Remontando otra vez a los tiempos de mi tierna niñez, se me ha colado otra de mis películas favoritas. Una de las que más me entretuvo cuando aún no había acabado primária y paradójicamente una de las que más me hace pensar en mi adultez. Se lo que pensáis, que el rubio os va a dar la paliza con otra película insulsa de animación que no paraba de ver de crio… Pues todo lo contrario. Para reflejar lo que os quiero decir en esta reseña os plantearé esta sencilla pregunta. ¿Nunca os habéis encontrado con alguna película «para crios» que después ha resultado ser puro material reflexivo?; ¿Nunca os habéis topado con una peli que a priori parecía mero y simple entretenimiento para niños, sin ninguna clase de relevancia, pero que años despues en vuestra adultez averiguáis que esa cinta alverga cuestiones trascendentes y plantea profundas e importantes preguntas que incitan a una larga e interesante reflexión? Seguro que muchos de vosotros habréis tenido esa clase de sorpresa. La mía fue con esta película. ¿Queréis saber cómo una peli de animación puede hacer que te estruges los sesos a base de bien durante años? Pues seguid leyendo:
Todavía recuerdo como si fuera hace solo unos días la primera vez que la vi. Me parece que fue un tiempo después de mi primera comunión. Era verano y la fiebre de las películas de animación empezaba a subir, en aquellos tiempos mi mayor preocupación y dualísmo en mi mente era cual de las dos películas de animación para niños iba a ver. «Bichos», por un lado y «Antz» en el otro, finalmente me decanté por esta última no por una cuestión de elecicón ni demas mierdas sino porque era el VHS más cercano que encontré entre las estanterías de aquel viejo y extinto centro comercial llamado «Continente», bueno y también porque ya había visto «Toy Story» de Disney y me apetecía ver una peli de dibujos que fuera de otra productora, más que nada por curiosidad y tener un cambio. Creo que fue una de las mejores decisiones en cuanto a cine que tomé de pequeño y me ratifico tras haber visto «Bichos» años después. Que al lado de Antz, la película de Pixar resulta ser una cinta insulsa y tópica, nada profunda y olvidable. Y si, eso ha sido una crítica a Pixar. Que por mucho que se crean ahora los reyes del mambo y los dueños del cotarro en cuanto cine de animación original y divertido, no quita de que no hicieran bódrios infumables en su día.
El argumento de la cinta si lo miramos por encima es el típico de una película de animación de aventuras. La historia gira en torno a «Z», una hormiga cansada de su monótono y aburrido trabajo cavando junto con el resto de las hormigas obreras y anhela salir de la colonia en busca de «Un lugar mejor» y realizar algo significativo en su vida más alla de seguir cavando con sus compañeras. Por otra parte también se nos muestra la historia de otros personajes como de la princesa Bala que ansía conocer que se esconde más alla de los muros de su palacio, vamos el clásico «Cortar y Pegar» de la princesa Jasmine de Aladdin… O el general Mandibula que trabaja solo por «El bien de la colonia» (oseasé, su propio bien..) como cualquier otro político… También tenemos otros secundários memorables como el viejo amigo de Z, la hormiga soldado Weaver. En el transcurso de la cinta tenemos los ingredientes típicos de una peli de animación clásica. Muchos parajes, aventuras, epopéyicos viejaes, algun que otro chiste, etc… Pero más allá de toda esa máscara de cine de aventuras para críos se esconde uno de los trasfondos filosóficos más valiosos que jamas haya descubierto.
Porque con que solo nos limitemos a analizar un poco lo que ofrece la cinta, veremos que esta plantea diversas y complejas cuestiones relacionadas con la filosofía, la política, la sociología o el existencialísmo. En primer lugar tenemos a «Z» y la colonia de hormigas obreras. Una hormiga que está arta de solamente levantarse para ir a trabajar excavando como todas las demás sin excepción. Harta de que la digan cuando trabajar, cuando comer… Hasta le dictan cuando ha de ir a beber y a bailar en el bar de la colonia. Una hormiga harta de que manejen todos los aspectos de su vida. Una hormiga que ansía ser la propia gobernante de su vida, que ansía pensar por sí mísma y buscar un lugar mejor. Z es el claro ejemplo del individualísmo y del libre pensamiento. Es una hormiga que piensa por si mísma y busca satisfacer sus propios deseos y que está hasta los huevos de pensar y trabajar por y para la colonia.
Y por otra parte tenemos la colonia, una gran y compleja estructura en la que todas las hormigas obreras trabajan simultáneamente en labores de excavación y minería 24 horas al día, sin descansos ni días libres. Una estructura en donde cada hormiga obrera es tan insignificante como la otra. Una estructura en donde cada hormiga solo es una pieza más del gran engranaje que compone la colonia. Una sociedad en donde cada individuo trabaja lo mísmo que su compañero y vive tan míseramente como su compañero. Una macabra realidad común. Allí cada trabajador resulta estar tan alienado y deshumanizado que tiene tanta importancia como un tornillo más de una máquina. Tanto es así que se satiriza esta condición social en la película en un par de escenas en donde se nos muestra como Z solo es una pieza más de una gran bola de demolizión humana. Claramente esta sociedad es el reflejo de las sociedades industriales colectivístas de la mayor parte de los antiguos estados comunístas. Entre estos dos extremos tenemos uno de los más básicos conflictos sociales: Individualísmo Vs Colectivísimo. Pero esto es tan solo la punta del iceberg.
