Como cinéfilo empedernido y fanático de James Bond, llevaba queriendo ir a esta exposición desde que se anunció, y de eso ya hacía 4 meses. Pero la ajetreada vida de un estudiante a distancia y gigolo nocturno me impidió acercarme a verla hasta ayer. A menos de una semana de que la cerrasen al final conseguí pasarme por Colón y visitarla. Hay gente que apura, pero lo mío es de Juzgado de Guardia… ¿Y qué os puedo decir sobre ella? Que es un mausoleo viviente dedicado expresamente para los fans más acérrimos de 007. Si queréis conocer lo que esta ofrecía y mi experiencia con ella, seguid leyendo:
EL SUEÑO DORADO DE TODO FAN DE JAMES BOND
Justo la pasada mañana fui a verla con mi Padre (Ambos en modo Groopies Locazas a full Rendimiento) y, a pesar de los 11 Eurazos que costaba la entradita (Y eso tirando de descuentos de carné de estudiante), su corta duración y su escasez de complementos multimedia (Nada de narraciones en audio para el recorrido) me quedé muy satisfecho con ella. Ofrecía todo lo más característico y alucinante del mundo de James Bond. Desde la biografía de su creador, Ian Fleming y lo que se le pasó por la cabeza para crear el famoso espía, hasta todo lo relacionado con el propio personaje: Caracterización, moda, estilo personal, el mundo en el que se enmarcaba, villanos, localizaciones, armas, gadgets…
Absolutamente hasta el más mínimo detalle, concepto o curiosidad sobre la saga estaba representado en cada una de las salas con escueta información. Como una wiki oficial sobre el universo Bond en la que podías ver y tocar todo lo que más la representaba. Era casi un desafío hasta para los más enfermizos y obsesivos de los fans. Prácticamente papa y yo lo único que hacíamos era competir a ver quién sabía de qué película era ese objeto, vestido o arma que salía en cada uno de los expositores. Para ser una exposición un tanto pequeña, resultó ser el más extenso y alucinante documental en vivo sobre el mundo de 007.
LAS SECUENCIAS DE CREDITOS, OBRAS DE ARTE EN SÍ MÍSMAS
La exposición empezaba bien fuerte. Con un pasillo con montones de televisores donde te mostraban todas las intros y secuencias de créditos de cada una de sus películas para ver cómo ha ido evolucionando con el paso de los años. Desde Dr.No hasta Skyfall. Es de dominio público que estas secuencias de créditos son prácticamente ejercicios artísticos de primerísima calidad, pero siempre resulta interesante el comprobar de primera mano cómo se han ido adaptando al cambio de épocas y especialmente al cambio de ideologías y perspectivas que han seguido con ellos. Desde los cambios de tecnología y efectos especiales, hasta como representaban sutilmente un mundo cambiante frente a un personaje inamovible. Basta con comparar la intro de “Desde Rusia con Amor” y “Goldeneye” para hacerse una idea de cómo cambian las cosas en el mundo al cabo de 28 años.
Contrario a lo que creía en un principio, el museo estaba dividido por secciones temáticas y no por películas en su orden cronológico. Tras pasar por un pasillo con la forma de la icónica mirilla, te encontrabas con 8 salas que mostraban ámbitos distintos del mundo del agente secreto. La primera era “Oro” En la que como obviamente podréis deducir se dedicaba a la fuerte presencia que el oro ha tenido en la saga. Desde el traje dorado de Goldfinguer y el de su secuaz Pussy Galore, la chica asesinada bañada en oro,
OBJECTIVE A: RETRIEVE THE GOLDEN GUN: COMPLETED
OBJECTIVE B: KILL BARON SAMEDI: IN PROCESS
¡Hasta una puta réplica real de la Pistola Oro de Francisco Scaramanga! En ese momento casi me da un infarto cuando la ví! Era una reproducción exacta, componente a componente, de la icónica pistola de Christopher Lee. Con la pitillera, encendedor, gemelos y bolígrafo dorados. Te daban ganas de cogerla y ser el villano Chuloputas por excelencia! Y como colofón final de esa sección, también tenían el ¡Sombrero-Cuchilla de Odjobb! Los Feels de Goldeneye 007 de la N64 en ese momento estaban fuera de toda escala Más que la sala Golden, aquello era la sala Goldeneye oo7!
La siguiente sala se la dedicaban entera a Ian Fleming. Aquí se nos daba a conocer absolutamente todo acerca del padre de la criatura. Su familia, su servicio durante la 2ªGm, sus años en la inteligencia naval británica (Lo que fue la inspiración y catalizador para crear al famoso espía) incluso se nos mostraba auténticos pedazos de historia al enseñarnos la misma máquina de escribir que el mismo utilizaba para crear las novelas y guiones desde su casa de verano y hasta manuscritos de su puño y letra.
