En la tradicional marea de sanguijuelas digitales que solemos llamar DLCs, uno de vez en cuando se encuentra con contenido de calidad (O ya directamente con contenido y no puro humo) que no solo se limita a darnos más horas de juego para nuestro título favorito sino que expande la historia ofreciéndonos muchos detalles y atando los cabos sueltos que esta pudo dejar.
Este es el caso de la expansión Panteón Marino de Bioshock Infinite. 2 Episodios que, tras la merecida tormenta de mierda que sufrieron a causa de su excesivo precio de lanzamiento, el tiempo (Y la consiguiente bajada de precio) ha conseguido poner en el sitio que merecen. 2 fantásticas oportunidades para seguir disfrutando de más Bioshock y seguir fascinándonos con su genial ambientación e historia. Si queréis saber de qué tratan, seguid leyendo este análisis:
Gran parte del reconocimiento que les doy a estos episodios es que son 2 caras distintas de la misma moneda. Ambos con su propio argumento, ambientación temática y fórmula jugable. Más que 2 expansiones podría decirse que tenemos 2 juegos distintos en miniatura. Y eso es lo que hace grande estas expansiones: 2 experiencias totalmente distintas que nos aguardan tras completar el juego principal.
El primer episodio es un regreso a lo que mejor caracterizó a la saga en sus orígenes, al mismo tiempo que da una vuelta de tuerca a la ambientación que esta franquicia nos ha acostumbrado a visitar. En este episodio regresaremos a Rapture pero la experimentaremos desde una perspectiva totalmente diferente e innovadora. Para empezar, el argumento es un genial y sentido homenaje al cine negro más clásico.
Aquí encarnaremos a un Booker De Witt que trabaja como el clásico detective privado en sus horas más bajas. Decadente y alcohólico, armado con su distintiva gabardina y revólver, Booker será contratado por una Elizabeth que interpreta a la característica femme fatale cuyos encantos le será imposible ignorar. Su misión: Investigar la desaparición de una niña, una Little Sister y encontrarla antes de que sea demasiado tarde.
Hay juegos que tienen un comienzo cojonudo, y luego están los que nos permiten jugar a una película de cine negro. Desde los primeros instantes se nos transporta a una versión Noire del universo de Rapture encarnando a lo más parecido a un Humphrey Bogart submarino. Y no hace falta decir a estas alturas que, la ya de por si inmejorable ambientación del Bioshock original, juntada con esa estética y temática del cine negro es un Epic Win como una casa.
Pero los cambios en su ambientación no se quedan solo ahí. Volveremos a visitar la utopía submarina de las 2 primeras entregas sí, pero la experimentaremos como nuca antes la hemos visto en la serie. Visitaremos Rapture en funcionamiento. Por primera vez podremos ver cómo era la vida corriente en Rapture cuando todo iba como la seda. Podremos por curiosear las calles de Rapture cuando la gente convivía en ellas con total normalidad.
Por primera vez tendremos la oportunidad de movernos por Rapture antes de que estallase la guerra civil, la locura de los Splicers y que todo se fuese a la mierda. Y en ambos episodios se nos va mostrando poco a poco los motivos del levantamiento, las razones tras el desastre, la caída de Fontaine, el auje de Atlas, etc…la verdad, uno se habría cansado bastante si de nuevo hubieran tirado con la imagen desmoronada y destrozada de Rapture en este DLC. Por lo que enmarcarla como la utopía que todos nos imaginamos en su comienzo ha sido todo un acierto.
Respecto a la jugabilidad se puede resumir en un retorno lógico a la fórmula del primero. A diferencia de Infinite, aquí se vuelve un poco a los toques de escasez y gestión de recursos que evidenciaba el primero dándonos esa pequeña sensación de survival. A diferencia de las copiosas cantidades de munición y poderes que teníamos en Columbia, en Rapture se regresa a esa tendencia que nos obliga a combinar poderes, munición y oportunidades del entorno con sabiduría si queremos sobrevivir. O que directamente nos han limitado un huevo el inventario y la ceguera que me producía el haber extrañado tanto el original me ha impedido ver la realidad.
Aunque en definitiva, la formula sigue siendo igual de divertida y satisfactoria. Pero no todo es de color de rosas en esta entrega, ya que este episodio refleja un enorme problema que empaña todo el resultado final. Un tiro fallido que hubiera sido mortal de no ser por su segundo Episodio: Su duración. Y es que, en menos de 2 horas y media daremos boleto a este capítulo y nos habremos completado la historia al 100%. Una duración que, a pesar de ser un DLC es excesivamente corta a pesar de dicha condición. Pero como he dicho, es la segunda parte de esta expansión lo que le salva de la quema.
En la 2ª parte de Panteón Marino, todo los problemas que evidenciaba la primera son resueltos cambiando todo lo que conocíamos pero a lo bestia. Para empezar la jugabilidad la dan un vuelvo de 180 grados. Cambiando completamente el esquema jugable de shooter con toques de supervivencia y rol a juego de sigilo y de infiltración. Y es que, como si de un Dishonored o Thieft se tratase, en esta ocasión el juego cambia su enfoque a un juego de sigilo en primera persona en toda regla.
