Últimamente con los deprimentes acontecimientos que nos ha deparado la industria, uno no puede evitar pensar un poco sobre todo lo que está acaeciendo. Con echar un vistazo a las noticias, análisis, rumores y hechos que la rodean en cualquier web de videojuegos te das cuenta de que ahora todo ha cambiado. Lo que en un principio era una industria dedicada al entretenimiento y la diversión ahora parece haberse convertido en un conglomerado de empresas que buscan ante todo maximizar sus beneficios y minimizar pérdidas antes que de entretener a sus consumidores.
Y digo yo ¿Cuándo cojones se ha pasado de la mentalidad de hacer buenos videojuegos a la mentalidad de hacer buenas cotizaciones en bolsa? ¿Cuándo hemos pasado de desarrolladoras a Empresas? Y más importante: ¿Por qué? Así que hoy me gustaría que os estrujaseis un poco los sesos conmigo tratando de averiguar por que como la industria de videojuegos se está olvidando cada vez más de los videojugadores.
Aunque la razón ya sobradamente la conocéis, no está de más analizar un poco los motivos que nos han llevado a esta situación. Como antes os mencioné, ahora te vas a cualquier revista de videojuegos y entre tantos rumores de empresas que abren o cierran, informes de sus acciones, despidos, absorciones, opas y demás historietas, parece que estás leyendo la puta gaceta de economía de un periódico más que una revista de ocio electrónico. He ahí nuestra pista del delito y posiblemente el móvil más claro para su ejecución: El Dinero.
Poderoso caballero es Don Dinero y también una poderosa razón para entender estas circunstancias. No puedo llegar a imaginarme toda la pasta que puede llegar a mover el desarrollo de un videojuego en la actualidad. Y si hablamos de los denominados “Triple A” con grandes empresas a sus espaldas, nos podemos hacer a la idea que también tendrán aún más grandes cantidades de dinero a sus espaldas. Presupuestos estratosféricos que rivalizan incluso con las producciones más caras de Hollywood. Y obviamente necesitará unos beneficios enormes y mucho mayores para cubrir ese escandaloso presupuesto, y así considerarse un juego de “Éxito”.
Eso puedo entenderlo. Cubrir y superar los gastos con los ingresos para llegar a obtener beneficios, economía básica. Ahora bien, lo que no entiendo es la cantidad de subnormalidades que están haciendo las distribuidoras y desarrolladoras de videojuegos con el dinero. Algo que he bautizado como “Estupidez Corporativa” Cuya definición podría ser algo así: “Dícese de la variada cantidad de gilipolleces que realiza una empresa con el dinero destinado a un título que desembocan en una pésima administración” Es que no falla, ya sea en el desarrollo de juego, su publicidad o testeo, el nivel de despilfarro en algunos lados y el de austeridad en otros, nos hace pensar que el encargado de los presupuestos fue un mico con puto trastorno bipolar.
Y como hay nada más esclarecedor que un ejemplo os pongo este: Una distribuidora se gasta 1 millón de pavos para pagar el desarrollo de un videojuego, pero luego se gasta 53 en publicidad. Algo tan sumamente de gilipollas parece que no haya tenido cabida en este mundo. Pero desgraciadamente, todos sabemos de sobra que esta es la realidad de la industria. No hace falta rebuscar siquiera, tan solo hace falta seguir cualquier juego popular en estos momentos y darte cuenta de las absurdas cantidades de dinero que se han destinado a una cosa y no a la otra. Y claro, luego nos llegan esas pedazo de mierdas infumables y vienen los lloros…
Es que es sumamente descojonante el ver como un juego ha tenido una campaña de publicidad y marketing tan agresiva que no te puedes ni ir a cagar sin oír hablar del puto juego, y luego cuando te lo compras ver que ni siquiera han pagado a testers para comprobar si tiene errores y mucho menos pagar a alguien para corregirlos. Descojonante a la par que enfurecedor, pero que ahora parece haberse convertido en toda una costumbre y norma habitual en el mundillo. Juegos que parece que no han pasado de su fase Beta pero que han sido publicitados hasta en la puta sopa. Oscuras y codiciosas intenciones las de las empresas, pero también son comprensibles si nos paramos a pensarlo detenidamente.
Vosotros preguntaros esto: Si fuéramos una empresa de videojuegos, ¿Qué sería más fácil? ¿Desarrollar un juego de calidad, o convencerles a todos de que es un juego de calidad? Total, si nos lo montamos bien, la cortina de humo durará hasta que la gente se haya comprado nuestra mierda de juego. Y por muy mierda que sea, ya han caído en nuestra trampa y ya lo han comprado. Ellos tendrán un buen cabreo, pero nosotros tenemos la pasta. Vosotros lo llamáis Fraude, las empresas ahora lo llaman “Marketing”
Y vosotros pensaréis (De hecho yo antes lo pensaba) que este infalible plan podía desbaratarse con una sencilla razón: Que no hay mejor publicidad de que la que dan los propios consumidores. Que la imagen de un juego por mucho que se quiera vender, no puede hacer nada contra el feedback o la retroalimentación de los jugadores honestos que lo han probado de primera mano. Y hubierais tenido razón de no ser porque las empresas también lo saben. Y lo saben tan sobradamente bien que no escatiman en pagar y sobornar a los youtubers que lo juegan para que hablen maravillas de su “Nuevo y Revolucionario juego” o untar a base de bien a las “Revistas Especializadas” para que hinchen las notas de sus análisis y conseguir buenas calificaciones a base de mentiras muy bien financiadas.
