Análisis: Kingdom Hearts Re:Coded

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Todas las sagas de videojuegos tienen una oveja negra. Para algunos están más o menos consensuadas. Por ejemplo, muchos consideran Final Fantasy XIII el peor juego de la saga de Square, o que Castlevania 2 de NES no está a la altura del resto de los juegos de la franquicia vampírica de Konami. No todas las desarrolladoras son infalibles, y pueden cometer fallos de vez en cuando a la hora de desarrollar. Pequeños pecados que empañan grandísimas sagas. Y Kingdom Hearts no iba a ser menos.

Quizá llame la atención que, siendo yo tan fan de la saga como soy, no haya analizado nunca Kingdom Hearts Re:Coded, lanzado por estos lares en el año 2011 para Nintendo DS. Todos los demás de esa época (como Birth by Sleep o el anterior 358/2 Days) tienen un correspondiente reseña. ¿Por qué no esta entrega de DS? La razón es bien sencilla: Re:Coded es la oveja negra de la saga, y me ha costado mucho tiempo poder plasmar en un texto todo lo que justifica para mi este calificativo. Qué es lo que falla, pese a que presente algún que otro acierto. Me recuerdo jugando al juego a ráfagas, a ratos, sin ganas algunas de engancharme como me ha ocurrido con todo juego de la saga.

Muchos dirán que quizá no sea para tanto, pero para alguien que vive esta saga como yo, este juego le dio incluso un poco de miedo. A que se estancase. A que cayera en la mediocridad y la sobre-explotación tan característica de la Square actual. Con la esperanza de que solo fuese un experimento, les di el beneficio de la duda, y KH 3D más el 1.5 HD ReMix me permitieron perdonarles el tropezón que, no obstante, sigue dejando una mancha imborrable en la gran saga de Nomura. ¿Por qué falla? En este texto lo descubriremos.

Historia

Creedlo o no, pero Kingdom Hearts Re:Coded es la verdadera secuela directa de Kingdom Hearts 2, y el primero de los enlaces directos a la tercera entrega. Con esa vitola, muchos podrían pensar que sería un juego tremendamente importante que nos descubriría miles de secretos ocultos. En definitiva, una secuela como mandan los cánones tras aquellamisteriosa escena final de la segunda entrega, con la carta lacrada en la Isla del Destino.

Pues bien, la realidad es bien distinta, ya que, aunque parezca mentira, conociendo de lo que Nomura ha sido capaz en la trama de esta saga, Re:Coded se convierte en un juego total y absolutamente prescindible e inútil argumentalmente hablando, siendo hoy en día, tras la aparición de Kingdom Hearts 3D, totalmente perdible sin problema alguno por los aficionados de lasaga. De hecho, yo ni me molestaría en ver las escenas de 2.5 HD ReMix, y os explicaré ahora por qué.

Básicamente, el juego nos emplaza en el Castillo Disney, donde Pepito Grillo está revisando su borrado diario de la aventura original, con solo la frase «Dar las gracias a Naminé» escrita en sus páginas. No obstante, le esperaría una sorpresa al encontrar una nueva pieza escrita en él, que no había visto antes y le inquieta: «Debemos regresar para calmar su dolor». No sabe quién la ha escrito, y decide acudir al Rey Mickey en busca de ayuda. Decide que la única forma de acceder al contenido oculto en el diario es entrar en él.

(Así lucía en móviles)

Para ello, decide digitalizar el contenido del mismo que, aunque esté borrado, se encuentra latente en su interior, gracias a una máquina llamada Binarama. Sin embargo, un virus se interpone en su camino y les impide descifrar todo lo que el texto esconde. Necesitan un héroe que arregle esto, y, cómo no, deciden recurrir a Sora. Pero no a uno cualquiera, sino a uno muy particular, oculto en los datos del diario: una versión informatizada del héroe con su propia lógica y recuerdos que pronto descubre su procedencia y misión: limpiar los virus y descubrir qué ocurre con el diario que Naminé borró.

