No hay nada comparable en este mundo a encontrarse con un videojuego que tiene el suficiente potencial para convertirse en uno de tus favoritos. Normalmente, es el tiempo el que ordena las experiencias jugables, y el que dicta en última instancia cuánto de bueno e importante fue un título para servidor… pero, ¿y si durante las sucesivas partidas y tras terminarlo, ya sientes eso? Así puedo certificarlo con Nioh, uno de los hitos más satisfactorios que como jugador me haya llevado a las manos. Animaos a comprobar en este análisis qué lo hace para mi tan sumamente gigante.