“¿Quién es el auténtico psicópata? El típico malo de una película que va con una motosierra asesinando a los protagonistas, o un empresario al que no le importa arruinar la vida de los demás al despedir a cientos de empleados con solo poner su firma?”
-Robert Hare. Doctor en Psicología y creador de la escala Hare de psicopatía
Con esta cita me gustaría comenzar una de las reflexiones que he llevado más tiempo madurando en mi blog: Un análisis criminológico, social y psicopatológico de una de las películas más brutalmente certeras en estos ámbitos que ha salido en los últimos años: NightCrawler. Un peliculón que nos traslada de primera mano a los rincones más oscuros de la mente de un psicópata y nos muestra en exclusiva el lado más retorcido y siniestro de los medios de comunicación. Todo un ensayo magistral que nos relata la decadente realidad que vivimos y el funcionamiento de las mentes más peligrosas que la habitan. Si os interesa, seguid leyendo:
Muchas películas muestran de forma errada la figura del psicópata. Muchas veces confundiéndole totalmente con su directo opuesto: Un sociópata. Un sociópata es alguien que odia a la gente sin excepción, la desprecia con toda su pasión y hace todo lo que puede para disfrutar haciéndola sufrir. El sadismo es la marca que lo distingue de entre el resto de los delincuentes con psicopatologías. Un psicópata en cambio es una persona carente de empatía, que le es indiferente el estado de los demás. Al que le importa una mierda la gente, aquellos que le rodean y cuyo interés se centra en sí mismo y en lograr su propia satisfacción. La única persona que la importa es el mismo y pisoteara/utilizará y embaucará a quien sea con el fin de lograr sus propios objetivos sin importar cuántas vidas arruina por el camino.
Estamos acostumbrados en las películas a que nos muestren a los psicópatas como el típico asesino sádico que va con un cuchillo/motosierra/pistola persiguiendo enfermizamente al protagonista de turno para matarle de forma horrible. Esto no es solo uno de los topicazos mas trillados de la historia del cine, sino que, como habéis podido comprobar en mi anterior definición, es una idea completamente alejada de la realidad. El cine no había logrado representar con exactitud la figura del psicópata….hasta ahora. Este es el caso de Louis Bloom. La encarnación más cruda, minuciosa y representativa de la figura del psicópata que he visto en la gran pantalla.
El personaje de Bloom (Y la sorprendente interpretación de Jake Gyllenhaal) logran recabar todos los aspectos más característicos del psicópata. En el film, Bloom es un ladrón que encuentra en el periodismo freelance de sucesos y su falta de escrúpulos si propia mina de oro para prosperar. Aquí se nos muestra a un personaje al que no le importa hacer cuanto sea necesario ni a quien pisotear con tal de prosperar y conseguir sus objetivos. Para empezar, en cuanto ve que la mejor forma de ganar pasta es filmando sucesos desagradables y sangrientos, se mete de lleno en grabar dichos sucesos sin importarle una mierda todo lo demás. No le importa el estado de las víctimas, no se molesta en ayudarlas y para colmo no tiene nada de respeto o tacto por ellas. Lo único que quiere sacar las mejores imágenes del suceso y las tomas con más sangre y más casquería en favor del mayor cheque que las televisiones le darán.
Esto se evidencia de forma brutal cuando Bloom graba un accidente de tráfico y atosiga al conductor preguntándole si ha habido muertes mientras este, desesperado, trata de llamar a emergencias porque su mujer se está desangrando sobre el asfalto. Esa es la principal característica que define a Bloom como un psicópata: La total falta de empatía y compasión hacia los demás. Bloom no le importa si la mujer se desangra en medio de la calle, ni si le está molestando al conductor, solo quiere su buena historia, sus buenas imágenes de casquería filmada y recibir su buen cheque por ello. Pero ser un psicópata va más allá de ser un personaje frio e indiferente con los demás. También implica el ser una persona manipulativa, mentirosa y embaucadora que utilizará a cualquier persona que este a su alrededor para lograr sus objetivos personales. Una consecuencia muy lógica de la falta de empatía si llegáis a pensarlo bien.
