El que me conozca, sabe muy bien que el género de los shooter y yo no nos llevamos demasiado bien. Ya sea por falta de costumbre, o por simplemente no gustarme sus ambientaciones o mecánicas (que en esta generación tienen demasiado a la espectacularidad por encima de la calidad jugable desde mi perspectiva) siempre ha sido algo que, si he jugado, ha sido de forma muy puntual, y siempre dentro de la categoría en tercera persona (siendo Mass Effect quizá la licencia más notable al respecto que he probado en esta generación).
Sony también ofreció su alternativa, alejada de las fórmulas puras del TPS y reforzada con elementos de los juegos de aventuras como Tomb Raider. El resultado fue Uncharted: El Tesoro de Drake, un juego que, por unos motivos u otros (que ya comenté en el análisis que le hice hace un tiempo) no consiguió calarme hondo, adoleciendo de muchos de los problemas del género de hoy, como la simplificación y la repetición de mecánicas, no explotando la jugabilidad tanto como podía, y me sorprendió de un estudio como Naughty Dog que, hasta ese momento, no había bajado el pistón ni sacado un juego irregular.
No obstante, muchos eran los comentarios que consideraban a Uncharted 2 muy por encima de su precuela. En estos años he aprendido que no es en absoluto recomendable cerrarse en banda ante las cosas. Una saga que podía no haber sido tan buena en un principio, a base de feedback y talento, puede mejorar enormemente. Uncharted 1 no era un juego que me hubiese llenado, ¿por qué lo iba a hacer su secuela, que sería más de lo mismo? Pero, aún así, decidí que tenía que hacer lo que se suele hacer al hablar de juegos: disfrutar la experiencia en profundidad antes de comentarla lo más pormenorizadamente posible.
Considero que en cuestiones de videojuegos tengo unos criterios personales muy marcados acerca de lo que me gusta y lo que no. También un sistema de valoración que hace un especial énfasis en la jugabilidad, y entiendo que en su momento una calificación tan baja a Uncharted 1 sorprendiese. Si no me divierte y me llena como jugador, todo lo demás es irrelevante independientemente del género.
Y es precisamente algo así lo que me pasó con el Uncharted original, del que destaqué varias ideas muy buenas (especialmente en lo gráfico, lo narrativo, y lo espectacular de algunos momentos), pero pobremente ejecutadas, necesitando mucho tiempo para aislarme de cantos de sirena externos y centrarme simple y llanamente en lo que los mandos me transmitían. Y esto era más negativo que positivo, por mucho que aquel juego fuera tan bien considerado.
Por todo ello, encaré Uncharted 2 con otros ojos. Me olvidé de simplificaciones de la industria, de «festivales de scripts» o de otros elementos tan recurrentes a la hora de criticar juegos shooter actuales, e incluso me olvidé de la existencia del pasado de Naughty Dog, de sus Jak y sus Crash, y del irregular Uncharted 1, y me centré solo en lo que el Sixaxis y la pantalla iban haciéndome sentir, de una forma mucho más aislada que cuando jugué el primero. ¿Se habrá corregido todas las deficiencias en Uncharted 2? ¿Es realmente el videojuego de Naughty Dog, galardonado como uno de los mejores de toda la generación, merecedor de las alabanzas?
Antes de empezar, debo comentaros que este análisis se centra en la experiencia de un solo jugador, ya que la faceta multijugador es algo que no considero que deba valorar, ya que no podría hacer justicia en ningún momento a su calidad (o ausencia de ella, si se diera el caso). Nunca voy a hablar de algo que no domine, y la faceta online de los juegos es una de ellas, si bien intentaré en un futuro traeros de algún modo impresiones de este aspecto. Sin más que añadir, comencemos con el análisis de la nueva aventura de Nathan Drake. La que lo catapultó al olimpo.
