Hace ya 10 años, la ya extinta compañía Squaresoft, una de las compañías niponas más queridas por los jugadores por la calidad de sus juegos de rol, decidió hacer un movimiento arriesgado. Decidió aliarse con Disney para crear un universo que uniera a los Mickey Mouse, Donald Duck…con sus personajes de Final Fantasy y una plantilla totalmente nueva, capitaneada por Sora, el elegido de la llave espada. Cualquiera que escuchara tal unión pensaría que no era más que algo estrambótico y sin futuro.
Sin embargo, el tiempo hizo ver que Kingdom Hearts no era una saga para niños pequeños, sino que tenía una historia muy competente, basada en los sentimientos, en los valores, transmitidos por los personajes de Disney, y los combates de unos jóvenes para salvar al mundo de una amenaza desconocida. Aquel juego original fue un éxito de crítica y público, y Square Enix, ya tras la fusión, vio que esa historia podía tener mucho potencial, lo que llevó a una infinidad de spin-offs en muchas consolas diferentes, con solo dos entregas diferentes.
Muchos alegan que la historia se ha complicado demasiado, pero lo cierto es que es bastante loable como, juego a juego, se han ido uniendo las piezas. Este Kingdom Hearts 3D viene a poner las últimas del puzzle, y a la vez iniciar el camino para el ya definitivo Kingdom Hearts 3, que debe poner conclusión a la historia de la saga tal y como es ahora. Un juego que nos lleva a un viaje por los sueños, para conocer la amenaza que enfrentaremos en el futuro. Sora y Riku, camino de ser maestros de la llave espada.
HISTORIA
La trama de este Kingdom Hearts 3D toma lugar un poco después de la finalización de KH Re:Coded. El juego supone que ya hemos superado todos los juegos anteriores, por lo que es evidente que tendré que usar pequeños spoilers en este apartado del análisis. Sora y Riku recibieron al final de KH2 una carta del Rey Mickey, que los instaba a reunirse con él en la Torre con Yen Sid, que los advertirá de una nueva amenaza: tras vencer a Ansem y Xemnas, el original, el maestro Xehanort, ha vuelto, y su poder amenaza el mundo.
Por ello, Sora y Riku deben estar preparados, lo cual implica la excepcional medida de someterlos al exámen de Maestros de Llave Espada pese a su juventud (no olvidemos que Aqua lo superó con más edad). Deberán entrar en los mundos del sueño e ir en busca de lo que se llama siete «Sleeping Keyholes», o cerraduras de mundos que no están liberados de la oscuridad, pero están sumidos en un sueño que hace que ni los sincorazón puedan invadirlos, estando ajenos a toda la realidad.
La misión de los muchachos es liberarlos de ese letargo en el que viven, y aprender en su viaje, hasta poder sobrevivir al enfrentamiento final y poder ser nombrados maestros. Sin embargo, no sabrán hasta muy tarde la trampa mortal en la que ingenuamente han entrado. Paralelamente a estos hechos, un viejo conocido de pelo rojo despierta tras recuperar su humanidad, y aprenderá una serie de hechos que serán vitales en los próximos acontecimientos, mientras Sora y Riku conocen a nuevos amigos en estos mundos y conviven con las pequeñas criaturas del sueño, los Dream Eaters, divididos en Nightmare, que enfrentarán, y Spirits, que les ayudarán en su misión.
Lo cierto es que la trama, en un primer momento, puede resultar ligeramente simple, e incluso posee muchísimos detalles bastante confusos, ya que presenta muchísimos detalles nuevos en poco tiempo. Tenemos por primera vez en la franquicia a los personajes de The World Ends With You, una nueva saga de Square Enix nacida en Nintendo DS y reconocida por su calidad y frescura, con una secuela rumoreada. Neku, Shiki, Beat…nos asistirán en el conocido mundo de Ciudad de Paso, y de ellos aprenderemos las mecánicas del mundo, así como la extraña realidad que vivimos.