Y podemos decir que esto y el final es lo más interesante que tiene Re:Coded. En medio nos encontramos con una gran cantidad de mundos Disney con una trama simplificada y bastante más insulsa de lo acostumbrado en los spin-offs de la saga, demostrando incluso falta de originalidad en su planteamiento (ya que pone sobre la mesa la idea de CoM, según la cual, por cierto motivo, no recordamos haber visitado esos mundos). El juego, no obstante, posee un hilo conductor que puede resultar interesante en ciertos momentos, con algún que otro giro de guión bastante inesperado y algún que otro detalle argumental de importancia para la saga.

Sin entrar en muchos spoilers, podemos encontrar aquí el motivo de que Mickey mande aquella carta a las Islas del Destino, cómo Sora está conectado a Roxas o los personajes de Birth By Sleep, o parte de los planes de Maléfica para evitar que el contenido de ese diario se desvele. Sin embargo, en líneas generales son pinceladas tan básicas (y que ya están cubiertas sobradamente en Birth by Sleep y el posterior Dream Drop Distance), que, ni eran en su momento suficientes para sustentar toda la trama, ni hoy consiguen atraer a un fan de la saga que ya conoce todo lo ocurrido.

Lo peor que tiene Re: Coded es su irrelevancia, pese a los múltiples y ambiciosos añadidos que le hicieron desde su versión de móviles (que era todavía más lamentable en este aspecto), incluyendo un final secreto que enlaza directamente con el inicio de KH 3D y explica lo que la carta de Mickey mencionaba. Sin embargo, si el final secreto (que es, junto con dos o tres detalles, lo único de «trama útil» del juego) se solapa con el inicio del siguiente, ¿qué sentido tiene jugar Re:Coded, pasando por una trama absolutamente vacía?

Es cierto que mantiene las señas de identidad de la saga (como los sentimientos, los recuerdos y la superación), pero de una manera tan superficial y sencilla, que no consigue atrapar en ningún momento ni compensar uno de los apartados más flojos como es la jugabilidad. Quizá el haber salido en móviles y ser una mera mejora de un producto pensado para ser poco ambicioso le haya pesado demasiado pero, tras historias tan brutales como las de Birth By Sleep, o el buen fondo de la sencilla historia de 358/2 Days, esto no consigue cubrir el cupo de calidad habitual de la franquicia, por mucho que lo intentasen.

Gráficos

En este apartado hay poco que reprochar a Re:Coded, pues simplemente emplea el motor de 358/2 Days con mayor acierto que originalidad, demostrando una potencia técnica bastante notoria para ser de DS, así como la sensación de que el hardware se quedaba corto para expresar la jugabilidad única de Kingdom Hearts con la exactitud merecida (algo que ya el propio juego de Roxas mostraba con sus enemigos regularmente animados o la lentitud general del desarrollo). Pero, todo lo que tiene en potencia, lo pierde en algo en lo que la franquicia también suele destacar: diseño de escenarios.

Y es que Re:Coded emplea muchos de los escenarios del KH original (como el País de las Maravillas, Islas del Destino o Coliseo del Olimpo), pero alterados y modificados por la ambientación del juego (los bugs invadiendo los niveles, la temática informática…). El resultado de todo esto es una sensación de dejadez y repetitividad en los escenarios, de haber visto lo que estamos jugando una y otra vez, lo cual ni siquiera mejora en los momentos donde la jugabilidad se modifica hacia el 2D, ya que entonces los entornos son todavía más planos y sencillos, haciéndose notar de forma evidente su herencia móvil.

En lo referente a las cinemáticas, estas apuestan por un estilo híbrido entre 358/2 Days y Chain of Memories de GBA, con un escenario plano y los avatares de los personajes dialogando, con una expresividad bastante notoria para ser simples imágenes estáticas. No tenemos una variedad muy elevada de ellas, pero cumplen sobradamente su cometido de ilustrar lo que está ocurriendo en el juego, aunque sean incapaces de remplazar una buena cinemática (y posiblemente en 2.5 HD ReMix se hará justicia a las pocas escenas de vídeo con las que contaba).

