Durante los años dorados de Rockstar, aquella maravillosa época de los GTA: Vice City, Manhunt y San Andreas donde a la compañía le importaba más sacar buenos juegos que motores gráficos, decidieron sacar una adaptación del clásico de Walter Hill: The Warriors. Y lejos de ser una mera adaptación de una película añeja, se convirtió en la joya más reluciente de su corona. Un testimonio de peso de que se aún se podían hacer beat’em ups de calidad en la era de los 128 bits y de que se podían crear auténticas genialidades basándose en una licencia fílmica.
Su calidad era incuestionable. Me lo habré jugado como 3 veces ya. La primera en cuanto salió en PS2, luego otra en su versión de PSP. Y ahora, 10 años después, he decidido darle otra vuelta tras agenciármelo por 1€ en la store de PS3. ¿Ha aguantado el tipo tras tanto tiempo? ¿Sigue siendo tan bueno como lo fue en su día? ¿Sigue dando tanto gusto partir caras ahora machacando botones como lo fue entonces? Averigüémoslo pues:
CALLES SUCIAS Y DECADENTES, CRIMEN Y BANDAS POR TODAS PARTES
BIENVENIDOS A LA SAN BLAS DE 2015…DIGO EH….A LA NUEVA YORK DE LOS 70!
Si primero queremos comprender lo que supuso este juego y lo que supone ahora, deberemos comprender las cotas de calidad que alcanzó y lo que representaba. Los de Rockstar podrían haberse limitado a realizar una adaptación paso a paso de los eventos más importantes de la película, de lo que sale en pantalla y nada más. Pero Rockstar quiso ir un paso más allá y decidió crear su propio universo basado en la película. Tanto es así que los eventos que discurren en ella son tan solo el último tercio del juego.
Y cuando digo que crearon un Universo, me refiero enteramente a todo el sentido que otorga dicha palabra. RockStar se esmeró al máximo para representar calle a calle, la decadente, sucia y miserable Nueva York de finales de los 70. Desde cada barrio, cada banda y cada carretera, todo nos metía de lleno en esa peligrosa jungla urbana donde las bandas mandaban en cada calle cuando caía la noche.
Y esto es doblemente loable, pues el juego no solo consigue transmitirnos lo que representaba la película, sino lo que se respiraba y sentía en aquella tumultuosa época de decadencia, criminalidad y abrupto cambio en la gran urbe norteamericana. Jugar este juego no solo era meterse en el ambiente de la cinta de Walther Hill era meterse en los ambientes de Taxi Driver, Mean Streets o Death Wish. El submundo más oscuro de la famosa ciudad. Un viaje directo al callejón trasero más sórdido de Nueva York.
¡AH, EL HERMOSO CONTRASTE ENTRE LA OSCURIDAD NOCTURNA, LAS LUCES DE NEÓN Y LA SANGRE VOMITADA!
Pasando a reseñar el apartado gráfico, en su momento fue un portento alabado tanto por crítica como por el público. Pero ¿Y ahora? ¿Hace daño a la vista como la gran mayoría de juegos de PS2? ¿O consigue impresionar aun a día de hoy? En parte si, en parte no. Empecemos por lo que sí ha aguantado el tipo: Todo lo que se refiere a entornos y los objetos que lo componen estás realizados con gran tino. Hasta la más enana botella de cristal rota está modelada con escrupuloso detalle. Y no es para menos, puesto que tendremos que utilizar cualquier objeto del entorno para defendernos.
Los efectos de iluminación también se llevan un sobresaliente. El genial contraste entre la noche cerrada y los carteles de neón de los edificios colindantes sigue siendo increíble. Por no hablar de los efectos climatológicos. Todavía yo me sigo quedando alucinado al notar ese color sepia tan chulo que baña todo el ambiente cuando estás luchando en mitad de un atardecer veraniego. Pero si hay algo digno de alabar incluso a estas alturas es el apabullante nivel de detalle de los protagonistas. Los modelos de los protagonistas lucen exactamente igual que en la película. Tienen animaciones faciales muy cuidadas y no son robots que hablan por telepatía. Mueven la boca y tienen una gran paleta de expresiones bastante cuidadas.
TIO, UN PAR DE LINEAS ROJAS MÁS, Y TU CARA SERÍA EL MAPA DE LA LINEA 2 DEL METRO…
Pero lo más importante, es el nivel de detalle de los daños que reciben. Cuando recibimos una buena paliza vamos a notarlo claramente con solo echarle un vistazo a nuestro personaje. Veremos cómo paulatinamente su cara y cuerpo se van llenando de moratones, cortes, cicatrices y sangre por todas partes. Joder, si hasta cuando nos atacan con un bote de spray en la cara, veremos como todo el jeto de nuestro prota está repleto de pintura. Es increíble el ver como un juego de hace 10 años tiene un mayor nivel de detalle en modelos de personajes y en sus daños sufridos que en un juego actual. Y por otro lado muy triste el comprobar como el modelado de un juego de 10 años puede ganar a algunos titanes actuales de la industria al ver que ni sus protagonistas mueven la boca para hablar.
