Muy buenas chavales. ¿Qué mejor motivo para volver con la sección de los más carismáticos personajes de ficción que conmemorar el aniversário de los 50 años de la saga del más famoso agente secreto? Hoy volvemos con la oportunidad de repasar uno de los personajes más interesantes y que más ha aportado al mundo del cine. Tras 50 años de tramas de espionaje, dominación mundial, guerra entre las sombas y tras 26 películas en las que vemos a nuestro caballero británico salvar el mundo con estilo, creo que ya tenemos una idea general sobre lo que representa este personaje: Clase, y elegancia pero al mísmo tiempo sangre fría y eficiente letalidad. Un gran ejemplo de como un asesino entrenado por el gobierno no tiene por qué perder su toque de distinción. Unas cualidades seductoras para cualquiera que se precie. Asi que vamos a dejar de irnos por las ramas y entrar a trapo a analizar profundamente este personaje y todo lo que simboliza. Y si no os gusta mi reseña, recordad, teneís licencia para matar.
EL BOND DE LAS NOVELAS DE FLEMING
James Bond nació gracias a la mano del escritor Ian Fleming en los años 50 como un arquetipo satíricio, o mejor dicho, un arquetipo ideal de todo lo que representaría un espía en los años de la guerra fría. ¿Combatir el comunísmo con martinis secos? Bueno, supongo que los soviéticos lanzarían su ataque de replesália con Vodka, un ataque el cual, según muchas fuentes de vídeos de Youtube, les salío el tiro por la culata y aún no se han recuperado… El caso es que por la cabeza del señor Fleming surgieron todas y cada una de las novelas del personaje que ahora conocemos como sus películas más famosas. El tio Fleming no se de donde se sacó un personaje tan complejo y al mísmo tiempo tramas tan profundas y elboradas, pero hay que dar gracias de que no fueran tomadas extremadamente en serio por el gobierno británico en aquellos años o la guerra fría se hubiera caldeado bastante.
El caso es que este hombre se inspiró en el personaje por sus experiencias en la Inteligencia naval británica y le puso el nombre de un ornitólogo que conoció en su casa de veraneo de Jamáica al buscar, segun él, «Un nombre sencillo y fácil de recordar». Ya, seguro que el ornitólogo y su familia se acuerdan mucho de él… No quiero imaginarme el cachondeo que habrá tenido que sufrir en el trabajo… Pero el caso es que el señor Fleming se había convertido desde su primera novela, en el padre de las novelas de espionaje y había conseguido crear a uno de los personajes más interesantes de la literatura. Pasemos ya a analizarle en profundidad:
AL MENOS EN ESTA RESEÑA LA PRIVA ES GRATIS…
James Bond es un agente del servicio secreto británico, conocido comúnmente como el MI6, con estatus de «00», o agente doble cero (El equivalente a la élite o fuerzas especiales de los agentes secretos, con esto se le diferencia del resto de los agentes de campo), siendo su nombre en clave «007». Con licencia para matar (Me gustaría saber donde conceden esas licencias, ¿En la autoescuela?), a Bond en todas y cada una de las películas se le ha retratado como un hombre de mediana edad (De entre unos 30 o 35 años), alto, de cabello negro (hasta que llegó el rubiales de Craig), de composición atlética pero tampoco fortachón, pero lo justo para romperle a alguien la cara en 3 segundos. Vamos, el sueño de cualquier metrosexual. Entrenado en várias disciplinas del combate cuerpo a cuerpo, siempre puede darle a alguien la paliza de su vida sin estropearse el traje.
