Hace poco colaboré en el blog «Super Juegos ’98» con un artículo en el que hablaba de cómo ha cambiado la percepción que tiene el usuario ante «ports» o conversiones a sistemas menos potentes que el original. Pero mientras lo escribía y también a posteriori me di cuenta de otra cosa. No es algo que no se sepa pero sí de lo que no se es consciente casi nunca, y hoy quiero dedicar este texto a que reflexionemos sobre la deuda que tenemos con quienes nos precedieron, pues sus actos son los que han permitido que hoy tengamos lo que tenemos.