Historia
Recordaréis de mi análisis del Uncharted original palabras como «palomitera» y «esteriotipada» a la hora de hablar de su trama. Uncharted 2, por el contrario, creo que es una muestra de madurez de un estudio que apenas había desarrollado narrativas serias en aquel momento (las tramas de los Jak eran muy sencillas), condensando en sus capítulos toda una serie de elementos que hacen de esta nueva aventura de Nathan Drake toda una montaña rusa cargada de muchos de los elementos que logran hacer buenas películas de acción.
Prueba de ello es la licencia narrativa que se toma Naughty Dog para lograr un atrapante principio. Nathan Drake, herido de bala, abandonado en medio de una montaña nevada dentro de un tren descarrillado. ¿Cómo hemos llegado hasta allí? ¿Por qué está el tren en ese lamentable estado? ¿Quién y por qué nos ha disparado? ¿Qué es ese extraño objeto que portamos? Muchas preguntas que se dejan en el aire a la hora de empezar la aventura, buscando intrigar al jugador y atraparlo más allá de una sucesión de tiroteos y tópicos.
Tras esto, el juego vuelve al pasado (un recurso muy habitual en el cine) para que comprendamos todo lo ocurrido. Nuestro aventurero, tras lo ocurrido en su aventura original, se está tomando unas merecidas vacaciones en un complejo paradisíaco, pero pronto saldrá de su retiro cuando un viejo conocido, Flynn, junto a una misteriosa y exótica mujer llamada Chloe (que compartirá momentos muy íntimos con Nathan), le proponen un robo en un museo de Estambul. No parece la típica actividad de un cazatesoros, pero todo cobra mucho más sentido al conocer el objetivo del mismo: obtener un misterioso objeto que parece tener relación con Shambala.
Para aquellos poco familiarizados con la mitología religiosa, la tierra perdida de Shambala (que inspiró la ciudad ficticia de Shangri-La) se dice que está oculta en las montañas del Himalaya, y que aquel que la encuentre conocerá tesoros y milagros inimaginables. Según la religión, podemos encontrar desde un potencial ilimitado, que haría a la persona que la encuentre un verdadero rey, hasta una fuente de conocimiento. Uncharted 2, en concreto, se centra en la leyenda asociada de la Piedra Cintamani, una joya capaz de conceder cualquier deseo a su portador y le otorga la superioridad sobre el resto de los hombres.
Es obvio darse cuenta de que es un objetivo tremendamente goloso para un cazatesoros como Nathan Drake, pero pronto las cosas comenzarán a torcerse. Como en su aventura anterior, no será el único que irá en busca de la legendaria piedra, y se las verá con un peligroso mercenario ruso, Lazarevic, cuyas intenciones distan mucho de ser amistosas respecto a tamaña fuente de poder. ¿Cómo podrá un solo hombre vencer tamaño poder?
El desarrollo de la trama de Uncharted 2 tiene una novedad muy importante respecto a su precuela, y es que siempre sorprende con localizaciones nuevas, jugando muy bien con distintas ambientaciones (desde las montañas nevadas a una ciudad en plena rebelión) para justificar la jugabilidad, más allá de soltarnos en un lugar e ir descubriendo de forma muy típica en el cine de aventuras los distintos hilos que manejan la trama. Aquí, esto nos ayuda a distanciarnos en cierta medida de Indiana Jones, pese a mantener sus bases sólidas a la hora de avanzar.
Contaremos con una cantidad de elementos bastante sorprendentes en la trama, y algún que otro giro de guión que nos puede dejar algo descolocados con ciertos personajes, pese a que siga buceando cerca de los esteriotipos del género y situaciones típicas. Una de las claves que lo diferencian de la simpleza de El Tesoro de Drake está en su mayor tratamiento a los personajes principales, haciendo un Drake mucho más mordaz y carismático, así como una ambientación más lograda y variada (ya que toca a dos religiones, budismo e hinduísmo, muy de cerca, así como varios países, como Turquía, Borneo o el discutido Tíbet).
