Hay ciertas armas que por su potencia y eficacia, se ganan un sitio en este pequeño Hall de la Fama. Luego están las armas que puede que no lleguen a ser nuestra primera elección en un combate, pero que no fallarán a la hora de descojonarnos vivos gracias a sus jocosos efectos sobre el enemigo. Y por último están esas armas que consiguen posicionarse en ese delicioso punto intermedio de Poder Destructivo y Diversión. Y maravillas como esas, sencillamente “Lo Clavan”
ARMAS DE CLAVOS
Si eres un tío que considera cada asesinato como un logro personal digno de enmarcar en la pared, te encantarán estas herramientas de la destrucción. Ya que con estas preciosidades podremos colgar a cada enemigo de la repisa de la chimenea y disecarlo como un trofeo. El arma que puede convertir el pelotón enemigo más peligroso, en un pelotón de “Colgados” en menos de lo que tú tardas en presionar el gatillo. Tal y como su nombre indica, el principal proyectil que disparan son clavos y no ositos de gominola haribo… Aunque no sería una mala idea, así podrías presumir que los matas con dulzura… Pero incluso con armas como estas te divertirás muchísimo más, al ver como cada enemigo se transforma instantáneamente en un misil de carne directo a la pared más cercana en el momento de ser alcanzado.
Dejándonos ya de andar por las ramas, mi primera experiencia con estas obras de arte con gatillo fue en el primer FEAR. Este fusíl, llamado «El Penetrador HV» (Pensando siempre para todos aquellos que tienen alguna carencia que compensar…) tenía más el aspecto de ser una pistolita de juguete de la que venden en los Todo a Cien Chinos, pero nada más usarla sabías que, a pesar de su aspecto, tenías la ira de Dios en tus manos. Los más feroces soldados replicantes pasaban a convertirse en muñequitos de trapo adosados en las paredes y el techo como guirnaldas de la feria del pueblo. Eran aquellos maravillosos años en donde las físicas del juego se usaban para tu descojone personal y no para evidenciar defectos graves de su desarrollo.
ASI ME GUSTA! UN BUEN SOLDADO NUNCA ABANDONA SU PUESTO!
NI SIQUIERA ESTANDO MUERTO!
Podías humillar a cada enemigo de la forma que más te gustase. Clavando la cabeza a la altura de su culo y luego este al suelo, realizando el clásico “Come-Mierda” o tener una pequeña epifanía y realizar un “Jesucristo SuperStar” crucificando en la pared a ese alguien especial que nos ha hinchado especialmente los cojones. Eras un artista moderno que utilizaba fusil como pincel y una pared como lienzo para crear sus macabras obras maestras. Pero el verdadero espectáculo llegaba cuando activabas el Tiempo Bala mientras utilizabas esta belleza. Ser testigo de como el enemigo seguía destrozando todo lo que le rodeaba al quedársele enganchado el dedo en el gatillo, mientras se dirigía lentamente a un inevitable hostión a la pared, era una absoluta magnificencia destructiva difícilmente describible con palabras y lo más cercano a la poesía… No se nota que disfruté mucho con el FEAR, ¿No?
Incluso el fusil era bastante efectivo con los enemigos más fuertemente protegidos y poderosos. Según la lógica del juego, no había nada que mejor penetre el blindaje doble de Kevlar de un replicante pesado que un jodido clavo directo a su careto. Era un poco absurdo el ver que podrías haberte ahorrado esos 30 cargadores de tu fusil de asalto, con solo disparar unos cuantos clavos directos a la cabeza de ese tanque con patas… Quizá es que los clavos estén recubiertos de uranio empobrecido, una pizca de expelliarmus y un sutil toque del martillo de Thor. Quien sabe, estas cosas están fabricadas en América.
Y A PARTIR DE AQUÍ, EL FLUJO DE VENTAS DEL AÑO PASADO ALCANZA SU MÁXIMO.
MÁS ALLÁ DE ESE PICO, SE PRODUCEN PÉRDIDAS QUE…
Y así fue como esta ida de olla de la primera entrega, se convirtió en todo un estándar del armamento de la franquicia. Haciendo su aparición en cada una de las entregas de la trilogía. Todas ellas con una forma y diseño completamente distintos (Los de WB que no se aclaran nunca con sus diseñadores artísticos) pero siempre compartiendo los mismos efectos tan devastadores. Siendo la alternativa perfecta para cualquier tipo de escaramuza, ya que otra de sus peculiaridades era su casi nulo retroceso. Haciendo que hasta el tiro desde la cadera fuera extremadamente preciso y letal.
Muchas eran las veces que, gracias a todas estas ventajas, cambiábamos nuestras armas de fuego corrientes por el fusil de clavos. Aunque tanta potencia conllevaba alguna que otra salvedad para poder compensarlo. Y esa no era otra que el clásico de las armas sobrepotenciadas de todo shooters: Su escasa presencia. Pocas eran las veces que teníamos la suerte de encontrárnosla por nuestro sangriento periplo de destrucción y más raras eran las ocasiones en las que podíamos contar con una copiosa cantidad de munición para ella. Así que no había otra que reservar la munición para aquellos que realmente se merecían un trato de especial cortesía.
BUENO, ¿NO DECÍAN QUE CRISTO ERA CARPINTERO?
¡PUES PREDIQUE PADRE, PREDIQUE!
Y si ya tiramos por otros juegos y “Aceptamos barco como animal Acuático” no podemos olvidarnos de una de las armas más originales de la franquicia Painkiller: La Estacadora. Un fusil que lanza estacas de madera, una cada vez, y crea los mismos y jocosos efectos destructivos que el arma de clavos al dejar a los enemigos como adornos de navidad por las paredes. Prácticamente su poder destructivo era incuestionable, pues era “One Hit Kill” para la mayoría de los enemigos normales. Aunque su efectividad se veía reducida por limitadísima cadencia de tiro. A diferencia de las armas de clavos que se recargaban por cargadores de 20, al disparar con la estacadora nos veíamos obligados a esperar 2 segundos hasta que recargábamos el arma con una estaca nueva. Dejándonos un poco vendidos durante esos escasos pero vitales instantes. Aunque no era nada que un montonazo de saltos de conejito no pudieran solucionar.
Y para rematar la faena, ¿Qué era el mejor accesorio secundario que podíamos adosar a un lanzaestácas? UN PUTO LANZAGRANADAS. Si, así tal y como suena. Un arma hecha de madera que dispara proyectiles de madera, le endosan un lanzagranadas de 30mm. Definir esta maravilla de la absurdez como “Sobrecompensación” es quedarse muy corto. Pero joder lo que agradezco esta sobrada. La verdad es que puedo imaginarme la conversación que tuvieron los diseñadores: “This weapon is Good” But… IT NEED’S MOAR GRENADE LAUNCHER!
Y con esto terminamos con la reseña de hoy. No olvidéis que siempre podéis sugerirme armas nuevas que incluir en esta sección. Ninguna herramienta de la destrucción debe quedarse sin su merecido reconocimiento. Un Saludo a todos.