Sora y Riku están en versiones diferentes del mundo, pero sus hechos pueden relacionarse, y esto será una constante. La historia actúa en ciertos puntos como lo hacía en Birth By Sleep, pero no exactamente así. En el título de PSP podía ocurrir que por ejemplo Terra visitase un mundo tras haberlo hecho otro compañero. Aquí, Sora y Riku se encuentran en los mundos a la vez, y a veces sus acciones influyen en el mundo del otro. Por ejemplo, en el mundo de los Mosqueteros, Riku con una acción en su mundo salva a Sora en el otro, o podemos encontrarnos con que uno deje el mundo en un punto que «retoma» el otro.
A veces no se encontrarán, y los mundos viven historias independientes. En el caso de Sora, solemos encontrar la cara más «amable» de las historias, como la trama original del Jorobado de Notre Dame, o resolveremos parte de la película, como en Pinocho, dejando la otra mitad a Riku. Las partes de Riku son mucho más serias, especialmente en el mundo de Tron, donde Sora se centra más en recuperar a Rinzler y Riku en la parte más cruda del filme. La oscuridad de su trama es patente, y dota a Kingdom Hearts de una seriedad argumental que con Sora (más ingenuo) se pierde un poco.
Somos testigos quizá del peor Sora de la saga, a pesar de no haber sido nunca parangón de la madurez y la seriedad. Bastante poco espabilado, demasiado centrado en su parte buena, en ayudar porque sí, en creerse a todos, en buscar las causas perdidas. Hay veces que la trama de este personaje se puede hacer un poco tediosa por su intrascendencia, y solo cobra carga dramática en ciertos momentos. Yo estoy casi convencido de que el protagonista real es Riku, porque incluso en los mundos de Disney no se deja absorber el protagonismo. Es muy maduro, y un protagonista excelente. Sora está demasiado poco trabajado.
Respecto a lo que es la trama del juego, si quitamos las partes de relleno típicas de Disney, encontramos más preguntas que respuestas, y unas horas finales de juego de lo mejor de toda la saga, a la total altura de los Kingdom Hearts originales. Son realmente intensas, y aportan muchísimos detalles argumentales nuevos, que aún son una incógnita hasta que Kingdom Hearts 3 los aclare. El juego utiliza en muchas ocasiones la técnica del flashback para narrar hechos, y tenemos acceso a todos los datos de la historia por escrito, como siempre.
Es una lástima que el juego que quizá más importancia argumental tenga de toda la saga junto a BBS (quitando los numerados) venga en total inglés a nuestro país. Y no estamos hablando de un inglés sencillo, pues incluso para mi, que tengo el título de C1, me resulta complicado en ciertas fases. Teniendo en cuenta que explica muchísimas cosas, especialmente sobre el paradero de Ven, Roxas o Xion, el destino de los miembros de la Organización, o el plan maestro de Xehanort, es un poco fastidioso que no podamos disfrutarlo a la perfección.
Con todo, la trama de KH 3D es portentosa, épica por momentos, y muy superior para Riku que para Sora. El juego tiene un ritmo bastante alto de nuevos elementos para la saga, y ha hecho un tratamiento magistral en el protagonismo de Riku, no así en el de Sora, que es bastante ingenuo. Lo que no termina de explicar bien es el por qué del aspecto más infantil de los protagonistas si ocurre tras KH2, pero yo apuesto por cuestiones técnicas. Para un fan de KH 3D, es quizá la entrega fundamental, más de lo que fue CoM para KH2, para entender KH3. Imprescindible, apoteósica, completa y con gran ritmo.
GRÁFICOS
No hay muchas sorpresas en lo que al motor gráfico respecta, pues se está usando el mismo que ya tuvo PSP con Birth By Sleep, pero con múltiples mejoras técnicas y de rendimiento para adaptarlo a la superior potencia de 3DS. Esto se hace realmente patente en la parte de Tron Legacy, pues los personajes humanos presentan un aspecto realmente cercano a lo que un juego de nueva generación respecta.
