Soñé que… yo era una especie de agente especial del gobierno, una Androide semidesnuda, y tenía una misión muy importante que debía llevar con toda discreción sin que nadie me descubriera. Como mi cuerpo al desnudo se veía muy robot y por algún motivo iba desnuda (¿¿¿???), pues llamaba a un taxi. Pero no un taxi normal, sino uno de los de nuestra organización… que tenían la forma de la lancha motora de Playmóbil, pero en gigante, además de agujeros por los lados. De esta forma, me metía hecha un ovillo en una lancha motora de playmobil que medía unos dos metros y tenía ruedas, esquivando los agujeros como podía para que nadie me viera (la lancha iba en modo autoconducción y yo iba sola pero no tenía que conducir), y llegaba con mi equipaje sacrosanto gubernamental a la casa de mi novio.
Estaba en su casa (de repente vestida y aquí parecía 100% humana) con mi mochila de tela fina casi transparente, y dentro llevaba un objeto importantísimo del gobierno… que era la lancha motora de playmobil, otra vez, pero ahora a tamaño "pequeño", unos 20-30cm de longitud, dentro de mi mochila. Así que la dejaba en el sofá de mi novio y le decia: "mira, llevo un objeto importantísimo en la mochila. Soy una agente encubierta del gobierno, ya me has visto que tengo el cuerpo robot y algo turbio tenía que haber ahí. En la mochila llevo la lancha motora de playmóbil, como alguien la mire o la toque estaré obligada a matarle, así que haz todo lo posible para que nadie se acerque hasta que me la pueda llevar". Y tal cual lo decía, entraban 2 crías preadolescentes. Él placaba a una de ellas para su propia seguridad, pero la otra iba directa a por mi mochila y como veía LA LANCHA, pues la mataba clavándole un tenedor en el ojo.
De esta forma, yo le decía: "oye lo siento por haber matado a tu prima a la que acabo de conocer, pero es que la lancha. Da gracias a que tú no la has visto porque sino tendría que matarte también". Así que de repente estaba en mi antigua casa por la noche con el cadáver de la niña en la mochila (junto a la lancha) y cuando me ponía a cavar aparecía mi padre que JUSTO le apetecía plantar un árbol y me jodía porque el cadáver de la niña se me iba a podrir, por lo que lo ayudaba y cavábamos un hoyo de uno o dos metros de profundidad y cuando él no miraba tiré a la niña, planté el árbol, y cerré el agujero. En el momento de llegar a esa zona de la casa, veía un montón de fantasmas y decía: "¡no , otra vez no!" y mi miedo
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