Gantz es una obra especial. Sé que empiezo muchas entradas con afirmaciones de esta índole, pero ya hacía que no lo soltaba de una manera tan LITERAL. Veréis, Gantz es la clase de manga en el que yo hago una apuesta de «Bah, no puede ser que realmente sea tan estúpida y patética en su tratamiento de la mujer y en los desnudos gratuitos como decís; es más, cada vez que salgan tetas sin venir a cuento me sacaré una selfie de mi peludo pechamen gallego y os la envío como prueba» y me veo obligado a retirarme antes incluso de terminar el tercer capítulo porque ya no me quedan poses seductores en las que ponerme. ¿Creíais que los mangas eran misóginos de por sí? Pues esperad a leer esto. Gantz hace parecer a algunos de los hentais más enfermizos de 4chan manifiestos feministas.
Gantz
Y pese a ello consigue ser una lectura divertida.