Si existe un género de videojuegos con el que no he podido nunca ha sido el survival horror, o los juegos en los que predominen los sustos aleatorios. Nunca he podido avanzar lo suficiente con ellos. Silent Hill me puede, y Resident Evil me llegó a asustar cuando era más joven. No se ha presentado hasta ahora el candidato que haya conseguido hacer que el género llegue a interesarme. Hasta ahora. Pues me he encontrado donde menos me esperaba una obra que tiene mucho más de terror que todas las anteriores.
Muchos estaréis pensando en algún triple A. Puede que algunos en Dead Space si leéis esa frase sin leer la cabecera. Pero no, el juego encargado de hacer que me interese el terror por vez primera ha sido ni más ni menos que Corpse Party, un juego con unos orígenes inusuales, un apartado técnico ciertamente pobre, en inglés, de Playstation Store para PSP, y a 14.99€, y además con dos secuelas, una a la venta en Japón y otra en desarrollo. Un completo desconocido que lo reúne todo para no vender absolutamente nada.
Pero yo decidí darle una oportunidad. Los japoneses han sido los desarrolladores que me han dado muchas cosas en este mundillo: mi juego favorito (FFX), los mejores personajes que he visto en historia alguna de cualquier consola (Megaten), o incluso la jugabilidad que más disfruto (KH). Por ello, no podían ser otros que unos japoneses los que lo hicieran. Pero no es ni Square Enix, ni Atlus, ni Capcom. No, es un pequeño, minúsculo y desconocido estudio llamado Team GrisGris, con mediación de 5pb y Xseed Games para su adaptación a PSP.
Corpse Party es un juego nacido en el seno de PC, concretamente del programa de creación RPG Maker, lo cual se nota en prácticamente todos sus aspectos, y más para alguien como yo que ha utilizado el programa a nivel profundo. Veo incluso mentalmente los eventos que han hecho en cada momento, si bien su grado de maestría con el programa es reseñable.
¿Y qué es exactamente Corpse Party? Es, en pocas palabras, un juego de terror en el cual un grupo de adolescentes de un instituto japonés caen en una escuela entre todas las dimensiones, donde habitan fantasmas, psicópatas, ruina, cadáveres y almas en pena que buscarán hacerles la poca vida que les queda imposible, si no deciden ellos quitársela antes.
Y es que los alumnos estaban contando historias de terror como fiesta de despedida de una de sus compañeras, que debía irse a otra escuela por motivos familiares. Para no perder su amistad, deciden hacer un ritual con un muñeco de papel, que simboliza la amistad eterna. Cada uno de ellos retendrá un pequeño papelito con ellos, y mientras lo tengan, mantendrán su seguridad. Justo después, ocurre un terremoto y los niños (además de su profesora) caen en un enorme agujero y despiertan separados en una versión macabra de su propia escuela.
No voy a engañar a nadie. Corpse Party, en lo que a lo técnico se refiere, está severamente limitado, incluso para ser 2D. Solo 4 direcciones, con unas animaciones no siempre fluídas, siendo muy básicas. Su control es bastante sencillo, su dificultad en lo que a jugabilidad se refiere, no muy elevada. Los personajes están a menor resolución que el escenario, y no hay nada especialmente destacable, ya que hay mucha repetición de escenarios, sprites y modelados.
Entonces…¿Por qué debería interesarme este juego? Porque amigo, los gráficos no lo son todo, y, lo que puede parecer más sorprendente, la jugabilidad tampoco. De hecho, aquí es lo de menos, pues el protagonismo lo toma una historia que es lo que convierte a Corpse Party en un auténtico juegazo. Y es que tiene una trama de esas que a mi me gustan, con un desarrollo psicológico brutal de los personajes, trasfondo intensivo, y unas reacciones muy humanas dentro de su paranormalidad.
Los personajes se sienten humanos, y reaccionan de una manera muy natural, cada uno como podríamos reaccionar nosotros si nos encontrásemos en su situación. Algunos personajes mantienen el optimismo, otros, simplemente la entereza. Otros personajes toman la responsabilidad de proteger a todos los demás, mientras que algunos otros simplemente sufren y lo demuestran continuamente. Unos personajes puestos frecuentemente en situaciones límite, en las que cualquiera no podría mantener la entereza. Y de hecho, algunos no lo hacen.
El juego oculta muchísimo trasfondo y mucho que ver en esos cinco capítulos principales y unos cuantos más extras. De hecho, podemos incluso encontrar finales alternativos conforme avanzamos, ninguno de ellos beneficioso para nosotros. Y es que el juego, a pesar de ser de RPG Maker, dista mucho de ser un RPG, pues es más una novela visual mezclado con aventura gráfica, pues tendremos que coger objetos y emplearlos, resolver algún que otro enigma, estar MUY pendiente de los textos que leemos, y, por supuesto, dejarnos sorprender por el terror que alberga.
