Vicio-Reflexión: La Paciencia no es Buen Negocio

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Decir que el año pasado ha sido un año de juegos mal acabados e incompletos, a estas alturas es sonar redundante. Decir que ha sido culpa de la mala gestión de las compañías es sonar todavía más redundante. Pero aún queda una interesante cuestión que creo que no se ha ahondado lo que se debería y merece una pequeña reflexión por mi parte: El Tiempo y la Paciencia. Conceptos vagos a priori, pero que encierran importantes cuestiones que atañen tanto a los desarrolladores, como a nosotros en última instancia como consumidores. ¿A dónde quiero llegar a para con esta adornada declaración? Tirad para abajo y lo sabréis:

 

 

Ya decía el refrán: “Más vale hacer algo lento y bien, que deprisa y mal” Pero es un refrán que con el paso de los años parece habérsele olvidado a casi cualquiera que esté relacionado con el mundillo de los videojuegos. Por un lado tenemos a las desarrolladoras: Más preocupadas en cumplir con los plazos y las fechas de lanzamiento que de dedicarle tiempo y esfuerzo el pulir al máximo su título. Y por otro lado estamos nosotros, los consumidores, que cada vez que oímos que un juego se retrasa aunque solo sea un mes, ya ponemos el grito en el cielo e inundamos la red de quejas. Un doble problema que acaba metastatizándo para convertirse en un cáncer donde el principal enfermo son los juegos

 

Analicemos primero la vertiente de las compañías de videojuegos. Al cabo de los años, todas ellas han sufrido un cambio drástico de mentalidad. Evolucionando al siguiente paso lógico que daría toda aquella empresa multinacional: El pensar como una empresa multinacional. Como ya dije en la anterior reflexión, las desarrolladoras ahora piensan y actúan como lo haría cualquier compañía: Maximizando beneficios y evitando pérdidas. Y por raro que parezca esto a priori, esto acaba afectando sobremanera a nuestros juegos favoritos. Y todo ello por una cuestión bien sencilla.

 

 

Toda empresa que se base en el consumo de productos o el comercio con ellos, sabe mejor que nadie que las fechas y el calendario son una parte vital que puede decidir el éxito o fracaso de tu producto. No es lo mismo lanzar un nuevo producto al mercado en Febrero que lanzarlo en Diciembre en pleno fervor del consumismo Navideño. Y Obviamente esto también lo saben las compañías de videojuegos, por lo que no van a ser menos y querrán aprovechar todas las ventajas que les ofrece el lanzar sus títulos en fechas de gran consumo. De esa manera triplican los beneficios que sacarían al lanzarlo en fechas más tranquilas. Por eso Enero es una época de completa sequía y los meses de mayores lanzamientos suelen ser de Septiembre para arriba. Todos listos para la campaña navideña.

 

Y esto repercute de forma muy dañina a nuestros juegos favoritos. Todo el trecho de Septiembre a Diciembre es lo más parecido a una gran carrera en la que las compañías se apresuran a sacar su juego estrella lo más cercanamente posible a las Navidades, para así poder arañar las mayores ventas. Irónicamente, una carrera que acaba con juegos inacabados y hasta los topes de errores. Pero eso sí, con sus respectivas compañías forradas de dinero por cortesía de todos los insensatos que han comprado sus juegos en manadas durante las Navidades.

 

 

Una carrera en la que todo vale con tal de sacar el juego a tiempo. Desde meter prisas y presionar a los desarrolladores, hacerles trabajar hasta los límites de la esclavitud, o incluso obviar partes importantísimas de su desarrollo. De ahí que salgan juegos con una sinfonía de errores y otra sinfonía de parches aún más vergonzosa la semana después de su lanzamiento. Siempre que os preguntéis por qué un juego puede tener errores tan sumamente atroces, pensad en ese mesecito de testeo y pulimento que la compañía se ha ahorrado por motivos de ventas.

