Dicen que las sorpresas vienen cuando menos te lo esperas y para mí, Assassin’s Creed: Origins ha sido una de ellas a comienzos de año. Hace dos semanas aproveché una oferta que había en Game y adquirí una Xbox One S con el Assassin’s Creed; Origins. Los juegos de la saga Assassin’s Creed siempre me han gustado, salvo una excepción, pero he de reconocer que nunca espero nada de ellos. Esto se debe a que desde la segunda entrega, los juegos que han sido lanzados posteriormente estaban hechos exclusivamente para conseguir dinero; ergo, no se podía decir que fueran buenos. Sin embargo, Assassin’s Creed: Origins es un juego que recobra toda la gloria que la saga que consiguió durante los años de Ezio y Altair, e incluso la aumenta. Es por esto, que he decidido hacerle un análisis.