Retomando otra de mis secciones clásicas, en esta ocasión me gustaría hacerlo a lo grande. Con 3 veces más emoción y 3 veces más parrafadas. Así que vamos a subir el listón 3 veces más y reseñar 3 personajes de una sola vez: El elenco protagónico de la última obra de Rockstar. Michael, Trevor y Franklin.
Mira que habré tenido mis más y mis menos con GTA V, un juego que ha conseguido impresionarme y decepcionar a partes iguales casi simultáneamente. Un juego que, cuando conseguía alcanzar la excelencia en varios puntos, se daba un batacazo bestial en muchos otros más. Pero hay una cosa que indudablemente hizo bien: Sus Protagonistas. Cada uno de ellos una vuelta de tuerca al género criminal y una manera muy original de reenfocarlo. Pasemos pues a desgranar estas 3 interesantes personalidades en profundidad:
Los 3 son un batiburrillo de todos los productos culturales más variopintos que han poblado el género del drama criminal y policial. Y sin limitarse a un solo ámbito, bebiendo del cine, las series de televisión y hasta de otros videojuegos. Y con esa enorme fuente de inspiración con la que saciar la sed, Rockstar supo digerir un trio de personajes muy diferenciados y genialmente desarrollados. Todos y cada uno con sus propias motivaciones y preocupaciones. Cada uno persiguiendo sus propias y distintas metas que les acaban arrastrando a lo más profundo del submundo criminal
Empecemos con Michael de Santa, el más interesante de entre los 3 en mi opinión. Y todo por ser una reinterpretación de uno de los criminales más famosos del celuloide: James McCauley, el frio, calculador y profesional atracador que genialmente encarnaba Robert De Niro en la película Heat. Más que una reinterpretación, estaríamos ante What If sobre el destino final del atracador en los últimos compases de la cinta.
Imaginaros por un momento que McCauley sobrevive a los acontecimientos del film. Consigue escapar con el botín y logra retirarse del negocio forrado hasta las trancas. Viviendo una aburrida y vacía vida pero montado sobre los lomos del Dólar. Pues ese sería Michael. El polo opuesto al personaje de De Niro y a la vez una completa reinvención del criminal profesional que estamos acostumbrados a ver en el cine.
Michael sigue siendo el frio y profesional atracador que fue en su momento, pero por otro lado también trata de ser un buen marido y padre de familia, que lucha constantemente por dejar de lado su turbio pasado criminal. Ser un hombre de familia no es fácil, y mucho menos tras haber sido un despiadado asesino y afamado atracador de bancos. Por lo que huelga de decir que muy pocas veces su familia le toma en serio al no ser precisamente un icono de la ética y rectitud moral.
¿Su mujer? Una puta. ¿Su hija? Una aspirante a puta, ¿Su hijo? Ya directamente un vago y un gilipollas. Para un hombre cuyo sueño era retirarse del negocio, sentar la cabeza y formar una familia, hay veces que esos sueños acaban convirtiéndose en una pesadilla. Otro claro ejemplo de hay que tener cuidado con lo que se desea, podría hacerse realidad. Pero un destino muy obvio si lo llegamos a penar. Un hombre que ha tenido una vida desestructurada y caótica, no puede esperar otra cosa que tener una familia desestructurada y rota.
Y eso es lo más fascinante de este personaje. El ver como un tío que ha dedicado parte de su vida a asesinar, atracar, apalizar y defraudar a todo aquel que le rodeaba, ahora, en el segundo tercio de su vida intenta ir por la vía limpia, legal y respetable. La interminable lucha interna que tiene Michael por volverse un hombre respetable por un lado, y la de no caer en la tentación de volver a delinquir por el otro es sencillamente lo mejor que la narrativa de Rocskstar nos podía dedicar.
Michael es la viva imagen del criminal de éxito, del criminal que vive el sueño americano pero quiere despertar. El que está hasta los cojones de fingir ser otro aburrido ricachón y quiere volver al fregao para sentirse vivo de nuevo. Y todo ello por una sencilla razón que el mismo nos narra: “Porque se me da Bien” Un animal que no puede negar sus violentos instintos por muy rodeado de clases de Yoga y Psicólogos caros que esté. Un criminal que por muchos Yates y caserones que tenga, jamás dejará de ser un criminal.
Por otro lado Tenemos a Franklin Clinton, el cual a primera vista puede engañar muchísimo al pensar que estamos ante otro caso del negro gangsta pandillero de los barrios bajos. Pero nada más lejos, porque estamos también ante otra vuelta de tuerca de otro cliché del género criminal. Un vuelco total al tópico del pandillero que tanto nos hemos hartado de ver. Es toda una peineta a todo aquello que significó las bandas y que poblaron Los Angeles a principio de los 90.