El juego presenta un aspecto bastante continuísta con lo que se ha ido viendo de la saga Kingdom Hearts a lo largo de los años, si bien el tamaño de los mapas está más cercano a las entregas de sobremesa que a las de portátiles, que han sido mucho más reducidos que otras veces. Aquí puede darse el caso incluso que nos perdamos en determinado mapas, por su juego de alturas y diversos caminos con bifurcaciones. Si bien son un poco vacíos, ya que no hay NPCs salvo los enemigos que encontramos, su factura artística es bastante acertada, muy fieles a las películas Disney, y alcanzando un nuevo nivel en los mundos propios.
Los personajes tienen un alto grado de detalle, y su expresividad está a la altura de la que presentaron en Kingdom Hearts 2. Es cierto que su aspecto general se asemeja más a un juego de la generación PS2, con muchas mejoras técnicas, que a uno de la nueva generación, como puede ser Resident Evil Revelations. Pero es que este aspecto sienta a Kingdom Hearts como un guante, y el motor de BBS (evolucionado desde Crisis Core) ha probado ser muy competente, tener pocas taras técnicas (ciertas ralentizaciones) y muchas virtudes (como la expresividad de los personajes, o su calidad de colores). El juego luce a la perfección en 3DS, y se coloca como uno de los mejores juegos en este aspecto.
SONIDO
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=vW4uVOycPWg&w=460&h=259]Quizá este es el apartado más correcto del cartucho, y no precisamente por la poca calidad de sus melodías. Yoko Shimomura ha dado un giro bastante barroco a su audio (que se notará más en Versus), pero el juego recicla demasiadas melodías en los juegos anteriores, siendo las nuevas bastante en la línea de las vistas hasta ahora. BBS adolecía de este problema, pero sus melodías nuevas eran de una mayor factura. Aquí se recicla bastante, pese a que presenta unas remezclas muy interesantes para la saga.
El doblaje es de una factua realmente soberbia, por otro lado, empleando las voces originales de Disney, y unos dobladores de alto nivel, como Hayden Patteniere en la voz de Xion. El juego presenta mucha presencia, y gana bastante dramatismo en sus escenas de vídeo gracias precisamente a su doblaje. Los personajes en el combate poseen algunos gritos estándar y bastante repetidos, y los Dream Eaters apenas hacen algunos sonidos imperceptibles.
El resúmen que podemos hacer es que el sonido alcanza el nivel de la saga, pero recicla demasiadas melodías del pasado y aporta poca novedad. Destacan algunas de estas mezclas (mención especial a Traverse Town, que me encanta), pero una entrega de tan alta factura en todos los apartados, bien habría merecido un paso más en el apartado sonoro, y más teniendo a una gran compositora como Shimomura detrás. Y las canciones de Utada, que llevan usando siempre las mismas años y bien podrían renovar.
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JUGABILIDAD
El sistema de juego, para aquellos jugadores añejos de Kingdom Hearts, no debe serles desconocido, ya que la base sigue siendo la misma que hace ya diez años. No obstante, para aquellos que no lo conozcan, decir que presenta un sistema de Action RPG, en el que debemos combatir enemigos en un mapa determinado en tiempo real, empleando ataques básicos combinados con comandos y magias, apoyados por unos aliados. El sistema de juego recibió un impulso en KH2 y otro más profundo en BBS, que sirve de base en esta ocasión.
Encontramos, pues, los ataques básicos y las defensas, junto a los comandos del botón X que nos aportan un plus, pues combinan desde lanzamientos del arma a cargas veloces, sumado a magias elementales, hechizos de curación, objetos que nos restauran, o poderosos golpes finales. Es, en este sentido, igual que en BBS, estando las implementaciones en el sistema de Flowmotion que, una vez dominado, facilita enormemente los desplazamientos por el mapeado.
¿Y qué es el Flowmotion? Básicamente, nosotros podemos emplear cualquier objetos del mapeado y, usando nuestro poder del mundo de sueño, realizar acciones como rebotar y lanzarnos desde paredes, grindar barandillas, balancearnos por farolas, o saltar desde trampolines. Estando en este modo también podremos usar ataques muy poderosos que de otro modo no se podrían realizar. Es un sistema quizá un poco engorroso, y no es absolutamente determinante para superar el juego, pero bien es cierto que ayuda a vencer algunas peleas.