No hay ralentizaciones demasiado evidentes en el juego salvo si se acumulan muchísimos elementos en pantalla, pero sí, como ocurría en 358/2 Days, una sensación de que todo podría ir mucho mejor con más potencia, ya que el juego se siente tosco y lento en ciertos momentos (especialmente en el control de la cámara o al ejecutar ciertas acciones, que no es tan fluido y natural como en KH 3D o BBS) y no refleja la experiencia de juego de Kingdom Hearts tan bien como se podría, aunque no hay que desdeñar que ha sido plasmada en buena medida en un hardware inferior.

El apartado técnico es quizá de las cosas más destacables de Re:Coded al llevar al límite una Nintendo DS que tenía ya poco más que ofrecer, pero algo falla cuando no soy capaz de recordar el juego por nada especial. Todos los juegos de la saga, incluso los que reciclan escenarios, supieron aportar novedades en algún aspecto del diseño para ser recordados (por ejemplo, KH 3D ampliaba Ciudad de Paso con mucha naturalidad, o KH CoM ofrecía el Castillo del Olvido que en su sencillez era elegante). Este Re:Coded apenas es un «tributo» a los escenarios clásicos de la saga, pero alterados por las mecánicas jugables de una forma que no los hace tan atractivos. No obstante, para venir de móviles, Square Enix hizo un muy buen trabajo de adaptación.

Sonido

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La música es uno de los elementos que nunca falla en un Kingdom Hearts, y hay que reconocer que lo que Re:Coded aporta a la saga, pese a no ser el tipo de melodías más brillantes de la saga, sí que mantiene el nivel y no logra desmerecer en absoluto a lo que ya teníamos. Muchas de las nuevas melodías tienen una ambientación muy informatizada (puesto que estamos inmersos en un mundo digital) y casarían totalmente con mundos como el de Tron de KH2.

Este juego también es un ejemplo perfecto de como Yoko Shimomura es la encargada de las OST de los Mario & Luigi, pues el tema «Pretty Pretty Abilities» parece sacado de un juego de esa subsaga del fontanero (que con su cuarta entrega ha visto tiempos mejores, pero eso es otra historia). Esa es una melodía, junto con las otras propias de Re:Coded, muy dinámica, muy «fiestera» y frenética, algo que se suele encontrar en sus otras colaboraciones, pero que no queda nada mal en Kingdom Hearts.

Sin embargo, es evidente que, pese a tener calidad, el resto de la OST que como viene siendo habitual en los spin-offs viene de juegos anteriores, está un par de escalones por encima y se ha trasladado con fidelidad absoluta (en ocasiones sonando genial para ser de DS, como en «Roxas» o «Hollow Bastion»). Un Kingdom Hearts sin Yoko carecería un poco de sentido, y es de agradecer que en uno tan atípico como este, en el que en ocasiones no sabemos si realmente es un juego de la saga, sigamos teniendo esa seña de identidad musical que lo recuerde.

Jugabilidad

Tengo tantas cosas que decir de la jugabilidad de Re:Coded y las tremendas sensaciones encontradas que me produce que daría para un artículo aparte más largo que el propio análisis, y mucho menos amistoso que lo que aquí plasmaré. Pero esto es un análisis, y como siempre que hago un texto de este tipo, quiero que el lector sepa de la forma más detallada posible qué es lo que va a tener en las manos si llega a comprarlo, así como la calidad del mismo. Por lo tanto, dejaré de lado la indignación que me llega a producir en ciertos momentos de su desarrollo, para centrarme en juzgar de forma razonada y comentada sus distintos apartados jugables.

De entrada, tengo que decir que Re:Coded es un juego de luces y sombras, uno de esos que por momentos sientes que realmente es un producto que merece la pena haber comprado, y en otros en los que te preguntas durante varios instantes por qué no has apagado la consola todavía. Esto quizá, para alguien que no sea un fan de la saga Kingdom Hearts, no se presente. Pero cuando realmente sabes lo que han dado los juegos anteriores, incluso en la propia DS con 358/2 Days (que, dentro de sus limitaciones, es muy notable), sientes que hay cosas que han salido mal con Re:Coded, aunque haya que reconocer que desde Square Enix intentaron algo que no se ve mucho en el mundillo: experimentar, probar nuevas fórmulas añadidas a un bloque sólido.