Franklin es sencillamente un tipo que quiere alejarse de toda esa mierda. Olvidarse del “Todo por el barrio” porque sabe de sobra que más tarde o más temprano el barrio acabará con él. El que piensa un poco con la cabeza para procurar que no se la vuelen al salir a la calle. Un tio que comprendió con el paso del tiempo que toda esa mierda de las bandas y el barrio solo le han traído cientos de problemas.
Pero por otro lado, tampoco es un tio que quiere dejar el mundillo. También sabe de sobra que volverse legal no es la mejor forma de prosperar para un negro que acaba de salir del gueto. Salir de territorio de bandas para acabar de empleado en una hamburguesería no es el más glamuroso de los destinos. Franklin quiere seguir en el juego pero a lo grande, jugar en la primera división, en las grandes ligas, donde está la pasta. Y Michael es su gran oportunidad.
Es muy interesante escuchar cada una de sus conversaciones con sus antiguos colegas de barrio. Ver que ya está harto de “Ser el negrata de alguien” y de intentar razonar con sus colegas sobre las soberanas gilipolleces que están haciendo, te dice mucho sobre lo más o menos bien amueblada que tiene la cabeza nuestro amigo Franklin. Aunque por otro lado, no deja de ser un poco hipócrita el querer dejar todo el mundillo, pero no querer dejar de ganar pasta gansa robando. Pero a fin de cuentas, a todos nos gustaría tener una casa y un yate sin procurar que no nos matasen ¿Verdad?
Y si llegamos a ahondar más todavía en lo que representa, Franklin llega a ser el directo opuesto de otro protagonista de un GTA, Carl Johnson. Mientras que CJ lo arriesgaba absolutamente todo por el barrio, sus colegas y sus hermanos, Franklin está harto de arriesgar su vida por algo que prácticamente no compensa y solo conseguirá que le maten. Por lo que podrían decirse que Franklin representa algo más que un personaje, representa un cambio de mentalidad de Rockstar. Un Fuck You! a CJ en toda regla, una declaración firme de que los días de gloria de los gansgtas y pandilleros han pasado.
Y finalmente tenemos a Trevor Phillips. Trevor es….Bueno, simplemente es Trevor. Para resumíroslo adecuadamente es el chalado hijo de puta más pinzado que hayáis controlado nunca en un juego de Rockstar (Y mira que hemos controlado chalados) Trevor es un psicópata de libro. Aunque ciertas personas le importan y puede llegar a demostrar emociones por alguien en varios momentos, a Trevor Impulsivo no le importa matar, torturar y perjudicar a cualquiera que se le cruce en sus más que egoístas motivos.
Trevor, aunque no se inspira en ningún personaje ficticio en particular es un calco punto por punto del manual de trastornos mentales agresivos. Trevor es narcisista, manipulador, psicopático, impulsivo, violento, mentiroso patológico… Nombra un trastorno mental que tenga tendencias agresivas y violentas al azar y probablemente Rockstar lo haya copiado al pie de la letra para dibujar la personalidad de Trevor
¿Y que se obtiene al crear una de las personalidades más violentas e impredecibles que hemos visto en un videojuego? Pues un puente entre lo que supone la trama de GTA y los que juegan a GTA. Una magnifica forma de aunar la historia más o menos seria del título, con el alocado y trastornado jugador medio de Grand Theft Auto. Trevor no es más que el simple reflejo del jugador medio de Gran Theft Auto.
Pensado bien. La razón de ser de este personaje no es otra que la de intentar casar el comportamiento genocida y antisocial del jugador medio, con la trama medio seria del título. No casaría mucho el ver como Michael se divierte atropellando putas y tiroteando abueletes, para luego verle en una cinemática intentando ser un padrazo con cierto grado de rectitud moral, ¿Verdad? Pues ahí está Trevor, una magnifica manera de trasladar todas nuestras locuras jugables a un punto de vista narrativo. Incluso gracias a él regresan viejos modos de juego que dábamos por olvidados, como las endiabladamente divertidas Masacres. Y solo por eso le estaré eternamente agradecido a Rockstar.
Cada uno de estos personajes es un gran compendio de todo lo que ha hecho grande el género criminal en casi todos sus ámbitos. Cine, Televisión, incluso otros videojuegos, pero al mismo tiempo una reinvención de todos los estándares que lo componían. Dándole una gran bocanada de aire freso. Como ya dije, GTA V tendrá ciertas cosas que me gustaron y otras muchas que no, pero no ha lugar a dudas de que sus protagonistas son de lo mejor que esta nueva entrega nos ha ofrecido.
Y aquí acaba la reseña de hoy. No os preocupéis por vuestras sugerencias, están todas anotadas y las realizaré en la próxima reseña ahora que he revitalizado un poco esta sección. Un Saludo a todos.