Plantearos esto: ¿Qué llegaríais a hacer si no tuvierais el “lastre” de la empatía con tal de conseguir lo que queráis? ¿Hasta dónde estaríais dispuestos a llegar si no os importará a quienes perjudicáis en vuestro camino? He ahí el siguiente nivel de la psicopatía: La manipulación. Algo que también se muestra con total claridad en el comportamiento de Bloom durante toda la película. Al comienzo Bloom contrata como cámara a Rick, un pobre chapero que prácticamente se muere de hambre y que, a pesar de que Bloom gana una fortuna con la que se costea cámaras de enorme calidad y coches de lujo, le está pagando una miseria. Bloom saca partido de la desesperación de Rick y se aprovecha descaradamente de ella para conseguir un esclavo con un sueldo de mierda. Y el colmo de la manipulación llega cuando Bloom consigue que maten a Rick al obligarle a exponerse ante una situación de enorme peligro en mitad de un delito en curso tan solo para conseguir un mejor ángulo para las imágenes.
Y una vez más ahí sale su falta de empatía y su total indiferencia. Cuando su compañero tiroteado en el suelo, le pide ayuda o que llame a una ambulancia, Bloom se niega y se centra en grabar a su propio compañero moribundo, diciéndole que ayudarle “Pondría en peligro la calidad del Reportaje” Dejándonos claro que le interesa más el reportaje que su propio compañero al que el mismo de forma indirecta ha enviado a la muerte. Su beneficio y satisfacción personal son las únicas motivaciones que le mueven. Es sorprendente lo que la gente puede llegar a hacer si lo único que le preocupa son ellos mismos y dejan de preocuparse por los demás. El Fin justifica los medios para los psicópatas, porque no les importa a quien perjudican o hacen daño para lograrlos. No tienen esas restricciones morales que ostentan mentes sin ese trastorno o con un correcto grado de socialización.
La película deja bien claro todo lo que está dispuesto a hacer un psicópata con el fin de lograr sus objetivos. 2 de mis escenas favoritas son las que mejor evidencian esta falta de autocontrol y conciencia moral. Bloom llega hasta el punto de sabotear una de las furgonetas de un competidor para causarle un accidente y dejarle fuera del negocio. Incluso llega a perseguir a uno de los delincuentes para echarle a la policía encima aun a sabiendas de que está fuertemente armado y se producirá un tiroteo. Todo ello para asegurarse una buena matanza y ser el primero en tener las mejores imágenes de ella. ¿Creéis que le importa todas las familias truncadas de los 2 policías que murieron en el tiroteo? Solo le importara la hora en que saldrá su noticia en el aire.
Pero sin duda lo más interesante de los psicópatas, es su mayor baza para dificultar su detección: Su falsedad y enmascarabilidad emocional. Algo que también la película y el personaje de Gyllenhaal muestran con magistral acierto. Los psicópatas están desprovistos de sentimientos de empatía, compasión y apego con los demás, pero son expertos en falsearlos. En varias escenas se hace evidente como Bloom finge un amplio espectro de estados de ánimo, solo para conseguir aparentar ser tan normal como cualquiera, para fundirse con la multitud. Emociones superficiales, prefabricadas y artificiales que sirven como una máscara de salud mental de cara al resto y que ocultan su verdadero ser. La mítica escena final en la que sonríe a uno de sus compañeros fingiendo entusiasmo DA MIEDO y es el ejemplo más representativo de esto. Un hombre deshumanizado tratando de fingir ser humanizador. Fingiendo tener un encanto superficial que recubra de cara a la gente sus funestos fines.
Y otro punto que me gustaría tratar sobre la retorcida y psicopática personalidad de Bloom es precisamente algo que estudié hace: Las Técnicas de Neutralización. Son técnicas que utiliza cualquier persona para legitimar y/o quitarle responsabilidad a sus actos tanto si son criminales, como moralmente reprobables. Como una forma de diluir y mitigar las atrocidades que está cometiendo. En el caso de Bloom, lo hace adornando todas sus acciones bajo un discurso e ideología de negocios. Tratando a cada uno de los sucesos como “Oportunidades de Mercado” a sus supuestos amigos como “Empleados” y cada una de las atrocidades que comete como si fueran oportunidades para el éxito empresarial. Gracias a esa jerga de negocios y mercantil consigue deshumanizar por completo las acciones que comete y no tener carga moral alguna. Aunque siendo un psicópata tampoco eso le hubiera importando demasiado.