La tercera sala era “La Oficina de M” en donde se nos mostraba como era el diseño del cuartel general del MI6 y como ha ido cambiando su estructura y diseño según cada película. Era muy interesante el ver cómo ha evolucionado de ser un triste despacho de diseño Art Decó como se nos lo representaba en las clásicas de Sean Connery hasta verlo convertido en complejo laberíntico ultratecnológico que se asemejaba más a un nivel del Doom que vimos en El Mundo Nunca es Suficiente. También se nos mostraba la evolución de todos los actores y actrices que han encarnado a M y a MoneyPenny respectivamente. De entre todas las Monepenny me quedó con la última, Naomi Harrys, por ser un bombonazo y por ser la única que ha conseguido hacer sangrar a Bond. Y de entre todos los M, la elección es obvia: Judi Dench. La primera mujer en interpretar al jefedel MI6 y la primera en tener más cojones que toda la sección 00 junta. Veremos que hace Voldemor… Ralph Fiennes en Spectre, pero el listón está muy alto.
REGLA Nº1: NUNCA DEJES QUE TE VEAN SANGRAR
REGLA Nº2: TEN SIEMPRE UN PLAN DE FUGA
La 4ª sala era mi favorita: “La Sección Q” En ella se nos muestran absolutamente todos los cachivaches y gadgets que ha utilizado Bond en cada una de sus películas. Todas las réplicas de los artilugios de alucine que Q ha proporcionado a Bond estaban allí, al alcance de tu mano. Desde los más vanguardistas e impresionantes como el Bolígrafo-Granada o la pierna escayolada-Lanzacohetes, hasta los más casposos y avergonzantes como la escoba-radio. Incluso tenías en una vitrina con todos los Relojes Omega SeaMaster que se han llevados en la saga. Me quedo sin duda con el Omega Laser y Detonador de Minas del Goldeneye.
Hasta tenías otra parte de la sección Q dedicada enteramente a los vehículos de la saga. El clásico Aston Martin DB5 con ametralladoras y asiento eyectable (Que tenías el coche real aparcado directamente en la entrada. Y si, era una puta pasada) El Lotus Epirit Submarino de “La Espía que me Amo” o el BMW750 a radiocontrol de “El Mañana Nunca Muere” Aunque de entre todos los vehículos mostrados, el único real era el Aston Martin. El resto eran maquetas que se utilizaron para las tomas de riesgo. Pero era increíble el descubrir que crearon hasta maquetas de Lotus Esprits submarinas y a radiocontrol para asegurarse el máximo realísmo en cada escena.
CARAS DE POKER, NIVEL PROFESIONAL
La siguiente sala era “Casino” que es donde empezaba el verdadero glamour y clase que te mostraban en la franquicia. En ella nos mostraban los verdaderos entresijos del mundo del juego y el lujo que siempre se veían en los filmes de Bond. Desde la escenografía de los Casinos hasta el lujoso vestuario que lucían sus jugadores. Tenían una parte dedicada a todos los esmóquines en los que se había embutido nuestro agente secreto. Desde el clásico Esmoquin blanco de Connery hasta el que lució Craig en Casino Royale. Hablando de Casino Royale, incluso teníamos una reproducción fidedigna de la mesa de Texas Hold ‘Em de altas apuestas donde se jugaba la peligrosa partida entre Bond y Le Chiffre al final de dicha cinta.
Pero lo más interesante de esa sección es que nos enseñaban cada uno de los juegos de azar que habían cobrado su protagonísmo en la saga, junto con sus reglas y el modo de jugarlo. Yo la verdad es que no tenía ni idea de cómo se jugaba al Bacarrá o al Bangamon hasta ahora. Pero lo mejor es que también te daban detalles sobre cómo hacerte los mejores cócteles que se había tomado Bond hasta ahora ¿Querías saber cómo se hacía el “Vesper” de Casino Royale? Pues con 25ml de Vodka, otros 25ml de ginebra y una pizca de Kina Lillet (Vino Aromatizado) Cuanto más sabes… ¡Mejor te emborrachas!
AHHH, EL LASER MOONRAKER!
CUANTO DOLOR DE CULO LEVANTÉ CON ESTA MARAVILLA EN EL MULTIJUGADOR DE GOLDENEYE 007!
Y la 6ª sección era la guinda del pastel. Una sección dedicada a los villanos y a sus más ridículas excentricidades. Desde las típicas instalaciones secretas, sus malvados planes que tenían para destruir el mundo libre, y hasta sus “curiosas” vestimentas con esos kimonos y pijamas tan ridículos que llevaban el Dr. No. Esta sección molaba lo que no estaba escrito ya que había una parte dedicada a las armas más raras y carismáticas que llevaban cada uno de los villanos. Te exponían desde el Zapato Puñal de Rosa Klebb, el revolver dorado de Goldginger, la ya mencionada pistola de oro de Scaramanga, la pistola de aire comprimido de Cananga y, lo mejor de todo: El Fusil Láser de Moonraker! ¡Uuuuy los feels de Goldeneye!