Y ahora la parte mala. Si bien es cierto que los personajes que controlamos tienen un nivel envidiable de detalle, el resto de los Npcs no tanto. Es bastante cutre el comprobar que todo aquel que no sea uno de los Warriors resulte más un muñequito de Playmobil con nula expresividad que un ser humano. Aunque curiosamente esto no se aplica a las bandas rivales y los enemigos. Pues tienen el mismo nivel de detalle que nuestros protagonistas. Lo cierto es que resulta extraordinariamente agradable el ver las evidencias de la soberana paliza que le estamos pegando a uno con solo ver su cara reconvertida en un mapa de carreteras.
PARTIRLE LA CARA A UN CHULOPUTAS EN MITAD DE UNA PISTA DE BAILE A RITMO DE MUSICA DISCO
ESO AMIGO MIO, SON LOS AÑOS 70
Quizá esta regla solo se aplique a los NPCs que están de relleno en el entorno. Supongo que los de Rockstar tendrían que ahorrar carga gráfica por alguna parte… Pero lo que no tiene excusa alguna son las cinemáticas del juego. Han envejecido extraordinariamente mal. Con unas animaciones robóticas y ortopédicas para los personajes y texturas de cartón piedra que afean enormemente su apartado visual. Y es una enorme lástima porque el contraste de calidad entre las cinemáticas y el aspecto gráfico ingame es demasiado grande. Mientras en el propio juego se ve de lujo, las cinemáticas se ven como el puto culo. La verdad, si se hubieran limitado a realizar las cinemáticas con el propio engine del juego, les hubiera quedado un acabado 10 veces mejor.
El apartado sonoro es simplemente perfecto. Con unos efectos de sonido perfectamente reconocibles y muy bien trabajados, podremos reconocer y diferenciar instante el fresco y gratificante sonido de apuñalar carne humana, del de aplastar a uno con un ladrillo en la cara. Coño, yo diría que hasta apuñalaron a algún pobre técnico en las pruebas de sonido con tal de que les saliese el sonido perfecto…
Y ya la música es sensacional. No solo los de Rockstar ponen todos los temazos que sonaban en la cinta, sino que también se animan a poner los exitazos de máquina más sonados de aquella época. Con una gran variedad de canciones de música disco, Rock, Pop y Soul que varía en función de donde nos estemos dando de tollinas. Y os tengo que confesar que resulta enormemente placentero el aplastarle la cara a alguien con un taburete de madera mientras estas bailando y escuchando a todo trapo Knock on Wood de Amy Stewart. Os dejo un listado de las canciones más cojonudas de toda la banda sonora:
GENIAL, AHORA IMITADORES DEL JOKER SE UNEN A LA FIESTA.
¿NO TENÉIS SUFICIENTE CON JARED LETO?
Y ya pasando a la jugabilidad os preguntaré algo: ¿Qué es lo que hace que un juego sea grande? Que no se limite a nada. Que ofrezca de todo sin acotarse a un solo género. Pero claro, que lo haga bien. Y este es el ejemplo de libro. Con The Warriors no tenemos un solo juego que disfrutar, sino 3. Un Beat ‘Em Up endiabladamente divertido como los de antaño, un sandbox con bastante libertad y posibilidades, y un juego de lucha multijugador al que le echaremos decenas de horas. Y cada uno de estos géneros, que no parecen pegar ni con cola, los tenemos en una sinergia perfecta que da como resultado uno de los productos más completitos que Rockstar os ha ofrecido.
Por un lado, la vertiente de Beat ‘Em up la tenemos presente en un gameplay basado en ir avanzando por la calle apalizando a todo aquél que nos mire mal con sencillas combinaciones de botones que no pararemos de machacar. Un Brawler tridimensional en donde tendremos total libertad para hacer lo que queramos. Fácil de aprender con unos combos sencillos que alternan los botones X y Cuadrado, junto con agarres y llaves con el botón círculo, pero a la vez con un variado plantel de movimientos bastante desafiante de dominar.
EN TODAS LAS MISIONES TENDREMOS OBJETIVOS SECUNDARIOS MUY VARIADOS
DESDE ROBAR RADIOS DE COCHE, ROBAR TIENDAS, ROBAR A VIANDANTES...
ROBAR, BÁSICAMENTE….
Y todo ello con cientos de oportunidades ambientales que podremos aprovechar. Desde usar la pared para reventarle la cara a uno, hasta utilizar cualquier clase de objeto que nos encontremos por el suelo y usarlo como arma contundente. Desde bolsas y cubos de basura, hasta palos de madera, botellas, ladrillos, tuberías, etc… Rockstar sabía que cualquier cosa que pilles por el suelo en una sucia pelea callejera puede ser el arma que te de la victoria. Así que cualquier cosa que veas por los alrededores puede valerte como tal. Ningún otro juego parecido ha conseguido tener un arsenal tan enorme y variado. Y eso es precisamente porque el juego te brinda la posibilidad de pillar prácticamente cualquier cosa y utilizarla como arma. Eso es darle dinamismo al combate joder.