A esto hay que sumar los llamados «Reality Shifts», que son acciones realizadas en la pantalla táctil que ocurren cada cierto tiempo, y podemos emplear en objetos del escenario o en los mismos enemigos. Cuando activamos uno, deslizando el lápiz por la pantalla, ejecutamos la acción, que puede ser conectar unos puntos para desplazarnos, utilizar cañones para atrapar a los enemigos en burbujas, cortar unas cuerdas para abrirnos paso o dañar severamente…algunos no son muy intuitivos y, nuevamente, apenas son necesarios para superar el juego, pero no dejan de ser un añadido jugable.
El más destacable quizá es el de nuestros acompañantes Dream Eaters. En lugar de Donald y Goofy, como en KH-KH2, o de ir solos, como en BBS, disfrutaremos de la compañía de las versiones luminosas de los enemigos Nightmares, las llamadas Spirits, que son formas semejantes a animales que lucharán (poco) por nosotros, y nos aportarán habilidades. Es quizá el sistema de desarrollo lo más afectado.
Conforme peleamos con ellos, adquieren unos puntos denominados LP, que debemos gastar en unos tableros sencillos, semejantes (salvando las distancias) a los de esferas de FFX o de licencias de FF XII. Estos nos aportan comandos nuevos para el botón X, habilidades azules pasivas que estarán activas mientras el spirit nos acompañe, habilidades rojas que estarán activas aunque no lo llevemos con nosotros, y otra serie de mejoras. Los tableros a veces tienen barreras que requieren superar un nivel o grado de afinidad con ellos.
Lo primero es sencillo, pues nosotros llevamos a dos spirits activos y a uno en la recámara por si fuera necesario usarlo, y suben de nivel con nosotros. Los enemigos sueltan pequeños objetos que nos permiten, bien mediante recetas, bien al azar, fabricar nuevos spirits, lo cual será necesario para mejorar y tener más habilidades. Pero la afinidad es otra historia, pues depende de que los acariciemos en su menú, o les demos determinadas comidas, lo cual podría incluso cambiar su aspecto y desbloquear rutas secretas. Los spirits son compartidos por Sora y Riku, lo cual hace que da igual con quien los mejores que ambos se verán beneficiados.
Elegir un buen equipo de Spirits es determinante en el sentido de las habilidades que otorgan, como recargar los comandos más rápido, subir nuestros parámetros, o curarnos sin molestia, siendo a veces vitales en los combates que nos esperan. Es un error, bajo mi punto de vista, que si los quitas de tu equipo pierdas las habilidades equipadas, pero por otro lado, favorece al farmeo y a la duración.
Y este juego no adolece del mismo problema de dificultad de Birth By Sleep. Ya en el mismo nivel normal, que es en el que he superado el juego, vas a sufrir lo indecible en todas y cada una de las peleas de jefes, especialmente si no vas demasiado bien de nivel (que será lo habitual). Perderás mucha salud y los comandos curativos y pociones serán casi imprescindibles. La parte de Riku quizá sea más notoria en este aspecto, teniendo los enemigos más duros del juego.
Square Enix ha hecho un gran trabajo en este aspecto, ya que el juego te motiva a construir unas buenas barajas de comandos, a perfeccionar el uso del Flowmotion a la hora de combatir a los jefes, a estudiar sus diversos ataques, y a no bajar la guardia, pues un golpe tuyo puede bajar un cuarto de barra y uno suyo quitarte casi toda la salud. No es un juego sencillo, y en la dificultad Critical directamente puedo afirmar que es el juego más difícil de toda la saga en cuestión de combates. Los jefes secretos de los Final Mix son quizá lo único que se equipara.
