FICHA TÉCNICA
Director: Damien Chazelle
Género: Drama, musical
Estreno: Octubre 2014
Duración: 106 minutos
CRÍTICA:
Hay veces que ves una película por pura casualidad, otras porque algún amigo o familiar te la recomienda u otras veces porque ha sido galardonada por un número determinado de premios en múltiples festivales de cine. En este caso, la vi porque me equivoqué en la descarga de otra peli, y en esas que se fue quedando solitaria en mi lista de «pelis por ver» hasta que me dio por verla en compañía.
Mientras escribo estas líneas, recuerdo que ya es la tercera vez que la veo en menos de un mes y que ha sido premiada por La Academia de los Oscar con tres estatuillas (mejor actor de reparto, mejor montaje y mejor sonido).
Feliz de tantos premios eh?
Y empecemos por uno de los pilares fundamentales de la película: el sonido. No soy un gran fanático del Jazz pero cuando escucho algo decente de este género, no puedo evitar escucharlo hasta el final. En Wiplash nos deleitarán con unas cuantas piezas musicales, bastante pegadizas que irán marcando el compás de la acción que veremos en pantalla.
Esas canciones enlazaran directamente con la trama principal, que nos cuenta la historia de Andrew Neiman, un joven batería de Jazz matriculado en el conservatorio Shaffer (el mejor del país) que tendrá que superarse para conseguir ser el mejor batería del siglo, eso sin rendirse ante los distintos obstáculos que irá encontrándose, la mayoría de la mano del director de la orquesta: Terence Fletcher.
Aquí está J.K. Simmons haciendo de director de orquesta
La actuación de J.K. Simmons como el director de orquesta calculador y un poco cabrón, es ejemplar; al igual que la de Miles Teller que con su gesticulación y su actuación nos irá guiando ante el difícil camino que le queda por delante.
Quizá nos pueda parecer a primera vista un film muy duro, pero que a pesar de eso no pierde credibilidad y que nos sumerge en el competitivo mundo de la élite musical, algo tan arduo como cualquier otro mundo elitista pero con un poco más de musicalidad. Que quede claro, no estamos ante un musical como «Into The Woods» o «Grease», aquí la música únicamente hace de vector y de desencadenante del drama y de la crítica subyacente.
Apostarlo todo por el Jazz, hasta las últimas consecuencias
Película hipster? Quizá, pero a pesar de ello me ha encantado. Tanto que mientras estaba escribiendo estas líneas, sonaba de fondo la OST de Wiplash en mi habitación. Quizá me de por sumergirme un poco más en unas aguas desconocidas para mi como es el Jazz, y puede que no sea el único que lo haga después de esta película.
En conclusión, es una cinta genial que recomendaría ir a verla al cine (si aún se proyecta en alguno) o con un equipo de música envolvente sin saber nada más de lo que hay escrito en esta entrada. Las canciones deben de sonar bestiales con un sistema de esos o en la gran pantalla, piel de gallina asegurada.
Creo que con 5/5 no hay nada más que decir. Obra maestra de pe a pa, aunque quizá tenga algún desliz…no deja de ser una obra maestra que perdurará hasta los confines del universo. De aquellas producciones que cuando las has disfrutado, las verías infinitas veces. De esas producciones que te llenan únicamente en pensar en ellas, la crème de la crème.
Y cuanto más tiempo pasa mejor recuerdo tienes de ella!
La he visto tres veces y dos de ellas sin pretenderlo. Eso dice mucho de lo que engancha
Todavía tengo hambre de peliculones tras Birdman y tengo la suerte de que esta todavía la siguen echando en las salas de por aquí. Y ya solo por el personaje de JK Simmons y lo grandisimo hijo de puta que es, merecerá la pena verla.
Muy buena crítica tio. Un Saludo.
Es muy buena, mejor que Birdman desde mi punto de vista, cuando terminas de verla, quieres ir a agarrar la batería. Saludos afectuosos.