De ahí la famosa frase de Robert Hare. Un auténtico psicópata es aquel a quien no le importan los demás, que los utiliza como instrumentos, que los manipula como medios para lograr sus propios fines. La gente para estas personas son solo peldaños que pisotear para alcanzar sus objetivos. Y esto es algo prevalace en muchos sectores de nuestra sociedad que, sin embargo obviamos e incluso hasta lo toleramos. Si vemos “Normal” que un empresario no dude en dejar a cientos de personas en la calle para proteger sus riquezas, ¿Por qué nos sorprende este comportamiento a pié de calle? Es la hipocresía del primer mundo: Una sociedad enferma, nombrando lo que está y no está enfermo según la conviene.
Eso nos lleva al segundo punto del análisis sociológico/criminológico de esta película: Los medios de comunicación. Bloom es un psicópata de manual pero ¿Quién es el auténtico villano de la película? Los medios de comunicación con toda seguridad. Nightcrawler, como en muchas otras películas que he reseñado en esta sección, nos muestra el lado más turbio y retorcido de los medios: Su apetito insaciable por el morbo. Su búsqueda por lo más grotesco y escandaloso como medio despreciable para ganar audiencia. Todo aquello que sea una tragedia con muertos, sangre y casquería en vivo es una mina de oro para las televisiones que no recelan en absoluto por explotar.
Toda esa motivación de los medios de comunicación la resume de forma extraordinariamente acertada la frase del personaje interpretado por Bil Paxton: “Si sangra, Vende” Enseña sangre y muerte en la pequeña pantalla, y el morbo y la curiosidad de las masas hará el resto. ¿Qué más da que te dejes cosas tan superfluas como la ética periodística y el respeto por las víctimas por el camino? El Share y la cuota de pantalla son tus Dioses y debes alimentarlos con tragedias. Tal es la total falta de escrúpulos que tienen los medios, que saben cómo causar el mayor efecto con los sucesos que filman para lograr una mayor audiencia. Solo van a sucesos en barrios privilegiados y gente “De bien” preferentemente blancos o familias adineradas. ¿Qué dos latinos se han matado a navajazos en mitad de la calle? ¡Que les follen! Eso no es noticia ¿Qué han sido tiroteados una familia de ricachones en su propia casa? ¡Tenemos nuestra exclusiva!
Todo esto es un entramado sesudamente hilado para para causar más alarma social, para fomentar el miedo y aumentar la sensación de inseguridad ciudadana. Manipulando las noticias para que parezca que los delitos más violentos ocurren en los barrios más privilegiados y seguros para que de esa manera que la gente sintonice con más frecuencia su canal. No solo te están dando lo más asqueroso y morboso de la realidad, sino que también te la están distorsionando a su placer para que piques y sintonices su canal. Tristemente los despreciables métodos de los medios que ocurren aquí son un oscuro reflejo de la realidad actual. No hace mucho con los atentados de Bruselas, ya teníamos a Antena 3 luciéndose poniendo titulares como “Los mejores momentos de los atentados” “Las mejores imágenes de la tragedia” ¿Y qué coño será lo próximo? ¿Un top 10 de las mejores mutilaciones del atentado?
Así que, como última reflexión os quiero plantear una pregunta ¿Quién es aquí el que tiene mayor falta de moral? ¿El psicópata o los medios hambrientos por tragedias que soltar para atemorizar al público? ¿Quién es el más manipulador? ¿El que no tiene escrúpulos de tratar a la gente de su alrededor como instrumentos para sus fines, o los que distorsionan la realidad a toda una población para alcanzar mayores índices de audiencia?
Aunque claro, sería hipócrita por mi parte quitarme a mí, como consumidor y miembro de la masa, cierto grado de responsabilidad. Si los medios saben de sobra que los sucesos más grotescos y morbosos son los que les dan más audiencia ¿Quién es el auténtico culpable? ¿El que los ofrece o quien los consume? Todos nosotros hemos sucumbido al morbo en alguna ocasión, todos nosotros le hemos dado una visita a ese titular “ClickBait” o hemos hecho zapping para ver esa noticia grotesca y alarmista, todos en parte somos responsables. Cuando una sociedad está trastornada, resulta muy difícil identificar a los verdaderos trastornados.
Espero que esto os haya arrojado un poco de luz sobre la psicología criminal, que os pueda ayudar a comprender mejor que son los psicópatas y que os haya conseguido haceros reflexionar algo sobre el mundo en qué vivimos. Os dejo con una fantástica entrevista con Robert Hare para que comprendáis un poco mejor el tema. ¡Y veros NightCrawler de una puta vez! Es un peliculón.