Esa es la principal novedad de este título. El cambio total a un juego de infiltración. Y muy solvente y bien ejecutado en mi opinión. La jugabilidad se basa en los tropos del género que hemos mil veces hemos probado ya: El de eliminaciones silenciosas por la espalda, armas silenciosas como ballestas a lo Dishonored y distraer escabullirse de los enemigos sin ser visto. Pero más allá de quedarse como una simple aproximación al género, el juego trasciende en algunos aspectos. Dándonos opciones jugables bien asentadas en otros juegos de sigilo, pero al mismo tiempo otras con las que sus competidores no contaban.
Por ejemplo, el andar agachados no será sinónimo de silencio total e invisibilidad. Deberemos tener cuidado de no pisar agua o cristales rotos pues los enemigos oirán al instante nuestras pisadas y reaccionarán en consecuencia. Los plásmidos en lugar de ser ofensivos, nos darán poderes que potenciaran el sigilo como mirar a través de las paredes o tener invisibilidad momentánea. Y también tendremos artilugios con lo que distraer a los enemigos. Tiene solo algunas mecánicas originales, pero tanto esas como las que cogió prestada de los grandes del género funcionan a las mil maravillas.
Tampoco es un juego de sigilo permisivo. Aquí no hay opción para el error y mucho menos para el combate abierto. Independientemente de la dificultad seleccionada, con tan solo 2 impactos vamos derechitos al hoyo. Por lo que deberemos calcular cuidadosamente nuestros movimientos y, en ciertos momentos, pasar de cazar a los enemigos y centrarnos en evitar el combate a toda costa. A ver, siendo honestos no es que sea el mejor exponente de los juegos de sigilo, pero es tan solvente como cualquier otro bien hecho. Y como en cualquier otro juego de sigilo bien hecho, consigue transmitirnos esa satisfactoria y genial sensación de creernos un puto ninja silencioso al escabullirnos/pulirnos una zona entera de enemigos.
Y, como he dicho antes, este episodio resuelve la mayor cagada del anterior duplicando la duración generosamente. Sobre unas 5 horas tardé yo en pasarme al completo el 2º Episodio. Una duración sorprendente para lo que es considerado como “La parte 2 de un DLC” Aunque claro, siendo objetivos hay que considerar muchas variables.
Os estoy hablando de 5 horas tras completarlo al 100% y con todas las secundarias y coleccionables incluidos. Amén de que el juego se vale de algunas tácticas zafias como un poco de backtracking descarado para alargar artificialmente algunas fases. Sin olvidarnos de que al cambiar la jugabilidad a un enfoque más pausado y deliberativo como es el del sigilo, la duración obviamente se ve repercutida. Pero con todas esas consideraciones sigue siendo el mejor contenido del pack de descargables de Bioshock Infinte. Y otra de las razones para ello es lo que supone su historia.
Si muchos de vosotros a día de hoy todavía estáis digiriendo la pedazo repaja y übergalimatías que supuso el final de Infinite, este segundo DLC ata todos los cabos sueltos que dejó con un final incluso más mindfuck todavía. Un poco forzado para ser objetivos pero igualmente genial y follasesos si cabe. Pero a diferencia del final de Infinite, este no resulta tan abrupto y podremos ver que las cosas que no comprendíamos anteriormente van cobrando cada vez más sentido según vamos avanzando y acercándonos al desenlace.
Y eso denota una buena forma de construir un buen climax que, a pesar del enorme batiburrillo de cremita que nos va a hacer tragar, sabe cerrar el argumento de la serie con un brochazo excepcional. No puedo deciros nada más sin entrar en Spoilers. Sencillamente os diré que todo aquello que dejó en el aire toda la saga entera, aquí tiene un final lógico y cerrado que, a pesar de quedar un poco forzado, logra concluir el pedazo mindfuck que dejó tras de sí con total sentido.
En definitiva 2 episodios, 2 juegos distintos y 2 historias distintas. Cada uno con sus diferentes esquemas jugables, con sus puntos fuertes y sus puntos a mejorar. Pero sin duda alguna una magnifica forma de cerrar el arco argumental de Infinite y de la trilogía original continuando con una historia encomiable pero ofreciendo posibilidades jugables completamente nuevas.
Si tenéis la oportunidad de verlos en oferta, os recomiendo que os los pilléis sin dudarlo. Siempre y cuando esté en oferta ¡Ojo! Pagar la salvajada que costó en su momento (Como unos 20 pavos en total) es prácticamente un robo a mano armada y, por mucha calidad que tengan, nada exige dicho precio. O mejor aún, pilaros por el mismo precio la edición GOTY de Infinite y así también tendréis el curioso y bastante entretenido modo horda “Enfrentamiento en las Nubes” y poder disfrutar así de la experiencia completa.
NOTA: 7,5
Bueno, y esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado de la Reseña. Un Saludo a todos.