Después de descender a los infiernos, después de tragarme kilos de mierda con cuchara sopera cortesía de MGSV, necesitaba recuperar la fe en la franquicia Metal Gear. Necesitaba encontrar un buen juego que tuviera la marca Metal Gear puesto sobre él. Daba igual que fuera un spin off o un juego alejado completamente de la temática de la saga o que no tuviera nada que ver. Como si se trataba de un puto Dancing Stage con los personajes de Metal Gear Solid. Necesitaba un buen Metal Gear como el respirar.
Y mira tú por donde aparece la iniciativa Gamer Invisible, aparece de entre mis toneladas de juegos procrastinados un lindo Metal Gear Rising Revengeance y vuelven a aparecer mis ganas de jugar, al obligarme uno de vosotros (¡So cabrones!) a jugarlo antes de una fecha límite. Una vez más me encuentro frente a un juego que he dejado en barbecho durante otros 3 años (Este me lo compre 6 meses después de su lanzamiento) y una vez más me he dado la mayor de las sorpresas cuando decidí jugarlo. ¿Qué os puedo decir de él antes de comenzar el análisis? Que me hubiera tirado esos 3 putos años seguidos jugando a esa maravilla. Engancha, es una puta locura y probablemente es perjudicial. ES BUENA MIERDA.
EL NUEVO RAIDEN. EN CUANTO LE TOCAN SUS CIBER-COJONES
REBANA METAL GEARS COMO JAMONES
¿Puede haber un juego que te putee más que una exnovia despechada, que te frustre al comienzo más que un pagafanteo descarado y que al final acabes amándolo como si fuera el amor de tu vida? Pues eso es más o menos lo que me ha hecho sentir este juego. Al principio no me gustaba una mierda y pensaba que estaba sobrevaloradísimo, pero tan solo fue ponerme a jugar en serio con él y todas mis frustraciones iniciales se desvanecían en favor de un gozo infinito y gratificación absoluta según iba rajando/apuñalando/cortando y cercenando todo lo que pillaba. Era como una especie de satisfacción progresiva homicida que se iba acrecentando según iba jugando y masacrando. Pero analicémoslo por partes.
Empezando por la historia. El argumento se centra en Raiden (AKA EL MARICÓN de MGS2) que por lo visto ha necesitado de un cuerpo de ciborg ninja para saber lo que es un hombre. Pero en Rising Revengeance no es un hombre, es el expositor supremo de la hombría, un ciborg ninja con cibercojones de Toro Miura, una estabilidad mental de paciente de Arkham Asylum y armado con una alucinante Katana lista para rebanar a cualquier gilipollas que le mire mal. Platinum games debe obrar milagros, porque consigue que hasta uno de los personajes menos carismáticos y hostiables de la historia del videojuego se convierta en un tio duro con determinación al que no debes joder. Ya han conseguido solo con el protagonista resolver uno de los mayores desperfectos de la saga MGS.
ESTE ES EL TIPO DE SERIEDAD QUE ESPERO EN UN METAL GEAR
Y con el argumento del propio juego consiguieron resolver EL MAYOR desperfecto de la saga de Metal Gear Solid: El arco argumental de MGS2 y MGS4. Este juego se enmarca justo después de los acontecimientos de MGS4. Acontecimientos que, reconozcámoslo, eran la mayor fumada desde Woodstock. ¿Y qué es lo que hace Platinum Games para darles coherencia? No tomándoselo en serio. Muchas veces incluso hasta mofándose con total descaro de lo jodidamente absurdo del panorama. A ver, al igual que en muchos de los otros MGS tendremos algunos momentos que nos hacen reflexionar. Los magníficos discursos que te dan algunos de los jefes como Monsoon con los memes y todo lo que podemos heredar y dar al mundo o el que te da ArmStrong sobre la libertad humana el individualismo, la meritocracia y la lucha por aquello en lo que uno cree, son de lo mejorcito de las reflexiones de MGS. Pero luego hay momentos en los que el juego te dice directamente: A LA MIERDA EL FILOSOFEAR! Basta de reflexiones y demás gilipolleces y vamos a matar y rebanar que lo que interesa.