No obstante, creo que se puede discutir que el juego abusa demasiado de poner a Drake en muchas situaciones límites de las que siempre sale sorprendentemente airoso, dando cierta sensación de irrealidad, dentro de los cánones del cine de aventuras, pero, pese a todo, sin darnos sensación de invulnerabilidad o el «síndrome del superhombre» (aunque rompa cosas mucho más grandes que él continuamente). El ingenio y la imprecisión están muy presentes en el personaje, así como un mayor énfasis en la psicología del mismo, haciéndolo más creíble y humano (tanto a él como a otros principales).
Es cierto que Uncharted 2 no va a sentar cátedra por su trama, ya que en cierto modo no se sale de un esquema típico de aventuras, pero bien es cierto que Naughty Dog ha aprendido muchísimo respecto a la primera entrega, dotándola de un grado de atención mucho más elevado, más variedad de localizaciones, y unos personajes bastante más creíbles y alejados de sus esteriotipos (aunque sin abandonarlos).
Consigue mantener la tensión capítulo a capítulo, abandonando esa sensación de «trama inútil» del juego original, y motivar al jugador a avanzar por descubrir todo. Se podía exigir menos a un juego del género, pero Naughty Dog aquí ha demostrado algo que siempre les caracterizó: si das menos, es suficiente. Pero lo verdaderamente satisfactorio es dar más y que sea bueno.
Gráficos
Si algo destaqué especialmente del Uncharted original era precisamente este apartado, con algunos matices. No hay que olvidar que era un juego de 2007 y PS3 estaba, como quien dice, en pañales, apenas rascando lo que podía ofrecer. Pero Uncharted 2 es de 2009, y dos años dan para mucho a la hora de desarrollar. El resultado solo se puede clasificar de apabullante, siendo la justa línea a seguir a la hora de crear entornos realistas, aunque no sea el tope de lo que la consola de Sony es capaz.
Con este Uncharted 2 he tenido algunos momentos de esos que otra segunda parte, en este caso de Mass Effect, también me dio, de detenerme a observar el entorno por el puro placer de ver lo bien representado que estaba. Eso es algo que se ve, de hecho, desde el minuto uno, con la definición de la nieve y las montañas junto a ese Drake moribundo. La diversidad de entornos también hace mucho en esto, permitiendo mostrar brillantez en gran cantidad de apartados.
En general, en lo referente a los gráficos, yo nunca he sido demasiado exigente, y me conformo con bastante poco. No obstante, cuando el apartado brilla con luz propia, es de recibo reconocerlo, y en este caso Naughty Dog ha mejorado todos y cada uno de los problemas que mencionaba que existían en el original. El modelado de personajes, ya bastante notable, ha subido unos cuantos enteros y la animación es muchísimo más fluída y natural, incorporando una gran cantidad de movimientos nuevos.
No obstante, pese a que su animación es sobresaliente, el juego cojea ligeramente en las expresiones faciales, no tan humanas como podrían ser (y esto demuestra que todavía se podía exprimir más PS3, pues el tercer Uncharted y TLOU mejoran mucho en este aspecto) y el diseño de los enemigos, que son bastante clónicos entre sí en animaciones , aspecto y comportamientos, primando los principales una vez más. También me encontré pequeños bugs puntuales, atrancándose el personaje en huecos inexistentes, pero algo que ocurre pocas veces.
La iluminación, como en el juego anterior, es absolutamente referencial, mostrando un buen nivel también en efectos como explosiones o el tan comentado deterioro de las ropas al salir del agua. El diseño de los escenarios se nota muchísimo más trabajado y variado que en el original, no siendo tan claro, lineal y evidente como antes, pese a que sus bases sean las mismas (coberturas y plataformas), logrando incluso mejorar la jugabilidad en el proceso. También hace las cinemáticas más cinematográficas con cambios de plano dignos de toda una producción audiovisual de otro medio, poco vistos en los videojuegos hasta esta generación.