Como ya hemos dicho, esto es una historia de dos, y esto hará que debamos alternar entre Sora y Riku. Podemos hacerlo manualmente o esperar a que la barra de Drop de cada uno se vacíe. Al cambiar entre uno y otro, podremos otorgar ventajas, como mejores stats o un menor descenso de dicha barra, así como comandos nuevos, al otro personaje según lo bien que lo hagamos hecho con el otro personaje. No es un sistema muy molesto gracias a la existencia de objetos de recuperación, pero no es plato de buen gusto perder una pelea de jefe por quedarte con esa barra a cero.
La entrada a cada mundo va precedida por un interesante minijuego, que sustituye a la nave gumi, llamado «Dive Mode». Controlamos a Sora y Riku como si una nave fueran, y podemos acelerar, frenar, atacar, o usar comandos que recogemos en esas fases. Los objetivos van desde conseguir cierto número de estrellas a matar a un número de enemigos o jefes ciertamente duros, para abrir un anillo que nos da acceso al mundo. Solo hace falta cumplirla una vez, pero ya que nos califican, las repetiremos para mejorar la puntuación.
En resúmen, Kingdom Hearts 3D es una muestra de la madurez del sistema de juego de la saga, único, con un ritmo que ninguna ha podido igualar, y cuyas mejoras solo lo han hecho más fluído y divertido. Se pasa bien solo matando enemigos y yendo de un lugar a otro del mapeado, y eso ya es mucho para él. Los jefes son un bonito plus, ya que son difíciles de vencer muchas veces, y el juego ofrece un gran sistema complejo de dominar aunque fácil de aprender.
Los fans sabrán que se encuentran lo de siempre pero mejor, con un plus de dificultad añadido que no se veía desde la entrega original. Se acabaron los paseos, ya que sufrirás hasta con enemigos normales. Los extras, de los que hablaré ahora, solo lo hacen más grande. Quizá se echa en falta una mayor cantidad de mundos o más diferenciación entre los personajes, ya que apenas se distingue Sora de Riku en dos o tres comandos. Por lo demás, es quizá la evolución definitiva de un sistema continuísta, pero excelente.
OTROS
El juego, pese a todas sus virtudes, es quizá un poco corto, ya que la aventura en normal se puede superar en unas 18-22 horas con cierto sufrimiento, y en 25 yendo holgados y deteniéndose poco en los extras que ofrece. Una duración ligeramente inferior a lo habitual en la saga, pese a que ha ganado en intensidad. Le habría hecho falta quizá ese tercer personaje, como en BBS, para ser más largo, pero no da la sensación de ser corto.
El juego, además de lo ya mencionado, nos ofrece un modo de juego llamado Flick Rush, que hereda el sistema de cartas de CoM para combates automáticos entre nuestros spirits. Tenemos 4 cartas y una baraja prefijada para cada uno. Podemos emplearlas para atacar o para defender, y su valor debe superar al del oponente para impactar. Ganamos si vencemos a los tres spirits del oponente. Esto está establecido en forma de copas, desbloqueables a lo largo del juego, otorgándonos objetos y medallas por la victoria, canjeables en Traverse Town por premios de escasa presencia, como recetas limitadas o materiales extraños.
Superado el juego, obtenemos acceso a todas las escenas de vídeo y a versiones mucho más fuertes de los jefes ya superados, sumado a los extensos reports, que incluyen muchos resúmenes de las entregas anteriores. Tenemos también acceso a ciertos portales en los mapas, que nos otorgan spirits de aliados por streetpass, o nos permiten combatirlos del mismo modo. Si no tenemos amigos con el juego, tenemos portales prefijados, de personajes de Final Fantasy. Superarlos nos da objetos, y si cumplimos un objetivo adicional (sufrir poco daño, hacer X contraataques) nos veremos nuevamente recompensados. Hay incluso un poderoso jefe secreto esperando…
Junto a todo esto, podemos obtener la gran cantidad de cofres que oculta cada mundo y requieren todos nuestros poderes para desbloquearlos. Igualmente, obtener todas las recetas y spirits, especialmente las variedades raras, será duro, y el sistema de Forecast nos garantiza cierta variedad en las visitas a los mundos (descuentos en tiendas, enemigos más fuertes…) Superar todo esto garantiza que el juego nos durará unas 40 horas, que no es mucho viendo que KH duraba eso solo superando el juego, pero sigue siendo un número razonable.