¡Y esto es sublime coño! Sinceramente eso es lo mejor que podían hacer. No importándoles un carajo lo complicado de algunas cuestiones filosóficas y yendo directos a la matanza. Mandando a tomar por culo lo enmierdado que ha dejado el argumento Kojima y lo jodido que está el mundo el tema de la economía de guerra, las PMCs y los Patriots y darle lo justo de seriedad para ver quiénes son los malos, quienes son los buenos y de quien nos tenemos que vengar.
GRÁFICOS MAGNÍFICOS CON UNA FLUIDEZ IMPECABLE
JUSTO LO QUE SE ESPERA DE UN BUEN HACK AND SLASH
La unidad Desperado son unos cabrones mezquinos que quieren reavivar conflictos y guerras para darles trabajo a las PMCs y que la economía de guerra continúe. Llegan incluso a cultivar cerebros cibernéticos de niños para educarlos en el arte de la guerra y tener así su propio ejército de ciborgs niños-soldado. Son malos muy malos que hacen cosas muy malas. Y nosotros somos el bueno de turno cuya espada es una herramienta al servicio de la justicia. PUNTO Y SE ACABÓ. Simple, casi demasiado maniqueista, pero coño se agradece. Se agradece que después de la montaña rusa de pajas mentales que fueron MGS2 y MGS4 me dejen descansar un poco el cerebro.
Pasando al tema gráfico, decir que aunque no soy una putita gráfica, he comprendido que en juegos de estas características este apartado es una cuestión primordial. Pues en un Hack & Slash donde debes tener reflejos de lince puesto de crack para mantenerte con vida y procurar que todo lo demás no, que te bailotee aunque sea un poco el framerate puede ser cuestión de vida o muerte. Y me alegra decir que eso nunca me ha pasado en las versión de 360 que poseo. Aparte de mencionar que tiene un acabado técnico magistral, el framerate va como un guante y te deja disfrutar de la carnicería de la forma más absolutamente fluida posible. No sé si llegara a esos 60FPS de rigor que todo el mundo codicia, pero seguro que se les queda cerca. No importa lo parda que la hayamos armado en pantalla, no sufriremos ni un solo tirón ni bajón de frames incluso aunque no tengamos ni el juego instalado en la consola. (La primera vuelta me la hice sin instalarlo siquiera en la 360 y me iba como la seda) Lo único que puedo decir es BRAVO. Bravo a Platinum Games por tal fantástico trabajo gráfico y de compatibilización.
Sonido. Mirad colegas, podré decir un montonazo de cosas sobre el tema sonoro, pero todo sabéis de sobra qué es lo que le voy a comer la polla en este apartado. La banda sonora. UNA PUTA ISNTITUCION QUE VIENE A REDIMIR LOS OÍDOS DE LA HUMANIDAD HACIA EL CAMINO DEL BUEN GUSTO. No se me ocurre mejor definición para describirla. Una orgía de temazos heavys ultra épicos y mega-apoteósicos cuyo poder motivacional es tan arrollador que puede conseguir que hasta el más pringado pueda escalar el K2 valiéndose solo de su polla. Todos y cada uno de esos temazos llegan a ser tan jodidamente geniales e inspiracionales que siempre que los escucho me dan ganas de cabalgar sobre un purasangre para cortar un portaaviones con un machete. La cuestión ahora pasa por decidir cuál es la mejor. ¿Cual es la más épica? Pues todo el mundo estáis equivocados! Estáis que no cagaís con “Rules of Nature” cuando todo el mundo sabe que la más alucinante es “It has to be this way” A ver, ¿Estamos locos o qué? Es de cajón y puto dominio público! ¡Volved a escuchadla coño y me daréis la razón!
AL PRINCIPIO PENSÉ QUE ME IBA A COSTAR DIOS Y AYUDA DOMINARLO
PERO CON SOLO 2 O 3 PARTIDAS YA REALIZABA COMBOS DE ALUCINE
Tirando con su jugabilidad, como os he dicho antes al comenzar a jugarlo tenía mis sentimientos encontrados. No sabía si debería odiarlo u amarlo porque tuve con él uno de los comienzos más ambivalentes que he tenido en mi vida con un juego. Había momentos en los que te hacía alcanzar el cielo y luego otros en los que te hace morder la mugre del suelo. Pero al final supe amarlo como se merece porque este es uno de los pocos juegos que va mejorando según lo juegas y al final acaba pareciéndote una maravilla. Es una genialidad absoluta. ¡Pero ojo! No está exento de problemas y aspectos que se deberían haber mejorado algo más. No llegan a lastrar toda la imagen que tengo del título, pero hay que ser objetivos y reseñar también aquellos aspectos mejorables y aquellos otros que no me acaban de convencer. Vamos primero con aquello que si me encantó desde el principio.
