Damas y caballeros, esta es una reseña especial. Siempre hay muchos juegos excelentes que el público tendió a subestimar. Pero hoy tienen ante ustedes lo que yo considero la joya de la corona de entre todas las joyas ocultas que he reseñado. Un juego tan bueno como desconocido. Tanto es así, que yo me enteré de su existencia solo hace un par de meses.
Y que se me pasé a mí un FPS de la época de la PS2 tan jodidamente maravilloso como este, dice mucho. Dice mucho de lo desapercibido que pasó o quizá esté perdiendo facultades, pero lo que no os debéis perder es esta gloriosa orgía de sangre, plomo y destrucción que es Darkwatch. Trataré de reducir mi emoción y ser lo más objetivo que pueda limitando mis descaradas mamadas al juego a niveles razonables. Pero esta maravilla se las merece todas.
NADA MEJOR PARA BAJAR LAS CARTUCHERAS QUE UN BUEN CARTUCHO DEL 12
¿Recordáis NecroVision y todas las maravillosas sobradas que le convertían en uno de los grandes? 1ª GM + Zombies + Vampiros + Monstruos que tirotear. Pues con Darkwatch estamos ante algo parecido pero mucho mejor incluso. Un FPS que mezcla conceptos tan absurdos como geniales, cuyo resultado es una de las más bizarras y fantásticas mezclas que se han podido realizar en un shooter. ¿Y como mejorar una absurdez tan maravillosa como la de NecroVision? Imaginaros esto por un instante: El Salvaje Oeste + Vampiros + Zombies + Fantasmas + Muchos más Monstruos que aniquilar disparando. Ahora tratad de contener vuestros orgasmos…
Pues eso es Darkwatch un Shooter en primera persona ambientado en el salavaje oeste donde aparte de cuatreros y sheriffs está poblado por vampiros, zombies y hombres lobo que piden a gritos una buena ración de plomo calentito. Todo ello con una oscura y tétrica ambientación de estilo Gótico y de terror decimonónico que le sienta de miedo, nunca mejor dicho… Es como si Call of Juarez y Call of Cthulhu Dark Corners of Earth (Joder, cuantos Calls…) hubieran tenido un hijo bastardo que les ha salido gótico y rebelde con ganas de patear culos nada más nacer.
¿REVÓLVERES DUALES PARA MATAR EJÉRCITOS DE FORAJIDOS ZOMBIS?
¡VENDIDO, ADJUDICADO Y ENCUMBRADO, COÑO!
Pero no os confundáis por su ambientación. Este es un juego de acción, pero de los mejores. De aquellos pocos FPS de consola con los que da gusto masacrar porque conocen sobradamente el público a quien va destinado: Sádicos hijos de puta como yo que nunca tienen suficientes armas y nunca tienen suficientes enemigos contra quien usarlas. Así que, primero comencemos por lo que más importa en un Shooter: Su arsenal. Al ser un juego ambientado en el Salvaje Oeste, dispondremos de las armas típicas de aquella época, pero al igual que en Necrovision, es la manera en la que están dispuestas lo que hace ganar enteros al título. Imaginaros lo magnifico que puede llegar a ser, el reventar a balazos un ejército de zombies y vampiros con 2 Revólveres Schofield uno a cada mano. O limpiar toda una colina de esqueletos francotiradores con un Winchester al más puro estilo John Wayne. Además de poder amartillar el percutor del revólver convirtiéndolo en una ametralladora de mano como si fueras el puto Sundance Kid…
Un genial arsenal Western que utilizamos como todo un forajido de la época. Y encima con un acabado al estilo Gótico lleno de pinchos, calaveras y demás chorradas oscuras que nos hará pensar que le hemos robado el arsenal al mismísimo Van Helsing. Pero todo eso no son más que las armas básicas del juego, porque según vamos avanzando el “Factor Sobrada” se acrecentará hacia límites insospechados, y pronto tendremos a nuestra disposición desde ballestas con virotes explosivos, hasta putos lanzacohetes y armas cuerpo a cuerpo como garrotes y espadones para hacer picadillo en lata a nuestros enemigos.
ESTARÁ EL JINETE SIN CABEZA, PERO LUEGO ESTOY YO: EL JINETE REVIENTA-CABEZAS
Pero el juego va mucho más allá de ser un típico mata-mata pasillero sin nada de variedad. Ya que incorpora bastantes fases en las que tendremos algo más que disparar. Como fases de vehículos muy originales que van desde asaltar un tren a caballo “Comanchero Style” mientras te deshaces a tiros del resto de los jinetes demoníacos que lo cubren. Hasta llegar a fases que son la ida de olla suprema. En las que te ponen a pilotar un jodido tanque de acabado SteamPunk con ametralladoras y cañones listos para crear un infierno a tu paso.
O fases a pie en las que estás completamente desarmado y tendrás que liarte a hostias echando mano de cualquier objeto que te encuentres como porras, garrotes o espadones… Pero lo sorprendente es que el juego contiene una duración y variedad bastante generosas sin que se pierda el ritmo, ni haya síntomas de repetición o agotamiento en ningún momento. Al menos así lo noté yo. Aunque huelga decir que esto puede ser enteramente subjetivo, pues a fin de cuentas vengo de devorar campañas que con suerte tienen 8 horas de duración. Claro, si volvemos a los tiempos donde esto era la excepción en lugar de la norma, es comprensible mi asombro.