CONCLUSIÓN
Kingdom Hearts Dream Drop Distance es una de las mejores entregas, tanto jugable como narrativamente, de la saga, y sirve como perfecto juego-puente para el ya definitivo y no anunciado Kingdom Hearts 3, dejando muchísimas incógnitas, sorpresas y regresos mientras aclara pequeños cabos sueltos. Una lástima que el idioma prive a muchos de disfrutarlo en condiciones, pero si se entiende, se va a disfrutar de una gran trama y un mejor Riku, en detrimento de un Sora más irregular.
Los gráficos son de lo mejor del sistema, pese a no ser tan vistosos como los de Revelations, y el sonido es muy continuísta, abusando demasiado del pasado. Jugablemente alcanza su cénit desde la revolución de BBS, y los elementos como los Dream Eaters o el Flowmotion le agregan esas pequeñas novedades que lo hacen poco monótono. Es quizá de los juegos más difíciles de la saga y requiere un gran dominio para superarlo.
Sus extras son generosos, pero no tan abundantes como en los dos primeros juegos de la saga. El Flick Rush, pese a su intención, es muy automático y sencillo, y a la larga, se hace repetitivo. Conseguirlo todo nos puede llevar muchas horas, pero el juego es bastante corto para lo que un JRPG se refiere. Intenso, eso sí, pero no demasiado largo. Para un fan de Kingdom Hearts será una delicia de juego. Un no fan, probablemente por su polémica del idioma, ni se plantee acercarse a él. Ojalá Square haya aprendido la lección. La saga sigue fuerte, y está cerca de alcanzar una cota superior.
NOTA
Historia: Una de las más grandes que ha dado la saga últimamente. Riku tiene un papel apoteóstico, y hay muchas sorpresas y cabos sueltos de cara a KH3. Sora quizá es más irregular que otras veces. Una lástima que el idioma lastre la comprensión de algunas situaciones importantes, porque los hechos narrados son todos nuevos y seguro muy importantes para KH3. (9.25)
Gráficos: De lo mejor que tiene 3DS. Están quizá un escalón por debajo de RE:Revelations. Son muy coloridos, y en el mundo de Tron Legacy demuestran que 3DS puede con gráficos cercanos a la next gen. Personajes muy expresivos y gran rendimiento, pese a pequeñas ralentizaciones. Los escenarios son muy vistosos y variados, aunque algo vacíos, y las escenas de vídeo son geniales. (9.25)
Sonido: El punto más gris del cartucho junto a su no traducción a español. Recicla demasiadas melodías del pasado y las nuevas son remixes de las anteriores. Utada Hikaru tiene que componer algo nuevo para la saga, porque llevan con Simple and Clean y Passion años. No es mal BSO, per es muy continuísta y Yoko puede dar más. Genial doblaje. (8.5)
Jugabilidad: Square Enix ha sabido llevar aquella base Action-RPG a unas cotas que hoy lo hacen uno de los juegos más divertidos de jugar. Una lástima que el sistema de flowmotion y reality shift no sea tan imprescindible, pero el juego es desafiante, con enemigos y jefes difíciles, y gran variedad de técnicas y elementos que dominar. La madurez de la saga. (9.25)
Otros: El juego no es muy largo, en 20 horas se ha superado. Se nos ofrece mucho aquí: Dive Mode, Flick Rush un poco simple, todos los cofres escondidos, pequeños minijuegos como el de las motos de luz de Tron, jefes secretos, un enemigo muy poderoso…se echa en falta algo como el coliseo, pero conseguir todos los objetos, subir a todos los Dream Eaters, obtener todos los objetos…requiere mucho tiempo. (9)
NOTA: 9.1/10
Gracias por tu tiempo y por leer el artículo.