En primer lugar este juego sabe cómo venderse. Sabe cómo dejarte bien clarito que estás ante el viaje más putamente épico de tu vida y encima en tiempo record. Tan solo pasan 5 jodidos minutos y ya estas CORTANDO UN PUTO METAL GEAR RAY POR LA MITAD DE UN KATANAZO! BIEN, BIEN. Eso es un buen comienzo coño! Así si se me vende un juego! Uno que desde los 5 primeros minutos me diga que soy una imparable fuerza de la naturaleza. Y eso también se traducía en el gameplay, en este Hack & Slash cada vez que te lías a katanazos haces un bellísimo ballet de la muerte en el que tus enemigos acaban reducidos a lonchas de Jamón York mientras tú les rebanas a placer con cientos de combinaciones posibles.
MODO KATANA: EL DESCUARTIZAMIENTO QUIRÚRGICO
PLACER ABSOLUTO PARA CUALQUIER CARNICERO
Eso es justo lo que más me gustó desde el principio, su sencillez y a la vez complejidad y profundidad a la hora de rebanar a tus enemigos. A diferencia de muchos otros Hack & Slash, este no se basa en machacar como un cabrón el Botón X sin hacer nada más. En este juego tienes cientos de combinaciones posibles entre X, Y, salto y las armas alternativas que te ofrecían. Casi algo abrumador al principio pero que se aprendía con sorprendente facilidad. En un par de partidas ya casi te sabes las combinaciones como la palma de tu mano y se te graban a fuego en tu cerebro como si fueran el padre nuestro. Es algo más de memoria muscular que la del propio cerebro. Muy fácil e intuitivo de dominar, pero que cuando lo ejecutas te hace parecer un ministro de la muerte y un Bad Ass de campeonato. En un abrir y cerrar de ojos estaba haciendo combinaciones de botones kilométricas casi sin darme cuenta. Profundo, pero accesible. Eso es lo que mejor que define a su sistema de control
Otro de sus aspectos que más me fascinaron fue su modo Katana. La cosa más maravillosa que pueden crear para satisfacer los impulsos homicidas de un tipejo como yo. En este modo tienes control absoluto y total de la dirección de cada uno de los cortes que quieras dar con la Katana. Una especie de Bullet Time (En este caso Katana Time) en el que te deja despiezar a placer como un muslito de pollo a cualquier enemigo a Katanazos. Con el analógico derecho puedes controlar el ángulo y la dirección de cada uno de los tajos que le des al pobre diablo que tengas enfrente. Horizontal, Vertical, en ángulo de 30 grados…. Eres un puto cirujano de la muerte cuya milimétrica precisión se hace notar en cada uno de los tajos que le das al enemigo. Tu Katana es tu escarpelo, los enemigos tus pacientes. Despiezarlos y desmembrarlos con total libertad y en glorioso gore a slow-mo es una de las cosas más malsanamente gratificantes que he podido experimentar en un videojuego.
POR UNA AMERICA CON MÁS NANOMÁQUINAS
VOTA AL SENADOR ARMSTRONG!
Y para añadirle todavía más a ese festín de miembros y sangre hemo-glorioso, también tienes un sistema de remates el cual puedes arrancarle la puta columna vertebral cibernética al enemigo para recuperar salud. Eso te dice lo frenético y disparatadamente descontrolado que este juego. Si quieres recuperar salud…TENDRÁS QUE SEGUIR MATANDO. ¿Qué quieres sobrevivir continuar con la matanza? Tendrás que matar de forma más cruel todavía. Arrancarle la espina dorsal y la columna de un enemigo para recargar tu salud porque eso que acabas de arrancar…”Tiene Electrolitos” Es una excusa vaga para decirte: BÉBETE LA SANGRE DE LOS ENEMIGOS Y SÓRBELES EL ALMA PARA RECUPERAR TU FORTALEZA. ¡Y eso lo adoro joder! Es como si fuera el puto Genghis Khan reencarnado en un jodido ciborg. Nunca me canso de hacer esos remates y es que son estrictamente necesarios el realizarlos si quieres sobrevivir. Eso es justo lo que hace un buen Hack & Slash. Que nada interrumpa el frenético ritmo jugable y nada interrumpa tu ballet genocida. ¡NO PIENSES, NO PARES, SOLO CORTA, RAJA Y TROCEA!
