Especial Star Wars. Análisis: Star Wars Rogue Squadron

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Continuando con nuestro especial de Star Wars, seguimos con otro título para la Nintendo 64. Y es que la consola de 64 bits ha tenido el privilegio de recibir los mejores juegos del universo Star Wars. Juegos que tocaban todos los géneros posibles y acaban siendo los mejores de cada exponente. Hoy le toca a Star Wars: Rogue Squadron. Un título que, aunque no fue de los primeros en ponernos a los mandos de una de las cientos de fantásticas naves de Star Wars, fue el primero en ofrecernos la experiencia definitiva. Este era el juego que nos hizo sentir como un piloto del escuadrón pícaro a los mandos de una nave estelar.

 

Y este juego no solo tiene el honor de ser uno de los mejores de Star Wars, sino de ser uno de los mejores, más profundos y completos juegos de naves espaciales que jamás se haya creado. Tanto es así que su fórmula sigue siendo calcada al milímetro por casi cualquier juego de pilotaje que sale al mercado. No va a ser un análisis sencillo, pues estamos prácticamente ante un referente de su género que marcó tendencia. Así que vayamos directos al grano y despeguemos cuanto antes.

 

 

 

¡NO ME BOMBARDEÉIS LA CANTINA, CABRONES! ¡QUE AÚN LE DEBO PASTA AL BARMAN!

 

Antes de nada, un poco de historia. ¿Recordáis el primer nivel de Shadows of the Empire? La Batalla de Hoth a los mandos de un Snowspeeder. Pues ese nivel fue tan bueno que fue la inspiración y punto de partida para crear este juego. Con la potencia que ofrecía en su día la Nintendo 64 y la calidad que mostró dicho nivel, estaba claro que se podía desarrollar perfectamente un juego de naves espaciales de Star Wars en entornos tridimensionales con gran nivel de detalle y efectos. Por lo que LucasArts firmó un acuerdo con Nintendo para hacerlo posible y dicha labor recayó en la Novel y talentosa desarrolladora Factor 5.

 

Pero Factor 5 no quería crear un juego de navecitas cualquiera, quería desarrollar EL JUEGO De Naves Espaciales por antonomasia. El juego que nos transmita la verdadera experiencia de ser un piloto del escuadrón pícaro. Huelga decir a estas alturas que lo consiguieron con creces. ¿Pero cuáles fueron las claves de su éxito? Profundidad, complejidad, variedad y realismo. 4 palabras que parecen una mierda dicho así, pero que resultaron ser los pilares del triunfo de este gran juego.

 

 

TAN PRONTO ESTABAMOS ESCOLTANDO UN CONVOY EN MOSS EISLEY, COMO BOMBARDEANDO UNA BASE EN SULLUST.

LA VARIEDAD DE NAVES, MISIONES Y PLANETAS ERA ENORME

 
En primer lugar hablemos de la profundidad y la complejidad. Teníamos muchos juegos de navecitas que tan solo se limitaban a ser otro mata-mata más cuyo único objetivo era darle al gatillo como si nuestro dedo meñique tuviera Parkinson repentino. Los de Factor 5 podrían haber tirado por lo fácil y conformarse con eso, pero no. Querían ofrecernos una experiencia completa, que no se restrinja solo al disparar. ¿Y cómo la consiguieron? Con misiones y objetivos que cumplir y parámetros que respetar. De esta manera teníamos más tareas que realizar que limitarnos a disparar a Tie Fghters.
Cada misión tenía sus objetivos a cumplir y parámetros a respetar de los más variopintos y originales. Tanta era su variedad que nunca nos encontrábamos con 2 misiones iguales.

 

Teníamos misiones de búsqueda y rescate, de destrucción, de escolta, de bombardeo, de fuga… Y encima en cada nueva misión, teníamos otra nueva localización completamente distinta a la anterior. Por ejemplo podíamos estar realizando una misión de búsqueda y rescate de una nave varada en un planeta pantanoso, como podíamos acabar en una redada de bombardeo en un planeta volcánico lleno de torretas antiaéreas, o escoltar un convoy aliado a la ciudad-nube de Bespin… No había 2 misiones iguales ni 2 planetas parecidos. Una variedad tan enorme de cosas por hacer como de localizaciones por visitar. Y de nuestro tiempo y precisión a la hora de completar estas misiones dependían cientos de extras y secretos por desbloquear en función de las medallas que nos otorgasen.