SEAN CONNERY, MARCANDO ESTILO Y TENDENCIA DESDE 1962
Sus gustos van desde los trajes a medida, los martinis secos («Mezclado, no agitado») hasta los coches rápidos y caros y las mujeres de buen ver. Cada vez me parece más evidente que James Bond se parece a un Snob de libro, pero con su estilo todo se perdona. Le encanta el juego y apostar, siendo un As con juegos de cartas como el Póker, el Blackjack, el Bacarrá… Llegando hasta tal punto en que no ha perdido ninguna partida ni una sola vez. Debe de ser el terror de los casinos, García Pelayo es un nenaza al lado de este tío… En las primeras películas se le ve siendo un fumador asíduo, pero al mísmo tiempo que los tiempos cambian, sus habitos también cambiaron por otros más saludables y en las adaptaciones actuales nunca se le ha visto ya con un cigarrillo. Su arma favorita y la que lleva en todas y cada una de sus misiones ha sido la Walther PPK alemana con silenciador, hasta que fue remplada por la Walther P99, una versión más moderna de su antecesora con mayor capacidad de munición y ligereza.
«BOND OF DUTY: SPY WARFARE»
Pero Bond está lejos de ser una imágen de un encantador y sofisticado caballerete. Porque cuando la cosa se desmadra, James pasa de un pacífico diálogo a las ensaladas de tiros en menos que canta un gallo. Bond es el primero el dar barra libre de plomo y en ponerse a patear culos a diestro y siniestro. Bond en ocasiones de combate demuestra ser una jodida maquina de matar que manda a la mierda los modales y las sutilezas para repartir plomo y hostiones como panes a dos bandas. Bond no es un extraño con las armas de fuego, (Maneja a las mil maravillas cualquier tipo de pistolas, SMGs, fusiles, escopetas e incluso lanzacohetes y armas pesadas) y es un experto en tácticas de combate, demostrando sus increibles habilidades en cada una de sus película. Todo ello nos hace pensar que el cabrón cuando se pone serio parece ser una combinación de Seals de la marina, Spetsnatz y los mejores fuerzas especiales del mundo todo en uno. Cuando el ambiente se caldea, él demuestra ser el ejército de un solo hombre.
Todo un asesino altamente entrenado que hace gala de lo que mejor sabe hacer. Pero como buen agente secreto que es, el también posee unas habilidades formidables en lo que se refiere a la infiltración y el sigilo. Ya puedes pedirle que se cuele en una fiesta sin invitación como pedirle que se infiltre en un depósito de armas bioquímicas en pleno corazón de la unión soviética que el tio lo hará encantado sin que le oigan ni tirarse un pedo y volverá de una pieza con un bonito souvenir del país al que lo enviaste. Este hombre se ha convertido en la combinación perfecta entre agente secreto y fuerzas especiales. El orgullo del servicio de inteligencia de cualquier nación.
INCLUSO EN MEDIO DEL DESIERTO, EL SMOKING LE SIENTA FENOMENAL AL TIO ROGER
Pero ahora vamos a lo que más importa, lo que este personaje representa. En mi humilde opinión James Bond no solo simboliza lo que un agente secreto profesional debe ser, sino lo que cualquier hombre desearía ser: Un caballero elegante y con clase, marcando estilo y rompiendo corazones allá por donde pisa, pero que al mísmo tiempo puede cargarse a cualquiera que le mire mal con sus propias manos sin arrugarse la camisa. Un tipo distinguido y un asesino extremadamente eficiente. Cualquiera puede decir sin temor a equivocarse que el arquetipo de Bond es un modelo a imitar para todos los hombres. Aunque en algunas ocasiones se le ha tomado como un modelo machista o misógino al ser todo un mujerirego, los años parecen haberle puesto en su sitio como un modelo ideal sin vicios que trata a las mujeres como iguales (Aunque luego siempre acaben en su cama…). Un tio al que las mujeres desean y al que los hombres envídian.
Bond es un personaje al que las modas y estilos no van con él, más bien le siguen a él. Seguro que más de uno piensa que es repipi o anticuado llevar smokíng con pajarita, que ir enfundado con un flamante traje de diseño es pedante y de paleto de pueblo en domingo. Fijo que mucha gente pensará que cuidarse el cuerpo, el cutis y esas cosas es más para metrosexuales y chulopiscinas, pero si hablamos de James Bond, la cosa cambia. La opinión da un giro de 180º y se vuelve unánime al coincidir en que Bond es la meta a la que todo hombre aspira y desea alcanzar. Ha sido todo un ejemplo de clase, sex appeal y elegancia. Un baluarte atemporal de la hombría al que todos las personas admiran con respeto.
