«We´ve got a little more to show you». Bajo esta escueta frase, Apple confirmaba el río de rumores que se ya amenazaba por desbordarse en internet. Era un secreto a voces que existía un iPad Mini. Fundas, listados de precios…lo corroboraban. Pero poco a poco empezaron a aparecer toda una serie de filtraciones adicionales que no hacían sino presagiar que los de Cupertino preparaban algo gordo para finales de Octubre. Y esa frase vino a confirmarlo sin paliativos. El 23 de Octubre, veríamos un poquito más de lo que tienen por ofrecer.
Un teatro californiano adaptado para la ocasión, los pesos pesados de Apple, y todos sus dispositivos actuales preparados para ver en streaming una conferencia de la que ya prácticamente se sabía todo, salvo ciertas confirmaciones. No decepcionó a los amantes de las filtraciones, pero también trajo alguna que otra sorpresa y revelación de la falsedad de ciertos rumores. Bien es cierto que una keynote que ya tiene hoja de ruta pierde cierto atractivo. Imaginad un E3 donde ya se supiera todo lo que va a anunciarse de antemano. Algo así le está pasando últimamente a la compañía de la manzana, pero la confianza de sus clientes (o fans, según como se mire) no pareció decaer. El streaming se colapsó por momentos.
Tim Cook, que cada vez evidencia más que la sombra de Jobs es muy alargada, subió al escenario sonriente, vestido de colores oscuros y trayendo consigo una serie de datos lapidarios. Cifras enormes de ventas, descargas, e incluso un dato que asusta: el iPad había superado los 100 millones de unidades vendidas entre todos sus modelos, teniendo incluso más penetración en el mercado este último año que los portátiles (si bien ahora mismo hay una etapa de transición hacia Windows 8 que ha reducido el ritmo). Unas cifras que demuestran una herencia espectacular que nació con el iPod y se confirmó con el iPhone y el iPad, pilares de las ventas de la Apple actual.
Una nueva versión de iBooks 2 fue el punto de partida de una conferencia que, pese a ser la del nacimiento del iPad Mini, contó con una presencia espectacular de la gama Mac, que tenía que renovar sí o sí muchas de sus gamas punteras. Se comenzó con algo obvio, que era actualizar el Macbook Pro de 13 pulgadas a la modalidad con pantalla Retina, lo cual ya había ocurrido con el de 15 tiempo antes. Una claridad de pantalla espectacular combinada con unas especificaciones punteras (que, si bien, no sorprenden demasiado ni se desmarcan de lo ya visto, con los Ivy Bridge y Ati HD 4000 Graphics por bandera).
Sí hubo un elemento diferencial en el disco duro, y es la tecnología Fusion Drive, que combina almacenamiento HDD y flash en un único dispositivo, que permite que tengamos el SO y las aplicaciones más usadas en el almacenamiento SSD (mucho más rápido) y lo menos necesario en el HDD. Las velocidades de esta tecnología híbrida son un poco inferiores a la SSD sola, pero brutalmente superiores a la de HDD. Unatecnología ciertamente innovadora que vino acompañada de la gran bestia de la conferencia de Apple: el nuevo iMac.
Tras un breve repaso a la historia del dispositivo, desde aquel monitor enorme y azul hasta la fina pantalla de hoy, se llego un paso más allá, mostrando quizá uno de los sobremesa más finos jamás realizados. Explicaron el proceso, mediante el que eliminaban un espacio sobrante en el interior y reorganizaron los contenidos del hardware. En sus propias (y, para variar, oportunas) palabras, «hacía parecer al anterior iMac una máquina 10 años más vieja». Mientras el Macbook Pro Retina tenía un precio desmesuradamente alto para ser un portátil, este iMac sí que puede ser una genial opción, por calidad de componentes (a la vanguardia tecnológica, con Ivy Bridge y Nvidia Kepler) como por diseño, realmente compacto, muy muy fino, y en dos modalidades, 21 y 27 pulgadas. La joya de la corona de Mac, y una de las más sorprendentes de la conferencia.
El Mac Mini también sufrió una pequeña modificación, siendo nuevamente la gama de entrada de Apple en sobremesas, con un precio (para lo que es la compañía de Cupertino) muy ajustado, sobre 700 euros y los 1000 la versión servidor. El Macbook Pro Retina se iba casi a los 1700 y creo el iMac de 1400 a 1800 euros según su modalidad. El Mac Pro no recibió una actualización de gama ni prestaciones, pero cabría esperar que el año que viene se le de un tratamiento a fondo a esa bestia de 12 núcleos.
Todo esto vino acompañado de la sensación (siempre desde la perspectiva de Apple de que son los líderes en todo) de superioridad respecto a cualquier otra máquina de ninguno de los segmentos donde compiten. No hay ningún portátil como el Macbook, ningún sobremesa como el iMac (esto, ciertamente y viendo su calidad, podría ser cierto) ni ningún compacto como el Mac Mini. Es también el mercado de Mac mucho más creciente que el de PC (obviando el «pequeño» detalle que está a punto de salir Windows 8 y se está viviendo una transición, pero bueno, Apple tiene que publicitarse) y tienen una sólida apuesta por la ingeniería a alto nivel (y los precios desorbitados).
Y es ahora cuando llegamos al gran fiasco de la noche, a una de esas decisiones incomprensibles que, como bien me apuntaron por Twitter, me recordó al ejemplo del Lisa, un ordenador que Apple prácticamente liquidó al lanzar Macintosh poco después. Comenzaron a hablar de iPad, de cómo había penetrado en la educación y una serie de alabanzas hacia sus prestaciones por algunas fuentes. Y entonces llegó, sin que nadie lo esperase realmente…el iPad de 4º generación.