Y la última sección era la llamada “Palacio de Hielo” cuya temática era todas las persecuciones de la saga Bond sobre terreno nevado, ya sea en montañas o glaciares. Era como un tour para ver cuántas veces Bond se ha lucido por las nieves ya sea sobre Skis o con sus vehículos personalizados. Pero también impresionaba el grado de cariño y cuidado con el que nos mostraban hasta el último detalle. Te mostraban desde una maqueta del palacio de hielo de “Muere otro día” hasta la funda del chelo Stradivarius que utilizaba Bond a modo de tabla de Snow improvisada para deslizarse hasta la frontera con Austria en “007: Alta Tensión”
MAQUETAS, DISEÑOS DE PRODUCCIÓN, STORYBOARDS…
TE MOSTRABAN HASTA EL MÁS MÍNIMO DETALLE SOBRE LA CREACIÓN DE LAS PELÍCULAS
Y digo que esa era la última porque la que tocaba después era una descaradísima tienda se souvenirs con unos precios insultantemente desorbitados y pocos artículos de interés más allá de los típicas y tópicas tacitas, postales y artículos de merchandising barato a precio de oro. Ya que la exposición era temática, a esa sección podrían haberla llamado perfectamente “Dolor Anal” muy idóneo para cuando te den el recibo.
Ya lo sé, tienen que hacer negocio de alguna manera, pero coño que pongan productos baratos y, sobretodo, atractivos para el verdadero fan. De entre todos los artículos de merchandísing que tenían y no ni un poster de las películas. Con la ilusión que me hacía llevarme un poster de Moonraker o Alta Tensión… Pues no, por lo visto sale más a cuenta poner los posters en putas tacitas y postales enanas. Aunque bueno, tenían todas las películas en DVD y Blu-Ray remasterizadas y en buena calidad. Me hubiera animado a completar mi colección de James Bond en Blu-Ray hasta que vi los 20 Pavazos que costaba cada uno de ellos. Pero que huevazos…
LA TARJETA DE CREDITO MÁS GRANDE DEL MUNDO
ESPERO QUE NO ME LA RECHACEN…
Y, siendo enteramente honesto y objetivo, eso no fue lo único que me molestó durante la visita. Hagamos balance de los pequeños, pero numerosos pellizcos en las pelotas que me dio la exposición. Primero: El precio tan desproporcionado de la entrada. Llegarían a ser 15€ si no llego a sacar mi carné de estudiante. Segundo: El museo es muy pequeño. Siendo muy cuidadoso y examinando cualquier cosa hasta el más mínimo detalle, el museo te lo puedes ver enterito en 1 hora. Y Tercero: No se podían sacar fotos (Como habéis visto, he seguido dicha regla a la perfección…) Pero coño, por esa salvajada de sablazo que me habéis hecho con la entrada, dejadme al menos inmortalizar algunas de las exposiciones que tenéis allí. Y no me vengáis con las gilipolleces de Copyright porque eso es una excusa zafia que esconde un motivo mucho más rastreo: Que pase más gente por caja, obligando a comprar más entradas a todo aquél que quiere ver de qué va la cosa.
Pero a pesar de todas esas molestias, es una magnífica exposición. Un fantástico museo y homenaje a James Bond y todo lo que representa. Es corto, pero intenso. Con solo una hora y 7 salas ya has devorado hasta la última y más ínfima curiosidad sobre cada una de las películas de la saga. Es caro, pero si eres fan de Bond, es completamente amortizable. Admitámoslo, si eres un fanático de 007 que también vive en la capital, probablemente ya te habrás visto la exposición mucho antes que yo… Y lo de los souvenirs… NO, eso no tiene perdón de Dios… ¡Da igual que la exposición sea cojonuda! Que me la claven en la entrada, para luego que me la vuelvan a clavar en la salida, es putamente inexcusable. Y el tema de las fotos es otro ejemplo más de las tácticas de usurero que utilizan los museos para asegurarse más clientela y más compras de souvenirs de mierda. Y por esto pasa ya en todos los museos de la ciudad. Y luego se preguntarán por qué ya no viene tanta gente que antaño…
En fin, después de todo ha sido una grata experiencia. Espero que lleven la exposición a otros lugares de España y que anime al gobierno a formar otras exposiciones culturales sobre cine porque da para mucho. Bueno, con esto acabo la reseña de hoy. Un Saludo a todos.