Y es que el terror de este juego, con todo lo paranormal que tiene, es mucho más humano que los necromorfos o los zombies. Es un terror real, situaciones crudísimas en las que muchas veces tienen poco que ver los seres de ultratumba. El juego aquí deja de ser para todos los estómagos. Veremos personajes ahorcados de manera explícita, gente clavándose tijeras a sí mismos, cadáveres putrefactos, sesos desparramados por el suelo, ahogamientos totales de personajes, seres enterrados vivos, fantasmas sin ojos, canibalismo explicado de manera explícita (y de una forma muy filosófica y personal, pero a la vez oscurantista) psicópatas…y las reacciones de los personajes al respecto.
Por poner un ejemplo concreto del juego. Seremos testigos de una discusión fruto del desespero de uno de los personajes tras sobrevivir a una situación límite, que hará que nuestro compañero se separe de nosotros. Justo cuando nos hemos arrepentido y queremos disculparnos…veremos como tendrá un desenlace fatal, con el recuerdo de nuestro odio en ese momento. Una narrativa deliciosamente pesimista y oscura. Y es que este no es juego de finales felices, y nos lo dicen desde el principio: «No vais a salir de aquí.»
Este no es juego para todos. Es un juego muy oscuro, muy adulto, muy metido en su papel. La trama, para alguien que nunca ha disfrutado un juego de terror, me parece una de las más redondas que he visto hasta ahora, y más cuando aprecio tanto la psicología de los personajes. Los conoceremos a todos, entenderemos su relación, veremos como avanzan dentro de ese pequeño mundo. Les veremos sufrir, caer, descubrir, morir de mil formas distintas.
Gran parte del trabajo del juego lo hacen un doblaje japonés totalmente profesional (algo que son palabras mayores para un lanzamiento de RPG Maker portado a PSP). Los dobladores ponen el sentimiento adecuado, el tempo, el tono, y la situación para pegarte algún susto ocasional. Podrás sentir, a pesar de lo limitado de lo visual (aunque hay algunas imágenes dibujadas tan útiles como perturbadoras para aclarar lo que vemos). El juego recurre pocas veces al susto típico de aparecer de pronto, te suele avisar incluso. Pero eso no lo hace menos terrorífico. Irás siempre con pies de plomo cuando avances.
El sonido ambiente es otra de sus grandes virtudes. Los cambios de música, los sonidos decadentes, los pequeños tonos, los susurros de los fantasmas, algún cubo que se cae, unas moscas que se oyen aquí y allí…y las conversaciones que tanto aportan al juego. Entre la historia y el apartado sonoro, logran que Corpse Party sea una experiencia narrativa muy por encima del concepto habitual de videojuego, que debe tener buenos gráficos y ser jugable.
Este juego es horriblemente limitado técnicamente, y jugablemente es solo moverse y coger objetos, además de conversar. Pero en serio, no necesita más si aprecias una buena historia. No es para todos, incluso yo lo paso mal muchas veces por lo que veo. A veces piensas si se han pasado con acciones tan explícitas como clavarse una tijera garganta adentro o aplastar poco a poco, con saña, a alguien con un armario. Pero todo el conjunto del juego es oscuro, decadente, brutalmente violento y hasta perturbador. Justo lo que pretende.
Es más que obvio que Corpse Party no va a llegar a ninguna parte con los jugadores de hoy: está en inglés, es solo digital, y está además dentro del umbral de lo caro para ese formato (15€), es de unos desconocidos y para colmo, es cutre gráficamente y jugablemente no tiene mucha chicha. Además, tiene ese componente gore-terrorífico que puede echar atrás a los pocos que pasaran por encima de esos escollos anteriores.
Te vas a encontrar una locura psicótica, unos personajes brutalmente humanos, muy bien planteados, y una trama que se desgrana mientras te hace sufrir a ti y a los estudiantes que manejas. Muchos finales malos, muchas muertes horribles, muchas cosas grotescas.
¿Debería, entonces, dar un veredicto? No lo compres si no te ves capaz de ser lo suficientemente fuerte mentalmente para aguantar algunas de las cosas que verás o leerás. No lo compres si eres inmaduro o impresionable. No lo compres si no sabes inglés, y tampoco si eres un «graphic whore». Para los demás, espera una trama brutalmente absorbente y un submundo horrible, pero a la vez macabramente satisfactorio al dar una gran historia.
Gracias por tu tiempo, y por leer este artículo.
Un saludo.