Y algunas de ellas funcionan realmente bien, pese a no ser del todo mérito del propio Re:Coded. Como punto de partida, hay que comentar que nos encontramos con una jugabilidad base casi idéntica a la de 358/2 Days, lo cual implica una versión híbrida del sistema de juego de Kingdom Hearts 1 y su secuela, estando mucho más cerca de la lentitud y el sentido táctico del primero (donde cada comando contaba) que del frenetismo del segundo (donde golpear mucho y rápido era la clave).

Igualmente, encontramos un cambio fundamental respecto al juego de Roxas, y es que llegan directamente del genial Birth By Sleep los comandos de batalla. Estos son acciones que combinan magia y ataques físicos (como un giro en llamas, o lanzar la llave espada), resultando muy variadas y dotando al juego de una diversidad de acciones de combate elevada. También contamos con hechizos típicos de la saga, como Cura (que sigue adoleciendo del problema de 358, donde sus formas + y ++ no son tan útiles, debiendo apoyarnos en las pociones para complementar), y los objetos.

En esencia, esto es lo que suele ser habitual en la saga Kingdom Hearts: enfrentamientos contra grupos de enemigos, combinando nuestras acciones con objetos y estando pendientes de la estrategia. En esto, Re:Coded no solo no falla, sino que supera a 358/2 Days por traer directamente la diversidad de acciones de Birth By Sleep (pese a no hacerlo en su totalidad). Pero, como comentaba, hay sombras. Y son tan alargadas y notorias que dejan al sincorazón Lado Oscuro en una medianía, siendo además el principal pecado de Re:Coded.

Con este juego, que no olvidemos que vio por primera vez la luz en móviles, Square Enix decidió experimentar con muchas formas alternativas de jugabilidad, tratando de hacer mucho más dinámicos los distintos mundos. De este modo, nos encontraremos en un laberinto de anomalías en el País de las Maravillas, donde debemos ir sorteando a las cartas de la Reina de Corazones, o un cambio de registro muy extraño en el mundo de Hércules que contaré después.

Parte de esta experimentación reposa en las llamadas anomalías, que son pequeñas roturas blancas en los niveles que debemos acceder. Esto nos transportará a una zona informatizada que debemos limpiar de sincorazones en varias plantas, hasta terminar de desintoxicarla, como si de un antivirus se tratase. Estas secciones son siempre muy parecidas entre sí independientemente del mundo que visitemos, y se repiten demasiado, lo cual termina haciendo que nos hartemos de ellas, no salvándolas ni la correcta jugabilidad base.

Luego llegamos a lo que más vergüenza ajena me da del juego, que es encontrarte con estupor y sorpresa como el final de las fases, esos momentos siempre culminantes de los mundos, se han visto convertidas en el «banco de pruebas» de Re:Coded. Nos encontraremos un tipo de jugabilidad base 2D, al más puro estilo Super Mario Bros (aunque me recuerda más a un Castlevania muy simplificado) donde tendremos que avanzar hasta el jefe final, que no siempre se derrotará igual (encontrando incluso un momento de mecánica shoot´em up). Pero lo que más clama al cielo, y más en una compañía con tanta tradición como Square, es el mundo del Coliseo del Olimpo.

Y es que este mundo se ve cambiado a un juego de rol por turnos improvisado, y de una simpleza extrema, con pocos comandos y una facilidad de superación pasmosa. Encorsetar la jugabilidad de Kingdom Hearts a algo tan sencillo en una compañía que ha hecho Final Fantasy o la saga Mana es simplemente incomprensible, y sin duda fue fruto de la naturaleza móvil con la que nació el juego, ya que, aunque a Nomura le gusta alterar las normas en los juegos de la saga (metiendo pequeños minijuegos esporádicos, como los del carro del mundo de los mosqueteros de KH 3D o el minijuego musical de BBS), sin duda siempre logra que sean divertidos y con cierta complejidad.

Es cierto que podemos llegar a encontrar diversión en estos pequeños cambios de tercio por su vertiente puramente arcade, pero eso no quita que sean versiones simplonas y mal ejecutadas de algo que otras sagas ofrecen mucho mejor. Coger una franquicia con una jugabilidad tan distintiva como Kingdom Hearts y «prostituírla» con estilos de juego que le son ajenos, da como resultado estos momentos que, personalmente, a mi me hacían dejar el juego de lado una y otra vez.