Había realmente poco que mejorar técnicamente en Uncharted poco más que la propia evolución lógica por explorar mejor la plataforma, pero Naughty Dog logró sacarse de la manga algo muy importante en un juego: lograr que un buen diseño mejora una jugabilidad que por sí misma podría no ser tan buena. La atención al detalle (como en las pisadas de la nieve, pequeñas sorpresas en escenarios cambiantes…) también es de elogiar, y justifica totalmente el asombro que supuso en su momento. Es cierto que no es perfecto y hoy en día algunos juegos son mejores que él, pero para alguien que no exige nada a los gráficos, es mucho más que suficiente.
Sonido
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Hasta ahora, el texto refleja un salto abismal respecto a Uncharted 1, pero hay un apartado que se mantiene más o menos en el mismo nivel, aunque refleje determinadas mejoras. Estoy hablando del apartado sonoro, que una vez más se centra en mantenerse en un segundo plano, solo notorio en ciertos momentos espectaculares. No obstante, aquí hay algo que en la entrega anterior no encontré en ningún momento, y son temas memorables y recordables, como el del monasterio (con una ambientación bastante hindú), y la versión mejorada del tema principal.
No obstante, sigo manteniendo que no me parecen OSTs absolutamente referenciales en el género ni en los videojuegos, aunque cumplan perfectamente con su cometido. El doblaje es quizá la pata más notable de la mesa, pues mantiene un nivel bastante bueno, como viene siendo habitual en las producciones de Sony, siempre dobladas al castellano. Nate me resulta ligeramente sobreactuado en ocasiones, pero lo cierto es que todo funciona bastante bien, explorando incluso nuevas opciones como el acento de Lazarevic o el personaje de Tenzin, el cual, sin entender en absoluto, logra transmitirnos lo que piensa.
En definitiva, que este apartado no suba demasiado su nivel respecto a UnchartedEl Tesoro de Drake no es necesariamente malo, ya que el original ya mantenía un nivel muy alto en este aspecto. Voces reconocibles, muy notables para un doblaje español (que, pese a todo, no supera al inglés) y algunos temas brillantes dentro de un conjunto de comparsa muy notable. Un juego de este género casi nunca destaca por esto, y se cumple la norma: una OST notable, con un doblaje bastante notable, y algún toque de brillantez.
Jugabilidad
Recuerdo lo mucho que se criticó lo que dije en este apartado del análisis de Uncharted original, llegando a decir incluso que no tenía ni idea de qué había jugado. Básicamente, dividí la mecánica de Uncharted en tres partes: tiroteos y cuerpo a cuerpo, plataformeo y puzzles, siendo el primero excesivamente repetitivo en su forma, el segundo simplón y automático, y el tercero meramente testimonial. Desde el principio, debo decir que me resultó muy sorprendente lo que me encontré en Uncharted 2 viniendo de aquel juego tan irregular, y respetaré esa estructura a la hora de comentarlo.
Respecto a los tiroteos, que era la mejor parte de la fórmula, Naughty ha cambiado muy poco la mecánica base, siendo los controles básicamente los mismos, si bien ha modificado la interfaz de cambio de arma (heredada de Jak 2), eliminando la opción del cuerpo a cuerpo y las granadas para sustituirlas por el botón R y el cuadrado en su implementación. Esto, a la hora de la verdad, hace un poco más suave el cambio, dejándonos solo un arma tipo pistola y una más ofensiva para cambiar. El apuntado es suave, aunque en ocasiones un pelín irregular, y en general no nos veremos vendidos por el control.