 

Y CON UN APARTADO GRÁFICO TAN BESTIAL, NO SABÍAMOS SI DISPARAR O ADMIRAR EL PAISAJE…

 
Y esta variedad y profundidad también se trasladaba a las naves que podíamos pilotar. Teníamos un montonazo a nuestra disposición. Desde el clásico X-Wing, pasando por el caza A-Wing, el famoso Speeder, el bombardero Y-Wing y nuevas adiciones como el caza-bombardero V-Wing. Por no hablar de las acojonantes naves extra que podíamos desbloquear. Y aunque a priori teníamos que pilotar obligatoriamente una nave determinada para cada misión, una vez completada podíamos rejugarla con la que quisiéramos.

 

Y no era lo mismo controlar una nave que otra. Cada una exigía un enfoque de juego y pilotaje completamente distinto. No era lo mismo controlar el rapidísimo caza A-Wing pero de débiles escudos, que maniobrar con la mala bestia del Bombardero pesado Y-Wing. Por no hablar del Speeder que, si nos tocaba pilotarlo, significaba que teníamos nuestra buena ración de AT-ATs imperiales que enredar con el cable. Cada nave exigía una estrategia completamente distinta a la cual nos teníamos que adaptar. Pero gracias al sencillo manejo e intuitivo esquema de control que colocaron para el mando de la N64, era una delicia el pilotar.

 

 

TAMBIÉN PODÍAMOS DESBLOQUEAR NAVES SECRTEAS COMO UN TIE-INTERCEPTOR, EL NABOO STARFIGHTER ¡Y HASTA EL PUTO EL HALCÓN MILENARIO!

Y SI, PILOTARLO ERA TAN ALUCINANTE COMO PARECIA…

 
Y todo esto sumado a un apartado gráfico apabullante para la época que nos mostraba parajes increíbles con múltiples efectos sin que se resintiera el ritmo de juego. Ni siquiera notábamos las típicas tretas de N64 como la niebla para cubrir distancia de dibujado ni bajones en la tasa de frames por segundo. Incluso ni con escabechinas enormes con cientos de naves, láseres torretas y edificios de por medio notábamos ninguna clase de bajón en el ritmo de juego. Y si todavía teníamos ganas de más burrada gráfica, siempre podíamos meterle el Expansion Pack (La expansión de memoria Ram) y obtener una mejora gráfica notable. Parecía que era poca cosa, pero se notaba y mucho.

 

Y dejándolo lo mejor para el final, teníamos cientos de extras y desbloqueables por descubrir. Todo dependía de cómo nos lo habíamos montado en las misiones y las medallas que habíamos obtenido. Teníamos desde naves secretas como el Halcón Milenario o un Tie-Interceptor (Pilotarlas era un puta pasada) o el Naboo Starfighter que te venía en la edición de 1999 como motivo del estreno del Episodio 1. Hasta misiones extra como una carrera con los T-16 por el cañón Beggars u otra en la que nos tocaba ser el imperio y teníamos que reventarlo todo a los mandos de un AT-ST.

 

También teníamos misiones extra inspiradas en las películas, como la carrera por la trinchera de la primera Estrella de la Muerte o la Batalla de Hoth. Sin olvidarnos de las locuras que se les ocurrían a los de Factor 5, como meter como nave desbloqueable un puto Buick Electra del 69. No sé qué se estarían fumando pero conducir un puto coche como nave espacial con láseres en la mejor idea que ha tenido una desarrolladora desde hace mucho tiempo…

 

FLUIDEZ ABSOLUTA INCLUSO CON CIENTOS DE EXPLOSIONES, LÁSERES Y NAVES POR TODAS PARTES. GENIAL

 
Para acabar os podría decir que este es el mejor juego naves espaciales de la historia, pero os mentiría. Ya que sus secuelas en Gamecube: Rogue Leader y Rebel Strike son mejores en todo. Nivel gráfico y técnico (Tanto que podría mirar por el encima del hombro a una PS3/360 y sin exagerar) sonido y doblaje duración, misiones, naves y extras. Bueno, puede que las fases de a pie en Rebel Strike sean una mierda, pero aun así siegue siendo un juego cojonudo.

 

Lo dicho. No solo fue uno de los mejores de Star Wars sino que también fue la piedra angular de los juegos de pilotaje profundos, variados y elaborados. Si no os llama mucho este en la Nintendo 64 os recomiendo encarecidamente pillaros sus secuelas en Gamecube. Prácticamente son los mejores juegos exclusivos de esta consola. A la mierda los Zelda y los Metroid, Los Rogue Squadron se cagan y mean en esas sagas llenas de groopies! Xd.

 

 

Y aquí termina la reseña de hoy. Espero que os haya gustado. Un Saludo a todos.

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