¿CUAL HA SIDO EL MEJOR BOND?
Y ya que hemos repasado a conciencia todo lo refrente a este personaje y lo que simboliza, pasemos a su caracterización. Abordemos una pregunta que me ha rondado desde que vi la primera cinta del famoso espía. ¿Cual ha sido la mejor interpretación del agente británico? Hasta 6 actores han encarnado a este personaje. ¿Cual ha sido para vosotros el que mejor ha dado vida a este personaje? Yo si os digo la verdad, cada actor ha sido como un pedazo de la personalidad de Bond que le complementa haciéndole un personaje más profundo y complejo con cada película.
CON DALTON DESCUBRIMOS EL LADO MÁS OSCURO DE BOND.
Sean Connery nos dió a conocer el caballero distinguido que es, el Bond clásico. Roger Moore elevó esto a un nuevo nivel y nos presento a un Bond con mucha más clase y estilo propio pero que sabía ponerse serio y repartir estopa cuando debía y dejarse de buenas formas y demás gilipolleces. Moore sabía demostrar que era algo más que un apuesto caballero inglés y sabía repartir cera cuando debía. Y aunque Geroge Lazenbi pasó sin pena ni gloria al hacer tan solo una película como Bond, George Lazenbi es, es… un buen tio… Timothy Dalton supuso para mi un punto de inflexión en la saga. Sobretodo por su interpretación en la película «Licencia para matar», en la que Dalton supo como darnos a conocer el lado más oscuro, violento y vengativo de Bond al verle iniciar una Vendetta personal por la muerte de la mujer de su amigo Felix Lethier de la CIA. Dalton nos dejó claro que a Bond no se le debía joder.
Por otra parte cuando vi a Pierce Brosnan aluciné. En cada una de sus películas el cabrón sabía como presentarnos al Bond con clase de Moore y Connery pero al mísmo tiempo en las escenas de acción nos presentaba a un frio, despiadado y eficiente agente que no dudaba ni un momento en dar matarile a quien le asignaran, incluso si este era antes su mejor amigo. Las escenas de acción con él eran frenéticas y bestiales. De lo mejorcito del cine de acción de los 90, todavia recuerdo escenas como la del barco en «El mañana nunca muere» o la parte de los archivos de «Goldeneye» en donde ambos lugares acaban convirtiéndose en campos de batalla.
¡MÁS TE VALE QUE LO QUE DIGAS DE MI SEA BUENO, NIÑATO!
Y finalmente Daniel Craig supuso para mi lo que esta pasando con muchos de los juegos actualmente, su evolución al cine de acción. Daniel Craig en todas las cintas de Bond se deja de conversaciones inteligentes y demás pijadas y patochadas y se limita a repartir bien agusto. Craig tan solo se limita a pegar palizas, pegar tiros y reventar por los aires todo lo que pilla por delante. Esto no significa que sea algo malo, ni mucho menos. Yo, si os digo la verdad estoy encantado. Cuando vi «Quantum of Solace» en los cines la verdad es que disfruté como de lo lindo. Todo eran explosiones, tiroteos, persecuciones, peleas a un ritmo vertiginoso… Acojonante. La interpretación de Craig como Bond hace que este parezca una mezcla entre Jason Statham, Sam Fisher de SC:Conviction y un puto Terminator. Una mala bestia que te partirá en pedazos si le miras mal.
Y si uno lo llega a pensar, esta es la evolución natural del personaje. El buen camino a seguir de la saga creo yo. Ahora, en los tiempos que corren, necesitamos más un héroe que reparta leña sin pensarselo dos veces, necesitamos a alguien que vuele en pedazos la base del enemigo y mande a la mierda las sutilezas. Necesitamos menos palabrería y más caña. Aunque la clase y la elegancia de Bond siguen con él, las finuras y las buenas maneras han pasado a la historia con un gran ¡Boom! causado por la granada de mano que te ha tirado Craig a la cara. Lo que yo os decía, ¡Estoy encantadísimo con este nuevo Bond!.
Bueno y esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado con la reseña. Un Saludo