Otra de las muchas cuestiones que se plantean aquí es la de los conflictos entre estratos sociales. Este es el caso de las diferencias entre las dos clases de hormigas que pueblan la colonia: Las hormigas obreras y las hormigas soldado. Ya sabemos la realidad de las hormigas obreras, pero el día a día de las hormigas soldado no es más alentador. Desde pequeñas han combatido en várias guerras y la mayor parte suicidas en donde de un plumazo todas pueden ser exterminadas. Como se muestra en una parte de la película, en donde Z se va junto con la mayor parte de las tropas de hormigas soldado a combatir la colonia de las Termitas, un autentico ataque suicida en donde todas las hormigas, a excepción de Z, son masacradas. Y todo por una ridícula orden del General Mandíbula en la que se le antojó mandar a todas las tropas de la colonia leales a la Reina a movilizarse contra las Termitas. Demostrándonos la futilidad de la guerra.
Pero lo que más resalta de esta clase de hormigas es su ideología, puesta en práctica casi totalmente por el general Mandíbula pero también por muchas hormigas soldado (Se escucha decir a un soldado: «Es solo un asqueroso obrero»). Una ideología racísta que se basa en que todas las hormigas soldado y la mayor parte de las fuerzas militares constituyen la «Raza superior» y el futuro de la colonia, mientras que las hormigas obreras forman la «Raza Inferior» de la que hay que deshacerse. En muchas escenas en las que sale el general Mandibula se expone claramente estas locas ideas, ideas que han llegado hasta un punto en el que el general mandíbula ejecuta un plan para exterminar a todas las hormigas obreras, incluida la reina, para poder gobernar en la colonía con su nueva raza pura de hormigas soldado. Toda esta parte de la trama es un claro ejemplo de las ideologías del nacísmo y el segregacionismo que poblaron las mentes durante buena parte del siglo XX. Por no hablar del clasísmoque se nos presenta desde el principio de la cinta.
Y todavía tenemos mucho más material para reflexionar. Tras todo esto llegamos a tratar uno de los aspectos más importantes de la filosofía, la busqueda de «Un mundo ideal», el mundo feliz, la Utopía. Ya que en cierto momento de la cinta, Z se logra fugar de la colonia y, animado por los relatos de várias hormigas soldado antiguas, comienza su epopeya por buscar ese mundo ideal, va en busca de su «Insectopía«. Lo cierto es que la encuentra y resulta ser el paraiso de cualquier insecto: Un gran basurero lleno de mierda, desechos y comida en putrefacción… XD. Todo ello justo al lado de un gigantesco picnic con comida por todas partes. Un lugar en donde todos los insectos son libres de hacer lo que quieran cuando quieran. Una anarquía paradisíaca. Pero como todo filósofo inconformísta, Z imaginaba su Utopía prticular un poco distinta y al final resulta ser demasiado para él, por lo que decide volver con los suyos.
Pero es que aún queda mucho más que arañar para nuestras mentes. Mientras Z está en busca de su mundo felíz, su fuga en la colonia ha sido todo un acontecimiento. Y toda la gente quiere saber más de él. Todo cambia en la colonia cuando las hormigas obreras conocen su historia. Al conocer que nuestro protagonísta ha tenido los huevos de renunciar a su trabajo, meterse a soldado, fugarse de ese infierno y cambiar el puesto con su colega soldado Weaver, en otras palabras, cuando se enteran de que una sola hormiga ha tenido más libertad en unos pocos días que el resto de las obreras en toda su vida, las hormigas obreras se dan cuenta de la opresión que están sufriendo y de la libertad que les están privando. Por lo que sin quererlo e inconscientemente, Z inicia una revolución por toda la colonia. Una revolución en la que las hormigas obreras por fin se dan cuenta de que son peones de la opresión y abren los ojos antes las injusticias que estaban sufriendo. Respondiendo mediante Huelgas indefinidas, manifestaciones pacíficas y protestas. Y todo ello sin estar Zpor la colonia…
Toda esta revolución social deja al descubierto las verdaderas intenciones de Mandíbula de instaurar una clase social basada en el militarísmo bajo su propio gobierno totalitário. Mención a la frase más mencionada de Mandíbula: «Es por el bien de la colonia» la cual enmascara la busqueda de su própio beneficio. Toda una analogía a una de las frases más características del despotísmo ilustrado: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo» . Al final consiguen derrocar al malvado dictador y logran unificarse los obreros con los soldados en una sociedad común.
Como podéis ver, no son pocos los temas que subyacen en esta película. Temás tan complejos y profundos como interesantes. Temas que tocan tanto la filosofía en general, como aspectos más específicos de la sociología y la política. Toda una genial película de animación de aventuras que descubri de pequeño, pero toda una verdadera joya para la res cogitans que fui descubriendo poco a poco con los años y mi madurez. Muy pocas películas de esta índole nos hacen reflexionar tanto como esta, a decir verdad, casi ninguna pelíula de animación se ha atrevido a tocar estos temas y a hacernos meditar de forma tan inteligente sobre estos como esta cinta. Si tenéis algún día tonto en el que os apetece divertiros un rato con una buena cinta de aventuras pero al mísmo tiempo mover la sesera, echad un vistazo a esta fantástica película. Seguro que vuestras neuronas lo agradecen.
Bueno, aquí termina mi reseña. Espero que no os haya dado mucho la brasa. Un Saludo a todos.