Durante este último año, he estado buscando una serie que consiga llenar ese vacío existencial que me ha dejado la finalización de esos 2 Obras Maestras que son Breaking Bad y la 1ª Temporada de True Detective. Y buscar una serie cuya calidad pudiese llenar un hueco equivalente a la fosa de las Marianas no es nada fácil. Y entre miles y miles de recomendaciones de mis colegas, me decidí con Sons of Anarchy. Y tengo que confesar, que he elegido sabiamente.
Sons of Anarchy se ha convertido, por méritos propios, en la serie que más estoy disfrutando y que más me ha enganchado durante este año. 5 temporadas vistas de una sola tacada lo atestiguan. 5 temporadas de calidad que no han perdido fuelle en ni un solo capítulo. Puede que no llegue a los estándares de excelencia que atesora Breaking Bad, pero es innegable el sobresaliente producto que Fox ha conseguido producir. Y ahora os explicaré por qué:
Para empezar, esta pedazo de serie que vio sus inicios en 2008, inaugurando con su estreno el canal Fox Crime, no lleva la etiquetita “Crime” solo por lo chula que queda. Esta serie es CRIMEN EN ESTADO PURO. La verdad es que no me esperaba mucho de esta serie, tan solo las batallitas de un club de moteros. Pero nada más lejos, ya que nada más empezar nos dejan clarito que lo de club de moteros es tan solo un nombre para enmascarar una de las peores y más salvajes mafias que se hayan visto en la pequeña pantalla desde Los Soprano. Tráfico de Armas, drogas, prostitución, asesinatos, robos, guerras de bandas… ¡Y todo eso solo en el primer puto capitulo! A eso lo llamo yo un buen comienzo.
Ya desde el inicio de nuestro periplo motero nos adentramos tanto en el submundo criminal, que un par de capítulos más y ya estaremos acostumbrados a ver como eliminan pruebas, testigos, y como esa banda del sur de california encubre asuntos a cada cual más turbio. Todo ello desarrollándose en Charming, un pueblo donde la corrupción está a la orden del día, las calles están repletas de bandas, los Sheriff están comprados y sus alcaldes son más codiciosos si cabe. Pero este delicioso documental en primera persona del crimen organizado, no es nada más que la punta del Iceberg. Esto tan solo es la sombrillita del explosivo cocktail que nos ofrece esta serie.
Porque, por otro lado tenemos su fantástico plantel de protagonistas. En esta serie, los Sons of Anarchy son la panda de hijos de puta más peligrosos que hayan parido madre. Cada miembro de la banda es más BadAss que el anterior, siendo cada uno más duro que un clavo en un ataúd. Y buena parte del mérito de conseguir tal carismático ruedo de protagonistas se lo llevan los actores con sus magistrales interpretaciones, las cuales les brindan una redención a toda una carrera por la que han pasado bajo el radar. Y digo esto porque, cualquier cinéfilo obseso notará que más de una cara le suena de haberla visto en alguna que otra peli haciendo de eterno secundario silencioso.
Por poner ejemplos tenemos a Bobby “Elvis”, chulísimo personaje interpretado por Mark Boone Jr (El cual reconoceréis por actuar como secundario en muchas de las películas de Christofer Nolan) donde aquí se marca todo un papelón como el 2º Al mando de la Banda. Pero sin duda los mayores ejemplos de esto son Kim Coates y Tommy Flanagan como el psicópata fetichista y chalado “Tig” y El loco escocés “Chibs” respectivamente. Ambos eran eternos matones secundarios de las típicas películas de acción que solo abrían la boca cuando morían al ser tiroteados por el bueno de turno. Aquí en cambio, se marcan los personajes más queridos y carismáticos de la serie.
Y ya la guinda de todo esto que os acabo de decir la pone el presidente de la banda, Clay Morrow, interpretado por la mera definición de “Actor bajo el Radar”: Ron Perlman. Actorazo subestimado que aquí se curra el personaje más complejo y profundo de toda la serie. Y ya con Charlie Hunnam haciendo del protagonista central de la serie, Jax Teller, mejor no digo nada porque de ser así me tiraría toda la tarde escribiendo sobre él… En definitiva, Secundarios de Hollywood haciendo sus mejores papeles protagónicos, y secundarios de la serie que tienen hasta su propia historia, desarrollo y complejidad. Esto evidencia el magnífico cuidado que los guionistas tienen por hasta el más mínimo personaje.
Aun así, todo esto son minucias si lo comparamos con el punto fuerte de la serie: Su narrativa. Y es que Sons of Anarchy, consigue contarnos una historia y devenir de sus acontecimientos de tal forma, que consigue mantenernos en vilo durante todo el capítulo, pendientes de todo lo que ocurre y, sobretodo, picados a ver el siguiente. Digamos que Sons se ha graduado “Magna Cum Laude” en la escuela Breaking Bad de Cliffhangers hijoputas. Con esto creo que ya os he dejado clarito de lo que hablo. Sons of Anarchy se lo monta igual de bien que en Breaking Bad trasladando suspense y tensión a cada segundo. De una situación dramática cuya tensión se corta con cuchillo, pasamos a la siguiente… Y con esto desgranamos el Leitmotiv de la serie.