Pero…¿no ha salido el iPad de tercera generación este mismo año? En efecto. Apple ha matado a su tablet estrella sin que se hayan cumplido apenas 8 meses desde su lanzamiento. Esta cuarta generación presenta un procesador mejorado del iPhone 5, llamado A6X, así como el nuevo conector universal Lightning, junto a alguna que otra mejora menor, como la acepción del LTE universal (no disponible aún en España) y pequeñas mejoras adicionales. Todo esto al mismo precio del actual iPad, y a partir de Noviembre.
¿Dónde está el problema de todo ésto? El iPad de tercera generación vino a convivir con el llamado iPad 2 (o de segunda generación), que actualmente se vende por 400€ como «gama de entrada» a la plataforma de 10 pulgadas. Pero este iPad de 4º generación ha sustituido al de 3º. Literalmente. No podéis encontrar el llamado «Nuevo iPad» (que ya no lo es tanto), apenas 8 meses después de ser lanzado, para comprar en la web de Apple.
Mucha gente lo decidió comprar como dispositivo para el nuevo curso académico hace poco (un servidor), otros como mero capricho tecnológico, y otros cumpliendo con la «religión» manzanera, renovándolo justo al salir. Todos y cada uno de ellos se han encontrado, 8 meses después, con un tablet con la mitad de potencia de un sucesor por el mismo precio, y además descatalogado. Y es que esto ahora mismo no es un problema, pero viendo los antecedentes de Apple como el no-Siri de iPad 2 por «limitaciones», cabría esperar serios recortes en iOS 7.
Evidentemente, Apple sabe que Windows RT se acerca en los tablets, y ha preferido cambiar su ciclo de renovación del iPad a Octubre, aún a costa de cargarse un modelo, para presentarse en batalla como la unidad más potente. No obstante, es un movimiento demasiado arriesgado cambiar las gamas tan rápido, por la desconfianza en la marca que esto puede generar. No son pocos los que andan desesperados por cambiar su dispositivo, otros (como yo mismo) saben que con lo que tienen ya hay suficiente (pues el iPad 3 sigue siendo razonablemente más potente que el 95% de los tablets) y otros simplemente están ya ahorrando por él.
Sin embargo, no cabe sino extrañarse que siga en el mercado el iPad 2 mientras el 3 está ya descatalogado, o, al menos, desaparecido en combate. Es muy probable que Apple no pueda permitirse que su «ya-no-tan-nuevo iPad» se venda por el rango actual del iPad 2 (por aquello de los costes) y prefiera cortar por lo sano. Veremos las consecuencias de este movimiento que, para mi, opacó al que debería haber sido el protagonista de la noche.
Y ese no es otro que el iPad Mini, un nuevo competidor en las tablets de 7 pulgadas, caracterizadas por su bajo precio, notables prestaciones y gran rendimiento. Pues bien, Apple, para variar, ha querido entrar a lo grande, creando una versión que mezcla iPad 2 y 3 (estaría en medio de ambos) con procesador A5, sin pantalla retina pero gran resolución, y un tamaño de 7.8 pulgadas. Se trató de «ridiculizar» en directo al Nexus 7, un tablet con una relación diferente a la del iPad Mini y cuya comparativa encontré absurda. 4:3 vs 16:9 es algo que no tiene sentido enfrentar.
Por lo demás, nos encontramos con un tablet que corre iOS 6 y tiene Siri (hola, soy el iPad 2, soy muy parecido al Mini, pero no tengo Siri porque no tengo hardware suficiente, buena lógica) así como todas sus prestaciones asociadas. El objetivo de Apple para este pequeño integrante de su familia móvil no es otro que atacar directamente al sector educativo. Si ya el iPad con sus cerca de 10 pulgadas era un compañero excelente, uno de 7.8, con el grosor de un lápiz y el tamaño de una agenda, no puede sino ser más ideal todavía.
Aún recuerdo cómo Steve Jobs decía que este segmento no tenía futuro, pero Kindle Fire y su rupturista precio vinieron a cambiar esa mentalidad. No obstante, considero este Mini un poco «en el limbo» entre las 7 y las 10 pulgadas. Por precio (329€ de partida por los 199 del Nexus 7 no es precisamente competitivo) y por tamaño (es más grande que un tablet de 7) está como en una nueva categoría, si bien va a enfrentarse a los pequeños más que a los grandes. Una compañía que no fuera Apple (con su excelsa publicidad y su legión masiva de compradores fieles) se pegaría un bacatazo con algo claramente poco competitivo en términos de precio. Sin ir más lejos, Playstation 3 demostró que el nombre no vende a cualquier precio. Pero Apple es otra historia.
Prácticamente todo lo que Apple mostró ha renovado todo su arsenal de cara al futuro. Con la presentación del Iphone 5, la renovación de la gama iPod, y ahora Mac y este nuevo iPad Mini, puñalada incluida con el iPad 4, la compañía de la manzana está preparada para resistir el ataque del nuevo Windows 8, y lo que la competencia móvil pueda ofrecer. ¿Qué será lo próximo de Cupertino? ¿Habrá nuevas sorpresas desagradables, como un iPhone 5S en Marzo, o simplemente la «traición» a los compradores del iPad 3 es casual? ¿Realmente es grave este cambio, o el consumismo y el ansia por la novedad nos ciega a la hora de opinar al respecto? Sea como sea, Apple sabe que, hoy por hoy, aunque no esté en las mejores manos, tiene mucho colchón. Pero ya no hay un Steve Jobs al que puedan comprar una nueva Next y salvarles.
Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.
Un saludo.