Puede sonar extremista, pero decidme que no tengo un poco de razón. Y ahora con todo este asunto nuevo de los “Embargos de Análisis” o, dicho de otra forma: Posponer el análisis hasta varios días después del lanzamiento para asegurarse así la empresa de que la gente se coma bien su mierda antes de que alguien ponga el grito en el cielo; es otra forma de callar bocas a golpe de talonario y otro argumento que me da la toda razón. Joder, ojalá no la tuviera… Pero lo más triste de todo es que, aun habiendo críticos honestos y gente que no se deja devorar por la vorágine de publicidad y dinero de las empresas, los juegos se seguirán vendiendo.
No han sido pocos los casos donde un juego a pesar de las malas críticas que ha tenido, ha conseguido ser todo un éxito en ventas. Juegos que a pesar de estar mal desarrollados, cargaditos de errores y con cientos de problemas, han conseguido vender como churros a pesar de todo. ¿Y por qué? Pues por ese grupo de consumidores estúpidos que han acudido en masa a comprar el juego tras haberse dejado llevar por el tsunami de publicidad y han caído en la avalancha de Hype sobreexagerado.
Esto es otra muestra más de que la publicidad funciona. Y es que, por muy mierda que sea tu juego, si lo publicitas como la Jodida 2ª Venida del Mesías, alguien acabará picando. Y ese alguien se traduce en un buen puñado de consumidores y ventas aseguradas. De manera que ahí tenéis la 2ª Razón de porqué las distribuidoras de videojuegos invierten más dinero en marketing que en el desarrollo de un juego. Es más sencillo y otorga beneficios asegurados. Pero que lo comprenda no quiere decir que me guste. Porque vamos a llegar un día en el que virtualmente no vamos a tener ni un juego de calidad y vamos a estar rodeados de mierda por los 4 costados.
Y otra de las razones que me encabrona todavía más es que esa mentalidad de empresa que tanto critico, se ha traspasado a las propias desarrolladoras de juegos. Con esto me refiero a la saturación de franquicias y sagas de éxito, o mísmamente juegos que copian mecánicas jugables de otros títulos de mayor éxito. Ahora cuando tienes una fórmula jugable con las que has pegado el pelotazo, la desarrolladora la explotará hasta la extenuación para sacar los máximos beneficios posibles y las rivales la copiarán al dedillo para quedarse con un cacho del pastel. Ejemplos los tenemos a patadas: Assasins Creed, Call of Duty, Battlefield, GTA, joder toda la puta anterior generación ha sido así…
En lugar de arriesgarse e innovar con algo nuevo y fresco para la industria, como bien ocurría antaño, ahora nos tenemos que tragar franquicias interminables que reciclan una y otra vez la misma idea y copias baratas de la misma pero con otro nombre. Es muy triste. Y todo por culpa de esa mentalidad típica de empresa multinacional de “Explotar una buena idea hasta dejarla seca” Antes quizá podía confiar en que había algo de innovación por algún lado y confianza en algunas compañías por el otro. Pero ya he perdido toda esperanza. Hasta las que siempre eran sinónimo de calidad incuestionable han vendido su alma al todopoderoso dólar. A mi parecer Rockstar y UbiSoft han sido las últimas en caer. A mi parecer…
Odio ser mal agorero, pero me temo que es la verdad. Ahora las desarrolladoras están más interesadas en las cifras de venta, que en nosotros los jugones. Les importa más el marketing y los beneficios que hacer un juego de calidad. Claro, con este panorama, no me extraña que la gente crea que los Indies son “La gran Esperanza Blanca” que redimirá a la industria. Pero vistos algunos casos en donde también se hacía uso del concepto Indie para sacar pasta fácil, mi cinismo hacia la industria ha llegado a su máximo potencial. Y ya no fio de nada…
Aunque esto no es un argumento derrotista. Esto no quiere decir que abandonemos toda esperanza en el mundillo. Simplemente es una llamada de atención para que seamos más críticos que nunca. Para que sepamos distinguir cuando un juego lo clava y cuando nos la han clavado. Esta reflexión no significa que no haya juegos magníficos que merece la pena descubrir, sencillamente quiere decir que tendremos que rebuscar un poco más para encontrarlos. Y sobre todo, de que no creamos en lo que las empresas nos quieren vender, sino en la opinión honesta de la comunidad que le hace crecer. Porque, a fin de cuentas y por mucho que traten de callarnos o sobornarnos, nosotros los jugones siempre tendremos la última palabra.
¿Y vosotros que opináis? Hacédmelo saber en los comentarios. Un Saludo a todos.