No obstante, Re:Coded sí que tiene un punto que considero bastante brillante, muy por encima del resto del conjunto y verdadera virtud que encierra, como es el desarrollo del personaje. El sistema de chips y placas nos propone una mejora continua de Sora en muchas direcciones, contando con «interruptores» que activan o desactivan ciertas habilidades. También podremos, y esto es algo que no se suele ver en la saga, alterar la dificultad de los enemigos a nuestra conveniencia.

Es un sistema que está muy encorsetado en la práctica, con caminos guiados y muy simples, con poco margen de personalización (llegué a leer un análisis que lo comparaba con el tablero de esferas de FFX y solo pude reírme ante la ocurrencia, sustentada en dios sabe cuantas no horas, sino minutos de juego) pero que funciona correctamente y motiva al jugador a explorar ligeramente su contenido. Pequeñas plaquitas menores en las que podemos incorporar niveles nuevos para el personaje, entre otras mejoras, permiten activar otras mucho mayores que encierran las habilidades típicas.

En definitiva, Re:Coded cuenta con unas virtudes muy claras (sistema de juego, pese a estar lastrado por su cámara, los comandos de BBS y los momentos de jugabilidad clásica), otros puntos que no están nada mal (como el tablero de desarrollo o, aunque parezca mentira, el laberinto de Wonderland) y otros absolutamente lamentables (como las simplonas jugabilidades alternativas que alteran los finales de fase y las aburridas y monótonas anomalías) que son capaces por si solas, junto con la incomparecencia de la historia, de arruinar todo el conjunto hasta un extremo vergonzoso, no resultando difícil ponerle la etiqueta de «producto para sacar dinero a costa del nombre».

Es cierto que, si lo comparamos con el Coded original, el juego sale muy beneficiado. Pero compararlo con un Kingdom Hearts normal es directamente un chiste, ya que el juego es una sucesión de «coitus interruptus» donde queremos seguir jugando como siempre, pero nos obligan a meternos en mazmorras aburridas y repetitivas, y cuando el juego está entretenido, te cambian el plan jugable a algo muy simple, muy reducido, y que solo hace daño al nombre de la saga y a acrecentar esa sensación de sobre-explotación que tanto se ha extendido en los últimos años.

Otros

Kingdom Hearts Re:Coded, si no tenía ya una lista de defectos lo suficientemente larga, suma la de juego más corto de toda la saga a su lista de alegrías. De 10 a 15 horas puede durarnos (lo que sería equivalente a la duración de la trama de Sora de CoM o a la duración de SOLO UNA de las 3 tramas de BBS). Es cierto que hay muchas variaciones jugables en ellas y es difícil estar mucho rato haciendo lo mismo, pero personalmente yo lo habría cambiado por algo mucho más sustancioso y respetuoso con la esencia original.

Tenemos algún que otro extra que anima (si alguien realmente tiene valor para ello, siendo honesto) a rejugar los mundos en busca de cofres, conseguir completar el tablero de desarrollo, u obtener el 100% de los informes del diario, objetivos ya clásicos de la saga, a los que se suman el superar distintos récords de puntuación en las fases peculiares o mejorar nuestra ejecución en las anomalías. Como nota curiosa, es uno de los pocos juegos que nos permiten jugar en las Islas del Destino de forma elaborada y profunda (algo de lo que solo KH1 y CoM en parte pueden presumir).

Hay que destacar que los vídeos del juego (por poco importantes que sean) estarán en el futuro Kingdom Hearts 2.5 HD ReMix. Su estilo es muy similar al que presentaba 358/2 Days, generados con el motor de Kingdom Hearts 2, y siendo bastante buenos. El que realmente sean contenido útil, eso ya es algo muy discutible, ya que lo que este juego incluye hace un poco menos grande el nombre de la saga.