SERGIO SR. RUBIO IN: «THE RIFLEMAN»
Aunque siendo enteramente honestos con vosotros, todos estos aspectos se podían ir al carajo. Pues lo que verdaderamente me sorprendió del título fue su profundidad jugable y argumental. Si ya es extraño que un shooter tenga una historia profunda, imaginaros lo raro de cojones que resulta que te importe los devenires de una historia que a priori no deberías ni tomar en serio (Western + Zombies + Vampiros, no es que sea precisamente un premio Cervantes de Literatura…) ¿Y con esto qué coño quiero decir? Que a lo largo de la historia tendremos que tomar decisiones. Decisiones que afectarán al final del juego. A ver, no es que estemos ante un Mass Effect o un Silent Hill, pero siempre resulta curioso el ver un shooter que nos dé opciones Kármicas que pueden afectar al desenlace de la historia.
Pero lo más sorprendente es que estas decisiones afectarán también a nuestra jugabilidad. Porque con ellas ganaremos poderes vampíricos que dependerán del camino que hayamos escogido. Como un lado luminoso y oscuro de la fuerza, pero en vampiro.Y los poderes son otro aspecto jugable que me gustaría tratar. Ya que muchos de ellos son prácticamente una pasada. Poderes que van desde los clásicos Quad Damage o Visión Termal (Referidos como “Balas de Plata” y “Visón Vampírica”) hasta poderes muy originales como “Miedo” en el que, (Como es obvio) haces que los enemigos se caguen vivos y huyan de ti. “Control” en el que les haces una especie de truco mental y se convierten en tus aliados, “Orgía de Sangre”, inmunidad temporal básicamente, y hasta la habilidad de invocar putos relámpagos para electrocutar a tus enemigos.
Sin embargo hay otros que no son más que los stables y mecánicas básicas que nos hemos hartado de ver en los shooters modernos, como el «Escudo Vampírico» que no es nada más que La Salud Regenerativa de los inmensa mayoría de shooters que tenemos ahora. Pero se compensa con el sistema de salud Vampírica que tenemos aparte del escudo. Que se rellena mediante la sangre que derramamos de nuestros enemigos. Algo que me recordó gratamente a los Blood y su mecánica de comer corazones de los enemigos para ganar salud. Además, no todo va a ser un desfile de originalidad incomparable…
PERRO LOCO SR. RUBIO SIGUE SIENDO EL MÁS RÁPIDO A ESTE LADO DE KENTUKY, PAYASO!
Aunque de nada serviría un buen arsenal, variedad de fases y profundidad, si los controles del juego fallan. Y os tengo que confesar, que este es uno de los pocos shooters de PS2 con uno de los sistemas de control más cómodos e intuitivos que he jugado. Para ahorrar parrafotes, os resumiré el esquema de control en una palabra: Halo. Tal y como lo leéis. La disposición de botones y acciones es exactamente la misma que Combat Evolved. De manera que todos los fans de la saga o los que hayan estado jugando a FPS modernos se sentirán como en casa nada más empezarlo. Me atrevería a decir incluso que, en ciertos momentos parece como una secuela espiritual de Halo o algo por el estilo, pues comparte exactamente muchas de sus particularidades jugables. Como los ataques cuerpo a cuerpo sobrepotenciados, los saltos con nula gravedad o los controles del tanque, clavados a los del Warthog o los Wraith de los Halo.
Y todo ello rematado con el multijugador que reinaba en aquellos años. Local y a pantalla partida con hasta 4 jugadores (Si daba el caso de que teníais un multitap) No es Timesplitters: Futuro Perfecto pero su fórmula se acercaba bastante y aportaba tanta diversión como el juego de Free Radical. Es más, como extra añadido para los usuarios de Playsation 2, incorporaba un modo que no venía en su versión original de Xbox: Un modo cooperativo. Un coop que estaba lejos de ser la misma campaña pero para 2 jugadores, ya que era una campaña totalmente distinta con su propia historia paralela a la principal. Muy al estilo de las campañas cooperativas de los 2 últimos Splinter Cell.
LO QUE ME FALTABA,
AHORA ME TOCA MATAR EXTRAS MUERTOS DE «EL ULTIMO MOHICANO»…
Mira que me he dejado cosas en el tintero de las que también me gustaría hablar, como su fantástica banda sonora (Que se inspira y moderniza los temas Western clásicos como los de “El bueno, el feo y el malo”) pero esta reseña se tornaría eterna y mi chupapollísmo al juego alcanzaría un nuevo cenit, por lo que será mejor acabar con mis conclusiones aquí:
Juegarraco indiscutible que sigue la misma estela de NecroVision de mezcla bizarra entre mierdas demoníacas y períodos históricos. Con un comodísimo, fantoche y divertido gunplay, una profundidad jugable mayor de la que esperaba y una enorme variedad de fases, modos multijugador y cooperativo, es sin temor a equivocarme uno de los mejores FPS de la PS2 junto a los Red Faction y los TimeSplitters. Muchos lo consideran una obra de culto de la Sexta Generación de Consolas y no es para menos. De hecho este ha sido la principal razón por la que he rescatado de lo más profundo del olvido mi vieja PS2. Además, lo ha hecho High Moon, los creadores de joyazas como el DeadPool. Razones más que suficientes para que os pilléis este juego en cuanto lo veáis en una tienda de 2ª Mano. Da igual que no seáis muy entusiastas de los shooters, no os vais a arrepentir.
Bueno, aquí termina la reseña de hoy. Espero que os haya gustado. Un Saludo a todos.