Uncharted 1 basaba gran parte de sus tiroteos en la fórmula de cobertura y disparo hasta que terminaba la acción, siendo muy repetitivo a la larga pese a la original fórmula de enemigos a diferentes alturas. No obstante, Uncharted 2 (por suerte) se pasa por el arco del triunfo esa concepción y logra otorgar una mecánica que no consigue aburrir casi en ningún momento gracias a una cosa: variedad, variedad, muchísima variedad. Quizá en ello resida la gran virtud del juego, y es que los tiroteos que encontraremos se parecen muy poco entre sí gracias a la nueva y compleja disposición de los escenarios.
Seguiremos contando con los clásicos tiroteos previsibles de cobertura (que han sido multiplicados gracias a las diferentes alturas) pero la gran virtud del juego reside en las mecánicas de disparo vertical que presenta. No dispararemos solo a objetivos frente a nosotros, sino dispuestos en posiciones tanto por encima como por debajo nuestra, en muchas ocasiones cambiando entre coberturas que se rompen con facilidad, o porque una granada del enemigo nos ha hecho salir de allí.
Contaremos también con momentos donde tirotear al enemigo no será suficiente, y las granadas serán imprescindibles (cuando surgen los objetivos con escudo). También contamos con la presencia de francotiradores, mucho más certera que en el anterior juego (es especialmente notable una fase que es un gato y ratón con fusiles dragón). Pero quizá una novedad interesante son los momentos de sigilo, donde la mejorada capacidad cuerpo a cuerpo de Drake nos permite (relativamente) limpiar las zonas sin ser vistos. Lástima que sea una faceta muy poco explotada y nunca definitoria a la hora de jugar, pero cuando aparece, está muy lograda.
El cuerpo a cuerpo se basa básicamente en secuencias de intercambio de QTEs de cuadrado y triángulo, sacrificando en parte el sistema puro de combos del primero, pero que realmente usaremos pocas veces, ya que habrá tantísimos enemigos en pantalla que abandonar las coberturas es un suicidio. También contaremos con enemigos que pueden considerarse pequeños jefes en sí mismos (algo que no existía prácticamente en el primer Uncharted), y que requerirán del uso de determinadas estrategias. Considero una fase memorable una en la que debemos derribar un helicóptero y otra en la que un tanque nos acosará mientras huimos por callejones. Momentos que el primer juego no tenía, y que requieren velocidad y técnica.
La clave de Uncharted 2 quizá sea el especial balance que tiene, ya que siempre está alternando con precisión muchos tipos de secuencias de combate diferentes. En la misma fase podemos estar atacando enemigos en coberturas normales, como instantes después deber saltar por determinados barrancos, para llegar a una zona donde debemos emplear toda nuestra atención para ir escalando un edificio que se limpia poco a poco de enemigos.
Pondré un ejemplo concreto basándome en una de las últimas fases del juego, donde nos encontramos con una estructura central parapetada y un montón de enemigos por los cuatro costados, con muchos francotiradores, y pocas balas. Debemos eliminar rápidamente a los del suelo, para obtener su munición, y cubrirnos en la zona central para eliminar poco a poco a los francotiradores, asegurando un lado y pudiendo así limpiar la zona con relativa comodidad. Pero llegar a esto requiere mucho esfuerzo.
La parte de plataformas sigue manteniendo sus claroscuros al ser excesivamente guiada y simple, pero es mucho más rica y menos evidente que en el juego anterior (siendo una versión mejorada de los plataformeos del último tramo, que consideré el mejor en mi análisis anterior). En ocasiones los tiroteos incluso ocurren mientras estamos colgados (usando solo el arma ligera), lo cual dota de mayor variedad a la jugabilidad. Una novedad también se encuentra en determinadas secuencias en las que tendremos que huir a toda velocidad mientras saltamos, con una enorme tensión.
Respecto a los puzzles, su presencia sigue siendo tan testimonial como en juegos anteriores, si bien están bastante bien hechos (como el de la estatua hindú, que combina escalada con memoria) y requieren el uso del diario para resolverlos. No es sin duda el fuerte de Uncharted 2, pero precisamente reducirlos a un segundo plano en lugar de potenciarlos irregularmente es una buena elección si el juego realmente pretende centrarse en otros aspectos, como es la acción y conectar las plataformas con ella.