Y las luchas contra los jefes, son sin duda alguna las más épicas que he experimentado en un videojuego. Entre la banda sonora brutalérrima que ponen cada vez que te bates en duelo contra uno de estos tíos, y la exagerada grandiosidad con la que se presentan los combates es tal que casi te da un infarto. Para mí, el combate final contra ArmStrong en las ruinas llameantes de un puto Metal Gear, mano a mano decidiendo quien tiene más cojones y sonando de fondo “It has to be this Way” es el éxtasis de la apoteosis! El duelo de destinos más alucinante de la puta historia del videojuego. Los genios de Platinum consiguen que una mierda de pelea entre 2 tíos parezca ser el combate que decida el destino de la humanidad. Sin duda alguna la incluiría en mi Top 10 de las BossFights más épicas de los videojuegos desde este momento.
EL SISTEMA DE BLOQUEO Y PARRY. UN TANTO ENGORROSO Y MAL PLANTEADO
PERO UNA VEZ QUE TE ACOSTUMBRAS Y LO DOMINAS ERES EL MINISTRO DE LA MUERTE
Y ahora vamos con aquello que no me ha convencido del todo y sus puntos negativos. Para empezar, como os dije antes el control es profundo y a la vez intuitivo, sin embargo tiene un fallo garrafal que para mí es uno de los peores errores que se puede cometer en un Hack & Slash: Cagarla en el sistema de bloqueo y contraataque. Incomprensiblemente en lugar de dedicarle un solo botón para realizar dicha acción, el contraataque se debe realizar CON EL MÍSMO BOTÓN DE ATAQUE. Un sistema un tanto engorroso en el que tienes que mantener presionado el botón de ataque + la dirección del tío que te va dar el golpe, y para colmo en el momento preciso en el que este te realice su ataque, de no ser así te comerás su ostión bien rico y con fundamento. Una tremenda cagada de diseño en mi opinión. Porque como podéis suponer, da lugar a muchas confusiones en mitad del combate. Si te dedicas a machacar el botón de ataque en mitad de la locura del combate, no puedes evitar pulsarlo aleatoriamente sin preocuparte cuando debes mantenerlo pulsado para contraatacar y cuando no. De manera que de tanto atacar, no puedes contraatacar de manera efectiva. Y te comes todos los golpes.
Pero lo curioso de este fallo de diseño es que se va atenuando según juegas. Tanto que al final ni siquiera lo consideras un fallo porque has acabado dominándolo a la perfección. Al principio te cuesta comprender esta mecánica, pero llega un momento en el que el contraataque, el bloqueo y el Parry lo dominas tan increíblemente bien y de forma tan automática que eres un puto Dios al que ni le tosen y te pasas las pantallas inmaculado. Por lo que, al final, no sé si seguir considerándolo una cagada en la disposición de controles o una mecánica algo complicada que tienes que aprender. Así que ya eso os lo dejo a vosotros para que lo juzguéis.
ARRANCARLE LA PUTA COLUMNA A UN ENEMIGO CON TUS MANOS DESNUDAS
LA EJECUCIÓN MÁS GRATIFICANTE DE LA HISTORIA
Y ahí está otra de los elementos más fascinantes de este título: La curva de aprendizaje. Como os mencioné, cuando empecé a jugarlo me parecía algo jodidillo y casi frustrante. Pero poco a poco le vas cogiendo el tranquillo, vas aprendiendo todos los trucos, dominas las habilidades más chungas, sabes cómo hacerle bailar bien a Raiden, tus reflejos mejoran… Hasta que al final, te conviertes en un CiberNinja tal y como Raiden y te pasas el juego en sin morir ni una sola vez e inmaculado y las mayores dificultades con la punta del nabo. Eso es lo genial de este juego. Vas aprendiendo con el juego y el juego saca lo mejor de ti como jugador. Una curva de acondicionamiento inversa en donde lo único difícil es empezar. Porque según vas jugando y según vas aprendiendo al final acabas siendo un Dios a quien nadie puede tocarle. Y es en esos momentos cuando más teta te lo pasas. Porque son momentos donde dominas un juego tan a la perfección que no paras de divertirte rejugándolo porque se te da de puta madre. Pocos juegos actuales consiguen esto. Es exactamente la misma fórmula que nos ofrecía un juego de los de antes: Fácil de aprender, jodido de dominar, pero una vez dominando es divertidísimo infinitamente sensacional.