Conclusión

Decir que Kingdom Hearts Re:Coded es un juego calamitoso e infame sería estar mintiendo.  Que es el peor de toda la saga, eso sí que no está muy alejado de la verdad, bajo mi criterio. El contexto de analizar un juego lo considero bien distinto al comentario coloquial que pueda hacer sobre él, que todos los que me conocen saben ya de sobra (especialmente por la poco cariñosa denominación que le doy a este remake de Coded). Quién lee un análisis quiere saber si el producto es o no interesante, y no ha resultado fácil encarar de esta forma un texto de un juego que tantas sensaciones encontradas me produce y que tanto he defenestrado.

Tiene elementos irreprochables, como una potencia técnica directamente heredada de 358/2 Days que hace justicia medianamente con la jugabilidad clásica de KH (con su ritmo técnico y táctico), pero que hace aguas continuamente en su diseño de escenarios, lamentable para el estándar de la saga, repetitivo y muy vacío, pese a aportar una temática muy atractiva para mi como el mundo informático. Tampoco hay nada que decir de la banda sonora, siempre cumplidora y excelente, como casi todo lo que Yoko Shimomura hace.

Sin embargo, todo empieza a fallar en lo fundamental. Y es que lo que es jugabilidad directa suele ser difícil de reprochar, sintiéndose a la altura de la saga en todo momento (salvo por los problemillas de cámara que son inevitables ante la ausencia de stick de NDS), y aportando un más que interesante (aunque no del todo bien planteado) sistema de desarrollo del personaje basado en módulos. Si esto hubiese ocupado la totalidad de sus horas de juego, Re:Coded no sería un mal representante de la saga, y puede que incluso hubiese llegado a más notoriedad.

Pero llega el momento en el que se pierde en sus mini-mazmorras de «bugs» que no aportan nada más que matar y matar sin sentido alguno, o en sus cambios bruscos de jugabilidad en los momentos importantes, esos que en anteriores Kingdom Hearts te hacían temblar, cuando enfrentabas al enemigo final y sabías que todo lo anterior que habías hecho no servía, debiendo idear una estrategia nueva (especialmente en dificultades altas).

Es inadmisible, bajo mi punto de vista (y esto es lo que me hace tan difícil hablar de Re:Coded), terminar un mundo que has estropeado previamente con las mini-mazmorras con un planteamiento 2D a lo Mario Bros o en una versión chusquera y poco trabajada de un JRPG por turnos, pasando por una versión «lite» de un shooter de naves (que por fortuna corrigieron en KH 3D). Kingdom Hearts Re:Coded ni necesita ni merece basarse en versiones reducidas de otros géneros teniendo a su disposición, por otro lado, el genial sistema de comandos de Birth By Sleep.

A esto debemos sumar el pecado capital que supone contar con una trama que, pese a sus buenas intenciones, es totalmente redundante y prescindible en el universo de la saga, solo justificando su existencia en un final secreto que hoy ya no lo es para nadie. Si no eres capaz de justificar una jugabilidad regular con una trama interesante, entonces has creado un mal JRPG por mucho apartado técnico que luzca o una gran banda sonora que lo acompañe.

Y eso, por mucho que pueda pesarme, es la realidad de este juego que, pese a todo, puede tener algo que ofrecer a los fans acérrimos, alguna pequeña alegría rodeada de un monton de penas. Al que no sea fan, le recomiendo que ni se acerque, porque no es nada que engrandezca el catálogo de NDS.

Es cierto (y más hoy en día con las entregas posteriores lanzadas) que Re:Coded puede justificar gran parte de sus carencias en estar basado en un mediocre juego de móviles por episodios (lanzado antes del «boom» de los smartphones en los terminales NTT DoCoMo japoneses), pero, cuando el resto de los miembros de su familia son tan buenos, queda inevitablemente como un patito feo que, pese a querer presentarse con lustre, tiene manchas imposibles de pasar por alto. Como comentaba al inicio, si todas las sagas tienen una oveja negra, Re:Coded, sin duda alguna, es la de Kingdom Hearts. Por fortuna, y esto es inusual para Square Enix, solo quedó en un accidente.

Gracias por tu tiempo, y por leer el artículo.

Un saludo.

JC_ADXAnálisis: Kingdom Hearts Re:Coded

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