Mother Russia Bleeds es un juego indie que salió en septiembre de 2016 para PC y PS4. Se trata de un título muy resultón, llamativo y gamberro, creado por Le Cartel Studio. Pero no es oro todo lo que reluce: Mother Russia Bleeds es un juego lleno de carencias. Lo digo sin rodeos y sin hacerme la interesante: tiene meteduras de pata verdaderamente aberrantes que han restado muchísimo a cualquier placer que hubiera podido sentir jugándolo, porque estamos ante un beat’em’up hecho por gente que nunca ha jugado a un beat’em’up. Queridos amigos del desarrollo indie occidental: recordad jugar a los juegos de Capcom antes de lanzaros a crear productos de un género que no comprendéis. Mother Russia Bleeds empieza con una historia gamberra de unos rusos a los que han secuestrado y enyonkizado en una celda durante meses para volverlos totalmente drogadictos y… no sé ni qué más. Pero la cuestión es que habrá que abrirse paso a hostias durante ocho largos niveles. Pero laaaaaaaargos… Todo mientras le robamos la droga a los enemigos y nos la vamos inyectando para curarnos. No debería estar mal, ¿no? AAAAAYYY alma de cántaro…
Mi interpretación de The Beginner’s Guide (con spoilers)
Es difícil hablar de The Beginner’s Guide sin spoilearlo. Podría hacer otra entrada de hablar sin decir nada, como la de Pony Island, pero ése fue mi propósito original hará precisamente un año y no me puse nunca a ello. Fui abandonando la idea, hasta que hace poco lo rejugué y me dije: «¿por qué no dar mis impresiones completas, dado que es lo que realmente quiero comunicar?», y aquí estamos. Esta entrada va a estar cargadita de spoilers, así que leedla solo tras terminar completamente el juego. Esto no es una explicación del juego, ni una interpretación real y veraz, nada así: solo mis pensamientos mientras jugaba pero de forma un poco más ordenada, aunque imposibles de entender sin haberlo terminado. Jugadlo si podéis: total, durará hora y media como máximo… Repito, spoilers más adelante. Este no es el tipo de entrada habitual que hago, pero ya vale la pena cambiar de vez en cuando.