Cuando comencé a jugarlo pensé que su dificultad era brutal y que no pasaría del tercer jefe. Ahora a lo tonto me lo he pasado en difícil sin morir ni una sola vez y ya le estoy dando duro en dificultad Revengeance. Ahora este es el momento en el que habría dicho que uno de sus puntos flacos es su escasa duración. (Entrándole a saco solo me duró 5 horas) Pero ese pequeño defecto se compensa a la perfección con justo lo que antes os mencionaba. Su infinita rejugabilidad. Cuando te lo pasas una vez y has conseguido cogerle bien el truco, te picas. Te dices: “Bueno, venga. Me lo voy a pasar en Difícil” Y cuando te lo pasas en difícil siendo el puto amo, todavía te sabe sabe a poco y te dices “¡Que cojones! Voy a pasármelo en Revengeance” Y cuando te quieres dar cuenta ya te has pasado el juego 4 veces seguidas del tirón y piensas que eres un puto enfermo de mierda. Pero luego recuerdo mi “Affaire” con Aliens Colonial Marines y se me pasa…
MAÑANITAS NINJA: WITH A REVENGEANCE
Y ya si nos ponemos con todos los alicientes para rejugarse la campaña, podremos rascarle otro par de vueltas más. Nuevas armas y con ello nuevas habilidades. Desbloquear mejoras para el personaje como mayor salud o tiempo de Katana. Hasta skins alternativos para Raiden como jugar con un smokin o con el cuerpo cibrog de MGS4 original. Pero para mí, el aliciente que que sin duda me ganó fue el puto Poncho…. Tios! Jugar con un jodido poncho y sombrero de mariachi durante todo el juego = INSTANT GOTY. Cariñosamente esa vuelta con el poncho la llamé: LA CARRERA DE LAS MAÑANITAS. Batí el récord de tiempo en completar el juego y sin quitarme el sombrero.
En fin, de lo único que se puede achacar del título es un inicialmente engorroso y confuso sistema de contraataque del que al final acabas dominando en seguida. O una curva de dificultad un tanto desequilibrada entre lo que es el la partida inicial y cuando te lo acabas. Pero esto también es algo que se ve compensado naturalmente según juegas y te acondicionas al juego de una forma agradable y progresiva. Así que… Técnicamente no tiene ningún fallo. Bueno, no sé, quizá las misiones VR me resultaron un poco coñazo y las partes de sigilo no casaban mucho con la temática del juego. Es por decir algo que no sea una descarada comida de polla al juego. Es extraño…. Joder, a decir verdad es el único juego al que primero pensé que iba a odiar con todas mis entrañas y ahora me cuesta decir algo malo de él…
Su endiablada y frenética jugabilidad, su sistema de combos tan profundo y a la vez sencillo, el modo katana, paraíso del carnicero quirúrgico… Su espíritu tan over the top y sobreexagerado, sus apoteósicas batallas y banda sonora, su rejugabilidad inagotable, su comodísima curva de progresión y aprendizaje…. Platinum: SOY TU PUTA.
NOTA: 9
Agradecer de corazón al magnifico cabrón o cabrona que me ha incentivado de una puta vez a jugar a esta maravilla de juego gracias a la iniciativa gamer invisible. Ingénuo de mi, no sabía la joya que tenía entre mis manos. Espero que esto sirva como ejemplo de la buena mierda que te puede recomendar un colega si tan solo uno se molesta en escucharle. Esperemos que esta iniciativa siga así. Hasta que decida boicotearla a base de recomendar a todo el mundo que se juegue a Aliens Colonial Marines. ¡Mierda, he hablado demasiado….
El enlace de la Iniciativa en Cuestión: EL GAMER INVISIBLE
La culpable de iniciar esta gloriosa riada de sangre y miembros cercenados: ROKUSO
Dios la bendiga….