Por otro lado contamos con el elemento sandbox del título. El juego tiene un sistema de misiones lineal y cerrado, y puede que no te brinde tanta libertad como en un Grand Theft Auto, pero dentro de su linealidad te permite un cierto grado de libertad con el que disfrutar haciendo el cabra tanto como quieras. Me explicaré: El juego tiene misiones lineales sí, pero dentro de ellas tienes todas las calles para hacer lo que quieras y muchas más cosas que hacer que hostiar al personal. Desde atracar tiendas, robar las radios de los coches, pintar grafitis, destrozar el mobiliario o desbalijar a viandantes que pasan por la calle. La misión muchas veces suele ser un mero contexto para sacar nuestro demonio interior y comportarlos como enemigos públicos tal y como hacíamos en GTA: San Andreas.
SIEMPRE TENDREMOS TOTAL LIBERTAD EN LAS MISIONES PARA HACER EL GILIPOLLAS TANTO COMO QUERAMOS
ES COMO UNA FUSIÓN EXTRAÑA Y DELICIOSA ENTRE UN GTA Y UN BEAT ‘EM UP
Es más, todas las misiones cuentan con varios objetivos secundarios que podremos completar para desbloquear cientos de extras para el resto de modos de juego. Secundarias como grafitear las marcas de otras bandas, robar X radios o Tiendas, matar a un determinado número de pandilleros, etc. Eso potencia enormemente su rejugabilidad. Por no mencionar que no hay nunca 2 misiones iguales. Cada una de ellas es un mundo distinto que cambia completamente el esquema jugable. En unas tendremos que destrozar el cuartel de una banda rival, en otras huir de otra más poderosa usando el sigilo, luego hay otra en la que participaremos en un concursos de grafiteo, etc… Es como si fueran las alocadas misiones de cualquier otro GTA pero en el universo de la película. La verdad, para ser un Brawler aquí lo último que hacemos es hostiar…
Y para redondear, el elemento sandbox se triplica al tener siempre la oportunidad de Explorar libremente Coney Island y el cuartel de los Warriors entre misiones. Sirviendo como un gran Hub en donde poder hacer de todo. Desde mejorar a tus personajes haciéndoles entrenar duro con un sencillo minjuego, jugar niveles extras que hayas desbloqueado o rejugar anteriores, entrar al modo batalla… Y luego tendremos Coney Island enterita para explorarla cuanto queramos y realizar más misiones secundarias. Como “Apatrullar” el barrio y defenderlo de ataques de otras bandas. En definitiva, si nos ponemos amesurar todo lo que ofrece el juego principal entre misiones, secundarias y el modo libre de Coney, nos vamos a hartar de contenido. Pero eso es tan solo la mitad de lo que ofrece.
ME DA QUE ESTO NO ES UNA TERAPIA EN GRUPO PARA EL CONTROL DE LA AGRESIVIDAD…
Porque todavía disponemos del modo batalla. Que básicamente es el modo multijugador. Pero no uno cualquiera que solo se limita a ofrecernos combates de 2 contra 2, todo lo contrario, porque aquí también tendremos otro porrón de modos de juegos tan alocados y absurdos que es para darle una puta legión de honor al genio que se les ocurrió. Desde las típicas batallas campales, hasta putas idas de olla como “Llevar a Mary” (Capturar la bandera, pero con tía de la peli) “Carrera de lisiados” (Si, como lo leéis. Con una silla de ruedas a toda hostia por todo Nueva York) y poder jugar toda la historia en cooperativo. Y todo ello con los personajes más descabellados que hayamos podido desbloquear durante la campaña. ¿Queréis una pelea de Putas Vs Mendigos? ¡Pues podéis hacerlo! Quizá no os podáis volver a mirar en la cara… ¡Pero podéis hacerlo!
En definitiva, un juegazo como una casa que divierte un huevo y ofrece el otro por descontado. Puede que el apartado gráfico esté algo desfasado en algunos aspectos, pero el juego en sí mismo y las infinitas horas de diversión que contiene son atemporales. Ha envejecido como el buen vino. No lo miréis como un Beat ‘Em Up al uso, no lo miréis como un sandbox en miniatura ni tampoco como un juego de lucha. Mirado como todo a la vez. 3 juegazos por el precio de uno, y uno de los mejores títulos que ha parido Rockstar en toda su historia. Ya estáis tardando en pillároslo en PS2, Xbox, PSP, en el Store de PS Network, en Amstrad, Spectrum, Coleco-Visión ¡Donde sea coño! y al precio que sea. LO VALE, JODER. LO VALE.
NOTA: 9,5
Bueno, aquí acaba el análisis. Espero que os haya gustado. Un Saludo a todos.