Pero aquí, estos cliffhangers continuos son realizados de una manera mucho más original que en la Obra Maestra de la AMC. Mejor no me atrevería a decir, la palabra que busco es “Distinta” En esta serie el tema central yo diría que es el Fatalísmo. Una situación que siempre va de mal en peor, pero relacionado siempre con las malas acciones y errores que cometen los protagonistas. Es como si fuera una tragedia Griega en la que los protagonistas realizan ciertas acciones para salir de una marrón y acaba en otro muchísimo peor. Como un ciclo fatalista que los moteros están condenados a repetir a causa de sus deleznables acciones.
Incluso podría calificarlo de una tragedia Shakespeariana. Pues los protagonistas mueren, salen severamente perjudicados o acaban entrullados, muchas de las veces por las cuestiones en principio más absurdas que acaban acrecentándose más y más a cada capítulo. En esta serie pegar una patada a una piedra siendo un Sons of Anarchy, puede traer consecuencias funestas para tu persona. Puede parecer una gilipollez (De hecho, lo es…) Pero ¿Sabéis qué? Me gusta. La forma en la que lo hilan los guionistas hace que parezca una especie de destino fatalista y trágico que tienen que hacer frente los protagonistas de la serie.
Y también esta serie tiene algo que comparte con Breaking Bad y que la otorga una mayor calidad y magnificencia. Y esto es la evolución y cambio psicológico de sus personajes. Aquí, gradualmente notarás como los personajes van evolucionando o involucionando según cada caso. Aquí veremos como nuestros héroes se van convirtiendo poco a poco en villanos y también como los villanos se van convirtiendo poco a poco en héroes. Y las rígidas líneas de la moralidad se van desdibujando progresivamente con ellos. A cada temporada que pasa, vas descubriendo como tu admirado protagonista buenazo se va volviendo más oscuro y mezquino o como el malo que era tan fácil de odiar, tenía sus motivos para hacer lo que hizo. O también, como el graciosete de turno, el que pensabas que era nada más que un mero alivio cómico, resulta ser un personaje más complejo de lo que piensas. Aquí jamás encontrarás un personaje plano ni poco desarrollado. Puede que con esto no esté descubriendo América y sea la norma en todas las series del momento, pero no por eso deja de tener su validez el alabarlo. Su algo está bien hecho, se tiene que reconocer su mérito. Y en este caso lo hacen condenadamente bien.
Y es sorprendente que, siguiendo con este esquema, la seria haya aguantado el tipo durante las 5 temporadas (Y la Sexta que ahora estoy viendo) que lleva de vida. Cuando en muchas otras series a partir de la 3ª recurren ya a los capítulos de relleno, los episodios con montones de nada y la reiteración. Aquí todo lo contrario, no tendremos ningún capítulo en el que nunca pase nada importante pues todos están llenos de acontecimientos importantes para la trama que nos dejan tan en vilo como el anterior. Y siempre se gradece que, al menos esta no recurra a la táctica cabrona y rastrera de The Walking Dead de no mostrar nada reseñable durante los 30 minutos del capítulo, para luego en los últimos 15 meterte un cliffhanger del tamaño de Gibraltar… No pierde fuelle en lo que lleva de vida.
Pero todo esto no va a ser una comida de polla descarada a la serie. Esta tiene sus fallos, pocos, pero los tiene. Siendo el más reseñable la resolución de algunos problemas. En escasísimas ocasiones, puede ocurrir que el marronazo al que se enfrentan nuestros moteros se tan jodido que acaba siendo imposible de resolver. Casi todas las veces suele resolverse con un plan maestro acojonante de los moteros que nos evidencia una vez más la enorme capacidad creativa de los guionistas, pero otras veces el marrón se resuelve de pura casualidad… Resultando en un Deux Ex Machina como una casa de grande. Aunque lo considero tolerable por algunas de las tramas tan complicadas que pasan, siguen siendo resoluciones vagas que resultan ser anticlimáticas. Me ha pasado 2 veces contadas, pero eso no quita de que sigan ahí.
Acabando ya con mis conclusiones (Que ya estaréis más que hartos de leer…) he de decir que, a pesar de lo último que os he mencionado, sigue siendo una serie magnifica. Una que comparte elementos de Breaking Bad como el desarrollo de los personajes y una narrativa de infarto, al mismo tiempo que nos da reparto coral de protagonistas tan carismático como efectivo, y lo remata con una ambientación de crimen organizado puro y duro. De lo mejorcito que he visto este año. Os la recomiendo encarecidamente. Eso sí, con moderación. Ya que os podéis enganchar tan salvajemente como yo y tragaros 5 temporadas de una tacada en menos de 4 meses…
Os dejo con una de las mejores canciones de la serie para que la disfutéis:
Bueno, esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado con esta reseña. Un Saludo a todos.