla brillante que consigue llamar la atención a todos los entusiastas de cada género que esta película incorpora.
Empecemos con su soberbia ambientación. La película nos enmarca en una estación espacial en la órbita de una de las Lunas de Júpiter donde se llevan a cabo labores de minería. Una oscura, oxidada y decadente estación espacial, que se fusiona con la enorme frialdad y soledad del espacio exterior. Estación cuyo interior se basa en una sobrecogedora sucesión de tenebrosos pasillos y corredores donde el silencio emula demasiado bien el vacío del espacio.
No hace falta ser un cinéfilo declarado para ver las descaradas similitudes de esta cinta con Alien: El Octavo pasajero. Toda su ambientación es un claro homenaje a la obra maestra de Ridley Scott que consigue trascender más allá de la simple referencia, para trasladarnos todas aquellas sensaciones que dicha cinta nos evocó. Ese espacio frio, oscuro, amenazante y solitario, junto con esos interiores claustrofóbicos y opresivos, consiguen hacernos partícipes de esas mismas sensaciones tan escabrosas que solamente el universo de Ridley Scott conseguía. Ya nada más empezar la cinta, tenemos una ambientación de ciencia-ficción y terror al más puro estilo Alien. Empezamos bien. EMPEZAMOS MUY BIEN.
Siguiendo con la combinación temática que os mencionaba, tendremos que tirar ya un poco del argumento para comprender los otros géneros que mezcla. La historia se centra en William O’Niel (Sean Connery), un Marshall que es trasladado a la estación para velar por su seguridad e investigar una serie de extrañas muertes que se están sucediendo entre los trabajadores de la prospección. Nuestro protagonista, un buen poli de libro y un tío con los cojones más grandes que un toro, poco a poco irá averiguando que esta sucesión de extraños accidentes laborales y “suicidios” están relacionados con una peligrosa trama de corrupción que involucra a gran parte de los trabajadores, altos cargos y policías de la estación. Y aquí ya es donde empieza lo bueno, donde se deja entrever la excelencia del director a la hora de mezclar géneros.
Para empezar tenemos una peli policíaca en toda regla, pero una estación espacial. A través de la investigación que lleva a cabo el personaje de Connery visitaremos todos los tropos y estilos que más caracterizan al género policial. Desde un antihéroe como protagonista, traiciones, corrupción, sórdidos ambientes, oscuras intenciones, personajes que no son quienes dicen ser, giros inesperados… Joder si hasta tendremos una escena en la que O’Niel va al putiferio de la estación, para tratar de convencer a un poli corrupto que no se cargue a una puta mientras este está puesto de droga hasta las cejas.
Coño, meter más decadencia, corrupción y sordidez ya sería imposible. Es como si en esos puntos la película pasara a ser una especie de Film Noir pero con ambientación futurista. Muy en la línea del llamado “Tech-Noir” que consiguen otras películas como Blade Runner. Bueno, tampoco es que llegue a su excelencia, eso ni de lejos. Pero cuando tontea con dichos aspectos y temáticas suele alcanzar cotas de auténtica genialidad. En otras palabras, si la película comenzaba con Ciencia-Ficción y Terror, ahora continua con tintes del género Noir y policíaco. SEGUIMOS AUN MEJOR.
Y ya para redondear todo este extraño pero genial coctel temático, hablar del género que, a grandes rasgos, es el mejor implementado y desarrollado de esta película, y a su vez el más dispar. El Western. ¿Cómo cojones se puede meter un Western en una peli de ciencia-ficción? No tiene cabida en un principio, ¿Verdad? Remitámonos de nuevo al argumento: Una vez O’Niel ha descubierto todo el pastel y los chanchullos que discurren en la estación, todo el mundo le da la espalda. Se da cuenta de que todo cristo está sobornado, amenazado o demasiado cagado como para apoyarle y ponerse del lado de la justicia. Y para colmo los peces gordos han llamado a un grupo de sicarios para darle boleto que pronto llegarán a la estación. O’Niel está “Solo ante el Peligro”
Ahí está vuestro Western. Y es que, al igual que en “Solo ante el Peligro” Sean Connery es un Gary Cooper a la moderna enfrentándose a un fatal destino. Un sheriff espacial que tendrá que hacer frente a una banda forajidos que llegan en transbordador en lugar de caballos en un pueblo donde todo el mundo le da la espalda. Y al mismo tiempo que con Solo ante el Peligro, los momentos donde nuestro protagonista se encuentra esperando la inminente llegada de la banda de sicarios, alcanza las mismas cotas de increíble tensión que el afamado Western.
Y de la misma manera que en la cinta de Cooper, todo culmina con un acojonante duelo entre nuestro sheriff y los bandidos a punta de pistola y escopetones. Pero lo que era un simple tiroteo cargado de tensión en el western original, aquí es una increíble escaramuza donde O’Niel se vale de todo su ingenio para tender emboscadas a los sicarios, aprovechando el entorno y los peligros de la estación. Los últimos compases de la cinta ya son de lo mejorcito, donde pasamos ya del típico tiroteo en los pasillos de la estación, a peleas en mitad del puto espacio exterior. ¿Qué más se puede pedir? En resumidas cuentas. Terminamos con un Western y escenas de acción acojonantes. EMPEZAMOS BIEN, REMATAMOS DE LUJO.
A todo esto también debemos sumarle la fantástica interpretación que nos brinda Connery durante toda la película. Realizando el mejor papel de tío duro de casi toda su carrera. Es una puta pasada verle encarnando al clásico poli más duro que la barra de pan de hace 3 meses. Un Connery tan macho y con tantos cojones que solo igualaría en La Roca 15 años después. Bueno, puede en “Los Intocables” también demostrara sus dotes para hacer de poli duro contra el crimen, pero en esta ya se sale redondeando el clásico héroe de acción de “Yo contra todo Dios” tan típico de los 80. Es que este tío yo creo que es como Max Payne: Se va endureciendo con el paso de los años. Empezó siendo un apuesto caballerete del MI6 para acabar siendo un Semidiós de los patea-culos y monumento a la hombría. Joder, de no ser por el truñaco de La liga de los Hombres Extraordinarios, te digo yo que hubiéramos tenido muchos más papeles de Connery haciendo de tipo duro que le sentarían que ni pintados.
En fin, recapitulemos un momento para ver todo lo que esta cinta nos ofrece: ¿Ambientación de Ciencia-ficción Y Terror a lo Alien?: Presente. ¿Toques de Cine Negro y Policíaco?: Presentes ¿Temática de Western espacial de alucine?: Presente. ¿Sean Connery siendo más duro que el clavo de un ataúd y repartiendo estopa de la fina? ¡PRESENTE, PASADO Y FUTURO JODER! ¿Todavía necesitáis más razones para veros este peliculón? Por supuesto que no. Con esta magnífica combinación de géneros y la interpretación de Sean Connery redondeando toda la ecuación, ya la película se vende sola.
Hacedme caso y dadla un visionado en cuanto podáis, no os arrepentiréis ni lo más mínimo. Además, conociendo la programación de los canales actuales, en Paramount Channel suelen echarla a menudo entre la 700 pelis de Charles Bronson y las habituales de Cannon Films. Así que, más tarde o temprano os tropezaréis con ella y seguramente me daréis las gracias.
Bueno, esto ha sido todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado con la crítica. Un Saludo a todos.