Ante la imposibilidad de nutrir el blog con entradas sobre todo lo que veo, no queda otra que abrir un cajón de sastre para tener la oportunidad de recomendar aquellas películas de interés y de fusilar aquellos obstáculos a evitar. Además así puedo esbozar ciertas pinceladas que me apetece escribir sin necesidad de preocuparme por la brevedad de la reseña. Por otro lado, en aquellas películas con entrada, me limitaré a enlazarla.
¿Dónde está la casa de mi amigo? (Abbas Kiarostami)
Una afición reciente del diario El Paísconsiste en su artículo semanal despotricando contra la juventud. Desde la crítica por no tener unos valores y costumbres propios de los años 50 hasta el clásico “cualquier tiempo pasado fue mejor”. No falta a la cita la detracción hacia internet y las nuevas tecnologías. Gente mayor incapaz de comprender un cambio generacional. Pero no alcemos la voz: dentro de unos años, será nuestro turno. Diremos que cómo es posible que los críos jueguen con las tablets en lugar de con los playmobils. Tendremos a nuestro Pérez-Reverte con su columna semanal analizando la pérdida de tradiciones que suponen nuestros descendientes.
Ahmed, el niño protagonista de ¿Dónde está la casa de mi amigo?, soporta un tedioso sermón de su abuelo: que si falta de disciplina, que si no te quejes porque en mis tiempos mi padre me pegaba todos los días, que si a dónde vamos a parar con estos niños mocosos, etc. Tras ver esta película, es difícil no pensar en la imagen de este anciano cascarrabias cuando uno lee los artículos de El País anteriormente mencionados.