Crítica: Dos Buenos Tipos

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Ficha Técnica:

-Año: 2016

-País de Origen: E.E.U.U.

-Dirección: Shane Black

-Producción: Joel Silver

-Guion: Shane Black y Anthony Bagarozzi

-Fotografía: Philippe Rousselout

-Edición: Joel Negron

-Música: John Ottman y David Buckley

-Reparto: Russel Crowe, Ryan Golsing, Kim Basinger, Keith David, Angourie Rice y Matt Bomer

 

Vino sin hacer ruido y se ha marcha de forma triunfal. Hay veces en lo que todo lo que necesitas para revitalizar una temporada bastante floja en cine, es una buena película hecha a la antigua usanza. De cuando se cuidaban los personajes, de cuando se cuidaba la historia, de cuando se curraban el guion, de cuando se hacían las putas cosas bien. Os invito a que descubráis lo mejor que le ha pasado en el cine en lo que vamos de año:Hemos tenido un verano particularmente flojo para mi gusto personal. Hemos tenido nuestros típicos blocksbusters aquí, nuestro par de pelis de superhéroes de rigor por allá, pero ninguna de ellas con una buena historia, guión, humor o personajes que merecieran la pena recordar. Y de repente, de la puta nada aparece esta maravilla. Una obra maestra firmada por el mismísimo Shane Black que revitaliza el ya olvidado género de las Buddy Cop movies, nos brinda las mejores interpretaciones de la carrera de su dúo protagonista y nos trae una de las mejores comedias negras que he visto y, sin exagerar, una de las mejores pelis del año.

 

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Antes de nada, tenéis que comprender la mente maestra de donde ha salido este filme, nada menos que de Shane Black, el padre fundador de las Buddy Cop movies. Guionista de la saga Arma Letal, El último Boy Scout y Memoria Letal fue el que se encargó de darle cuerpo a un género que ya conocemos más que a la vida y que incontables veces ha sido parodiado pero que nunca ha perdido la frescura a pesar de llevar mucho tiempo abandonado. No contento con eso, fue uno de los pocos directores que consiguió en mi humilde opinión, deconstruir y críticar de forma satírica e hilarante los tópicos más trillados del cine de acción ochentero y noventero con la genial El último Gran Héroe y después de un gran hiato de 9 años, nos volvió a sorprender con la increíble Kiss Kiss, Bang Bang. Una inteligente y aguda comedia negra que a la vez conseguía ser una muy digna cinta de intriga y detectivesca que brillaba por su originalidad.

Y es que por ahí van los tiros, porque cuando le pides a Black que te dedique una cinta policíaca y de colegueo con tintes de humor negro, el tío se siente como en casa al saber sobradamente cuales son las bases de ese género que años atrás inauguro y especialmente como tratarlas y desarrollarlas. ¿Cuáles son los ingredientes para darte una buena Buddy Cop movie? Lo principal es tener un carismático dúo protagonista con mucha química entre ambos personajes, lo segundo un guión sólido y a la altura de los protagonistas con grandes y complejos diálogos, pero sin perder ni una pizca de humor o situaciones satíricas, después lo condimentas con una historia con la suficiente intriga y suspense como para mantener pendiente de ella al espectador y ¡Voila! Tienes la fórmula para una Buddy Cop movie cojonuda. Y Shane Black la clava a la puta perfección.

 

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Muchas veces los protagonistas de una Buddy Cop movie no dejan de ser planas caracterizaciones que no tienen nada que aportar a la mesa, más allá de un tópico que les define y que es diametralmente opuesto a su compañero para forzar el choque y conflicto entre ambos. Si quieres hacer una Buddy Movie insignificante y sin sustancia, ese era el plano a seguir: Poner 2 personajes sin nada de bagaje ni trasfondo a sus espaldas, con una característica definitoria simple y opuesta y hacer que se enfrenten. El Viejo y el Joven, el poli y el ladrón, el loco y el sensato, el poli americano y el poli soviético, el poli y el perro, el negro y el chino… Seguro que ya os ha venido a la cabeza muchos nombres de pelis clásicas del género.

Afortunadamente este no es el caso de 2 buenos tipos. Ambos protagonistas tienen una complejidad y densidad encomiables, con una caracterización tan trabajada que pensarías que antes estarían concebidos para un drama que para  una comedia negra. Y si a eso le sumas que les dan vida 2 actorazos que firman una de las mejores interpretaciones de su carrera y con una química entre los 2 impresionante, has encontrado oro. Porque eso es lo más importante de una Buddy Movie, de nada sirve que tengas buenos personajes y un fantástico guión que les acompañe si no hay química entre los protagonistas. Y la química entre Gosling y Crowe es pura magia. ¿Cómo se nota eso?  Viendo que, a pesar de haber compartido solo 5 minutos de pantalla juntos, ya es como si fueran colegas que se conocen de toda la vida. Es esa “Feel”  y esa sensación de buenrollísmo, y de colegueo que tienen entre ambos lo que hace que la película sea una grande en este género y elemento pivotal de la misma. Y gran parte de ello hay que agradecérsela a los actores que los interpretan.