 

Porque ¿Qué coño importa sacar una absoluta aberración, si nos vamos a forrar de todas formas al lanzarlo en el momento adecuado? Ya no importa sacar juegos bien hechos, sino sacarlos a tiempo. La Calidad ha sido sustituida por la Urgencia. La paciencia ya no es un buen negocio. Una táctica zafia, pero no una táctica muy actual. Llevamos con esto varios años ya, lo único que ha cambiado es que el año pasado fue el momento en el que más se ha evidenciado. Y claro, luego vienen las críticas, la vergüenza, los despidos y los lloros…

 

 

Aunque sería vago y demasiado cómodo por mi parte echarle la culpa a las compañías de videojuegos cuando yo también soy directa e indirectamente responsable. Resulta muy cómodo poner la etiqueta de la “Nueva Weyland Yutani” a Electronic Arts cuando tú sigues comprando de salida mierdas sin parchear como Battlefield 4. Ahí entra la 2ª Parte del problema, nosotros los consumidores. Y es que la paciencia es una cosa de todos, algo que ha afectado indirectamente a la creación de este tipo de mentalidad en las compañías si lo llegamos a pensar bien.

 

No dudo ni lo más mínimo en que todos los que tengáis la suerte de leerme, seáis consumidores cautos y probéis las cosas antes de aventuraros a pagar un dineral. Pero buena parte de nosotros todavía tiene ese chaval ansioso que quiere ver X juego en las tiendas para ayer. Que yo abogaré mucho por la paciencia si, ¡Pero quiero jugar Metal Gear Solid V o Hotline Miami 2 de una puta vez, coño! Por lo que es comprensible la dificultad que plantea calmar esa ansia desmedida por nuestro esperadísimo y anticipado juego preferido. Y eso al final acaba calándose en la forma de pensar en las compañías. Apresurándose a sacar el tan esperado título antes de que venga otra a rellenar ese vacío con un juego de similares características.

 

 

Pero salir de este dilema también tiene fácil solución. Vosotros pensad esto: ¿Qué preferís? ¿Tener el juego ahora pero hecho trizas e injugable? ¿O tenerlo dentro de un par de meses bien hecho y como Dios manda? Por eso digo que la paciencia es algo muy importante, porque en ello nos jugamos la calidad del producto que vamos a comprar. Ahora bien, tratar de convencer de esto al otro sector de la población que compra a ciegas el título popular de turno, sin hacer caso a las críticas ni a las recomendaciones eso ya es otra historia… Por no hablar de intentar hacer cambiar de mentalidad a las compañías.

 

Está muy bien que sobre el papel el decirle a una compañía: “Anteponed la calidad a las prisas” Porque así venderéis más, recuperaréis la confianza del consumidor y tal… Pero la dura realidad será bien distinta y ellos lógicamente verán que, cuanto más tiempo pierdan, más dinero por consiguiente van a perder. Por lo que, la única solución que se me ocurre es pediros a vosotros dicha paciencia para poder repercutir de algún modo en esta tendencia.

 

 

No digo que os cortéis de comprar ese juego que tanto esperabais por el mero hecho de no estar todo lo pulido que debería. Pero si el comprároslo un par de meses después cuando los precios hayan caído. De esa manera, quizá la compañía detrás del título se dé cuenta de que ha vendido sí, pero no todo lo que esperaba ni el tiempo que ella estipulaba. Forzándola de algún modo a un cambio de planteamiento de cara a sus juego y, en última instancia, a preocuparse más por la calidad de sus títulos. Mierda, esto también suena demasiado ideal para ser cierto, pero beno, al menos así os ahorráis dinero en el proceso.

 

Así que, desde aquí os animo a sacar el monje Shaolin que lleváis dentro y concentrar todo vuestro Ki en llevar una vida jugable paciente y llena de ascetismo. Aunque no creo que sea necesario. Porque si sois tan viciados como yo, no os hará falta ni esperar. Ya que cuando salga vuestro juego favorito a un precio razonable, todavía estaréis acabando el último y os quedarán 7 u 8 más pendientes. Como veis el tiempo es relativo, y nuestra cartera también.

 

Bueno, aquí acaba mi reflexión de hoy. Pero todavía queda la vuestra. Comentadme cual es vuestra opinión al respecto y hacedme saber lo que pensáis en los comentarios. Un Saludo a todos.

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