Hay determinadas fases en las que variará el esquema, como cuando conducen un vehículo y tú debes saltar de uno a otro, o la tan conocida fase del tren, que, más que por su brillantez individual (ya que está muy scriptada) destaca por aunar a la perfección las intenciones de este Uncharted 2: ofrecer una variedad de situaciones de acción elevada, mientras esto se combina con movimientos plataformeros sencillos e integrados con la jugabilidad, en lugar de apostar por un esquema fijo de escalar – cobertura con disparos – puzzle- mas disparos que era la base del primer Uncharted, además de sorprender alguna que otra vez al jugador con cambios que requieren una rápida reacción.
No es tanto como la mejora de la jugabilidad del juego, ya que en sí mantiene el mismo esquema del original, como la variedad y la tensión que le han otorgado. Es difícil tener dos capítulos iguales, y el juego tiene argumentos para ser capaz de divertir a alguien al que no le gustan mucho los juegos de disparos gracias a la gran variedad de elementos que pone en juego, más allá de las fórmulas fijas del primer Uncharted. No es excesivamente complicado (los checkpoints son continuos) pero requiere que el jugador piense un poco lo que está haciendo y ponga en juego estrategias y los distintos tipos de armas (similares a los de la primera parte) que tiene a su disposición.
Es cierto que no es quizá perfecto, ya que el plataformeo sigue siendo bastante sencillo y difícil de estropear con nuestras acciones (teniendo muchas guías y consejos sobre cómo proseguir), y los puzzles son escasos aunque notables. Echo mucho de menos un mayor componente de reto o penalización del error, pues a base de morir e ir probando diferentes estrategias (sobretodo en dificultades bajas) podemos superar las diferentes fases.
Pero es cierto que el juego consigue una cosa que cada vez parece más difícil, como es ofrecer un buen producto sin renunciar a las fórmulas modernas. Los scripts están ahí, y se notan bastante, pero están rodeados de muchísimos segmentos jugables que son muy buenos en el género TPS, en una variante diferente al Mass Effect 2 que me interesó ligeramente por este tipo de juegos. Pensé que sería difícil que un juego tan irregular como Uncharted llegase a cambiar tanto, pero esto demuestra que los prejuicios solo pueden hacer que nos perdamos grandes oportunidades.
Otros
Ya comenté al principio del análisis que no comentaría el multijugador (consistente en diversos modos para un máximo de 10 jugadores, 5 por equipo), ya que no me gustan este tipo de experiencias y sería injusto analizar algo que no controlo solo por rellenar líneas. La campaña single player, no obstante, nos garantiza una duración entre las 10 y las 15 horas dependiendo de nuestra habilidad y la dificultad a través de sus 26 capítulos (algunos más cortos, otros mucho más extensos, pero todos diferentes entre sí.)
Como es habitual en Naughty Dog, tendremos una serie de extras, aquí integrados en los tesoros que son mucho más difíciles de encontrar que en el juego anterior, requiriendo a veces explotar los escenarios a fondo. También contamos con posibilidades de jugar cooperativo con otra persona en ciertos instantes, algo que es un añadido interesante y que no había por qué incluir, pero que Naughty ha puesto igualmente (una constante en el juego).
Los trofeos también están presentes de forma muy parecida a como lo estaban en el original, por dificultad, X muertes, determinadas acciones…y ayudan a su rejugabilidad. Comenté en el texto anterior que no me había gustado el planteamiento general del juego, pero en este Uncharted 2, la cosa cambia bastante. Que lo considere mejor o peor a Mass Effect 3, mi referencia, es quizá algo osado. Lo dejaré en que simplemente son diferentes y ofrecen propuestas muy diferenciadas.