 

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Entrando en los protagonistas en sí, ambos son una delicia que evidencia un genial guion a sus espaldas. Cada uno con su historia, sus problemas, sus motivaciones y su modo de proceder y ver las cosas de distinta manera. Por un lado tenemos Holland March (Ryland Gosling) un detective privado fracasado y estúpido que lleva a cuestas su vida y a su hija mucho más espabilada que él mendingando casos a viejas inocentes con las que abusar de su ingenua confianza. Jackson Healy (Russell Crowe) por otra parte, es un matón a sueldo de segunda categoría, al borde del alcoholismo, pero muy espabilado e inteligente y con aspiraciones a convertirse en detective. Un músculo con cerebro que busca llevar una vida legítima. Ambos personajes son buenos para nada, pero expertos en joderla de lleno. Pero con gran corazón, nobles intenciones y una búsqueda de redención que hace que te caigan bien al instante y sientas un cariño enorme por ello.

Debe ser que le he cogido al gusto a esta clase de protagonistas y les tengo demasiado cariño o puede que Shane Black sea un experto a la hora de escribirlos, pero lo cierto es que el arquetipo de “Agradable perdedor” les sienta genial a los personajes de Gosling y Crowe. Dos personajes en total decadencia, que han tocado fondo y que buscan la redención y aclarar su cada vez más oscura moral gris tratando de solucionar el complicado caso en el que se encuentran. Estará todo lo trillado que queráis, pero adoro esta clase de personajes. Es como ver un Max Payne por partida doble pero con un tono más cómico y bonachón con el que no puedes evitar identificarte. Unos nobles fracasados, unos antihéroes con valores altos pero vidas bajas. No seré objetivo lo sé, pero aquí el arquetipo de “Fracasado encantador” es demasiado encantador como para resistirse. Cualquiera al que le guste los personajes profundos, complejos y bien construidos se enamorará al instante de la pareja de protagonistas.

 

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Otro factor elemental que redondea esta cinta es el humor. Pensaréis que soy un poco exagerado pero esta ha sido la película más desternillante que he visto en años. Y todo porque sabe balancear las situaciones dramáticas con las cómicas a un punto delicioso. Al igual que con Kiss Kiss, Bang Bang, Black consigue eso metiendo humor absurdo y desternillante  en situaciones donde la tensión se corta con un cuchillo, mediante un gag o una situación esperpénticamente cómica que rompa súbitamente el tono serio del momento. Pero Black lo hace de forma pertinente y sin abusar, casi consiguiendo alcanzar ese equilibrio perfecto de humor y drama que solo los mejores trabajos de los hermanos Cohen consiguen evidenciar. Humor que se consigue pulimentar con un guión repleto de frases lapidarias y desternillantes dignas de recordar. Parece que le esté comiendo mucho la polla al Black, pero os lo digo en serio, toda la cinta es una fusión perfecta entre despolle absoluto y no tomarse en serio, y drama bestia con mierdas muy serias.

Y como antes mencioné, también la película cumple al darnos una trama lo suficientemente intrigante como para mantener pendiente al espectador y sin pecar de ser demasiado simplista. Lo hace al saber manejar bien el ritmo de la trama descubriendo el pastel miga a miga, pero sin retrasar demasiado las revelaciones y así no acabar abusando en demasía de la paciencia del espectador. También tiene un par de giros argumentales que complican la trama lo suficiente como para especiarla en los últimos compases. A ver que no estamos ante una peli de David Lynch, solo es una trama de asesinato que difiere en un caso más gordo, nada más. Pero se agradece que le hayan cuidado lo justo, para que nos interesemos lo justo y necesario en ella.

 

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Otro punto que tampoco ha tenido el suficiente reconocimiento es la ambientación magníficamente conseguida de la película. Situada en 1978, la cinta abraza todo lo más representativo de la cultura popular de los 70. La música disco, los afros imposibles, la moda atrozmente colorista y recargada, preciosos mucle cars, los hippies, la crisis energética, el auge de la industria del prono. Pero lo importante es la forma de ambientar la película y no la propia ambientación, algo en lo que triunfa esta cinta. Porque muchas películas que intentar abarcar épocas pasadas (especialmente las enmarcadas en los 80), siempre tienden a cometer el pecado de idealizarlas y llenarlas de glamour dándote ideas muy contrarias a la realidad.  Aquí parte de esa propuesta, pero luego le da un giro oscuro y a la vez mordaz enseñándonos también el lado decadente y sombrío de aquellos años. Especialmente de la industria del porno (Si eres cinéfilo, el flashback de Boogie Nights te será inevitable)

Concluyendo la crítica solo os puedo decir que tenéis que verla. No importa si no sois aficionados a las Buddy Cop movies o el cine policíaco o de detectives. Si sois aficionados a que os cuenten una buena historia rebosante de humor, con protagonistas  carismáticos, complejos y profundos y un guion trabajado repleto de diálogos geniales, os gustará esta película. Si sois aficionados al cine de calidad donde se cuidaba con mimo y talento hasta el último detalle, os gustará esta película. Shane Black es un puto genio y ya estáis respetándole como tal. Todo sea por darle todo el apoyo necesario para que haga la próxima de Predator…       Pero fuera coñas, esta cinta es la perfecta revitalización de las Buddy Cop Movies y la mejor película de 2016 en lo que llevamos de año. Y sin exagerar.

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