Conclusión
Uncharted El Tesoro de Drake no fue un buen juego. Al menos, a mi no me lo pareció, y eso me hizo pensar que Naughty Dog había olvidado cómo se hacían videojuegos de calidad. No obstante, Uncharted 2 El Reino de los Ladrones es quizá uno de los ejemplos de secuelas que más me han sorprendido respecto a su antecesor, mejorando todo lo que fallaba en el anterior y ofreciendo una montaña rusa que, probablemente, no tenga rival en su género de juegos espectacularistas, debido a un argumento que pensaba que no existía en estos juegos modernos: la jugabilidad.
Una jugabilidad basada enteramente en la variedad y la sorpresa para el jugador, obligándole a adaptarse a mil y un esquemas mientras mantiene un equilibrio que no le hace estar todo el tiempo pegando tiros ni tampoco saltando aburriéndose. Los scripts, pese a la mala fama que han dado a la saga, no son tan notorios como podrían parecer, y no empañan a una jugabilidad muy reforzada por el diseño de los escenarios, brillante y acompañado por un apartado técnico absolutamente apabullante, con la comparsa de una OST notable.
Es sencillo entender por qué Uncharted 2 recibió la denominación de juego del año en su momento, pese a que pueda no parecérmelo. Tiene unas virtudes enormes, ofreciendo mucho más de lo que su género debería exigir. Una narrativa muy bien descrita, una jugabilidad realmente enriquecida, pese a tener aún ciertos puntos flacos, y un diseño de escenarios al servicio de la diversión del jugador. Naughty Dog ha evolucionado hacia algo diferente a las plataformas. Algo que puede interesar a alguien poco aficionado a los TPS, y hace que vuelva a tener fe en ellos. Un gran ejemplo sobre como hay que jugar a los juegos antes de juzgarlos o hablar de ellos.
Nota
Historia: Pese a que no se libre de los clichés del cine de acción, los solventa bien humanizando bastante a los personajes y teniendo muchos giros de guión que logran mantener la atención. Considero un acierto el contar con muchas ubicaciones diferentes para poner en juego muchos tipos de situaciones, y juega muy bien con la narrativa y la cultura. (8.75)
Gráficos: La palabra referente, que tanto gusta en los foros, puede aplicarse muy bien a Uncharted 2. Un diseño de escenarios que es absolutamente capital para entender su mejora jugable se ve acompañado de unos entornos y una iluminación que me han sorprendido gratamente, teniendo momentos geniales, de esos que te hacen detenerte y observar a tu alrededor. Su punto más flaco es la expresión facial y los secundarios, pero poca cosa ante un gran despliegue del potencial de PS3. (9.5)
Sonido: Como ocurría en Uncharted 1, es un mero acompañamiento del resto de apartados, con un doblaje muy notable, aunque inferior al inglés y a veces un pelín sobreactuado. Hay algunos temas brillantes en el conjunto, y los efectos de sonido son muy realistas y bien integrados. Nunca pido que un juego de acción destaque en esto, pero si lo hace mínimamente, hay que alabarlo.(8.25)
Jugabilidad: Uncharted 2 entierra a Uncharted 1 y me demuestra como aquello fue un tropiezo de Naughty Dog. Variedad es la clave en todo el conjunto, no manteniendo la misma situación mucho tiempo y sorprendiendo al jugador. Los tiroteos siempre son distintos, en ocasiones muy estratégicos. Los puzzles, aunque testimoniales, están conseguidos, y el plataformeo, pese a pecar de la misma sencillez, ha cambiado a mejor y logra enriquecer el elemento fundamental del juego, que es la acción. Logra convencer a alguien poco fan de un género. (9.25)
Otros: Una media de doce horas, un multijugador completo (aunque no lo he probado a fondo como he comentado), y bastantes extras (tesoros, desbloqueables, trofeos…) redondean bastante bien el conjunto. (8.75)
Nota: 9/10
Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.
Un saludo.